Luego de 2 años y 3 meses de silencio mediático sobre la intervención a los “Heraldos del Evangelio”, el pasado 25 de Septiembre, Francisco Bergoglio designó un comisario para las ramas masculina (Sociedad Clerical de Vida Apostólica “Virgo Flos Carméli”), femenina (Sociedad de Vida Apostólica “Regína Vírginum”) y seglar de los Heraldos del Evangelio (Asociación Privada de Fieles “Heraldos del Evangelio”), en la persona del cardenal y arzobispo jubilado de Aparecida (Brasil), Raymundo Damasceno Assis, de 82 años.
Sus asistentes [que harán el trabajo sucio] son el obispo auxiliar de Brasilia, monseñor José Aparecido Gonçalves de Almeida, de 59 años, quien estudió Derecho Canónico con el Opus Dei en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, y la hermana Márian Ambrósio, la superiora general de las moribundas Hermanas de la Divina Providencia de Maguncia.
El paso que llevó a esta medida fue una visita apostólica ordenada por el cardenal focolar João Braz de Aviz que comenzó el 23 de Junio del 2017 bajo el pretexto de quejas contra el “estilo de gobierno, la vida de los miembros del Consejo, el cuidado pastoral de las vocaciones, la formación de nuevas vocaciones, la administración, la gestión de las obras y la recaudación de recursos” entre los Heraldos. En realidad, fue por su crecimiento inusitado en medio de una debacle en vocaciones en las comunidades y diócesis conciliares, como también por las denuncias del ex-tepefé argentino Alfonso María Beccar Varela Ibarguren sobre supuestos exorcismos sin autorización del ordinario (donde se dice, entre otras, que el Vaticano -con Bergoglio a la cabeza- está controlado por el diablo) y culto a la personalidad de João Scognamiglio Clá Dias, su fundador.
Los “Heraldos del Evangelio” (Evangélii Præcónes o “Caballeros de
la Virgen”), fundados por João Scognamiglio Clá Dias (brasileño de
padre andaluz y madre italiana) en 1995, fueron erigidos por la Santa
Sede el 22 de febrero de 2001 y tienen sus raíces en el movimiento
tradicionalista y anticomunista Tradición, Familia y Propiedad (TFP)
fundado por el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, de quien Clá era su
secretario particular. Reconocidos por sus hábitos marrón y blanco, con
una gran cruz de Santiago roja y blanca en el pecho, sus botas altas y
formaciones en desfiles, como también por su apostolado mariano, sus
cuatro mil miembros y unos cuarenta mil cooperadores y amigos están
presentes (según sus propios fuentes) en 78 países, especialmente
difundidos en Brasil, España e Italia.
Es el criterio de
Francisco Bergoglio destruir comunidades sólidas con apariencia de
catolicismo tradicional, y dejar en paz a las comunidades que son
litúrgica y moralmente decadentes (la primera de ellas, los Jesuitas).
¡Epa, Alfonso María Beccar, ya podés cobrarle al borracho focolar Braz de Aviz los treinta dineros debidos a tu delación! Ojalá te aprovechen por tu odio a la TFP (a la que abandonaste porque te quedó grande) y a los Heraldos (a los que no podés ver ni en foto). Y en cuanto a vos, Bergoglio, sos un idiota (in)útil de satanás el maldito para abrirle camino a su hijo el Anticristo, pero pronto acabarás en el Infierno por tus apostasías y encubrimientos.
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