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miércoles, 10 de junio de 2020

EL CÓDIGO QR DE SALUD COMO MECANISMO DE CONTROL SOCIAL

Tomado de BITTER WINTER.
  
LOS CÓDIGOS DE SALUD DE CHINA INCREMENTAN LA VIGILANCIA DE LA POBLACIÓN.
El régimen del PCCh impuso aplicaciones móviles para evitar la propagación de la COVID-19, las cuales probablemente sobrevivirán a la pandemia y se utilizarán para expandir el control social automatizado.
Por Lin Yijiang
  
Los servicios del código de salud de China, los cuales se ejecutan en Alipay, una plataforma de pago en línea propiedad del gigante chino de comercio electrónico Alibaba, o en la omnipresente aplicación multipropósito WeChat, les asignan a las personas uno de tres códigos de color. El rojo significa que una persona tiene un alto riesgo de propagar el coronavirus y debe permanecer en cuarentena durante 14 días; amarillo, durante siete días. El código verde no requiere restricciones.
   
Ya que se levantaron los cierres de emergencia en todo el país, la libertad de movimiento de las personas se volvió altamente dependiente de estas aplicaciones de control del virus, las cuales fueron introducidas en todo el país durante el punto álgido del brote para identificar y aislar a quienes podrían estar propagando el virus. Para comenzar a utilizar alguna de estas aplicaciones, las cuales deben instalarse en teléfonos inteligentes, las personas deben ingresar su información personal, datos de viajes recientes y su estado de salud. Todos estos datos recopilados son almacenados y compartidos con la policía.
  
Las autoridades afirman que estas aplicaciones de salud son voluntarias y solo están destinadas a frenar el virus. A pesar de ello, muchos creen que la medida es una nueva forma de control social automatizado en China, la cual se espera que perdure luego de finalizada la pandemia.
  
Según un documento emitido por un Gobierno local de la provincia suroriental de Jiangxi en el mes de marzo, los códigos de salud han sido vigorosamente promovidos por orden de las autoridades superiores «para garantizar una amplia cobertura en la provincia». A los Gobiernos de todos los niveles se les ordenó investigar si todos los miembros de cada hogar, tanto en áreas rurales como urbanas, poseen un código de salud.
   
Un administrador de red de la provincia oriental de Zhejiang le dijo a Bitter Winter que iba de puerta en puerta para hacer cumplir la orden, asegurándose de que incluso los recién nacidos y los ancianos, quienes son demasiado viejos o débiles para viajar, tengan un código.
  
El Sr. Hu, un hombre de negocios que trabaja fuera de la provincia, afirmó que a su padre, a quien recientemente le diagnosticaron cáncer gástrico avanzado y no se espera que viva demasiado tiempo, también le exigieron instalar un código de salud. Ni siquiera un aviso del hospital confirmando su estado de salud ayudó. El Sr. Hu bromeó amargamente afirmando que cuando su padre muera, no se le permitirá ingresar al crematorio si no posee un código.
  
«Mi hijo de un año ni siquiera puede hablar, pero me pidieron que solicitara un código de salud para él», se quejó ante Bitter Winter una madre procedente de la provincia norteña de Hebei. «¿A dónde puede ir un bebé por su cuenta?».
  
Los residentes de la provincia oriental de Shandong tuvieron que solicitar una aplicación de salud a principios de mayo, a pesar de que allí no se habían reportado nuevos casos de coronavirus durante 55 días seguidos.
  
A mediados de mayo se les ordenó a los condados, poblados y aldeas administrados por Heze, una ciudad a nivel de prefectura de Shandong, que les obligaran a utilizar los códigos de salud a todos los residentes antes de un plazo determinado. Los funcionarios locales amenazaron a los que se negaron a hacerlo, afirmando que se verían obligados a aislarse por un tiempo indefinido.
   
Las personas deben ingresar su información personal cuando solicitan un código de salud, incluyendo su estado de salud (captura de pantalla de WeChat).
  
«Los funcionarios locales presionan e intimidan a todos —adultos y menores— para que soliciten un código de salud», le dijo a Bitter Winter un aldeano del condado de Cao de Heze. «Como las escuelas estaban a punto de reabrir sus puertas, nos dijeron que a los niños no se les permitiría ingresar si no tenían un código de salud».
  
En comparación con el omnipresente software de reconocimiento facial y otros sistemas de vigilancia en China, el mecanismo del código de salud abarca a más personas y recopila una gama más amplia de información personal. El Estado también puede imponer un control más estricto ya que las personas ahora tienen que utilizar códigos de salud para ir a trabajar, subirse a un taxi, ver a un médico, ir de compras o realizar muchas otras actividades diarias.
  
Personas muestran sus códigos de salud antes de ingresar a un centro comercial emplazado en Xiangyang, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia central de Hubei (tomado de Internet).
   
Para los disidentes y las personas de fe, el control ampliado, sin duda, plantea amenazas más significativas.
  
El 3 de marzo, una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) procedente de la provincia oriental de Zhejiang, previamente arrestada a causa de su fe, fue detenida mientras solicitaba un código de salud. La mujer no tuvo más remedio que conseguir uno, ya que el Gobierno local amenazó con que solo las personas que obtuvieran un código verde en la aplicación podrían ingresar a las tiendas de comestibles y supermercados. Luego de que los oficiales de policía se enteraran por los registros de su anterior detención, inmediatamente le efectuaron un registro corporal, la fotografiaron y le tomaron una muestra de sangre. Los oficiales exigieron saber si seguía siendo miembro de la Iglesia y la llevaron a un hotel para someterla a una «cuarentena» forzada, alegando que se sospechaba que venía de Wuhan, el epicentro de la pandemia. La mujer fue interrogada y los agentes de policía la amenazaron con enviarla a la cárcel nuevamente e implicar a su familia si continuaba practicando su fe.
   
Tal y como se afirmó en un reciente artículo del New York Times, los «funcionarios chinos están extendiendo el concepto de código de salud más allá de la salud pública, una posible señal de hacía dónde podría conducir este experimento de control social digitalizado». Dado que las ciudades de toda China «ahora están probando diferentes formas de mantener a los residentes pegados a sus aplicaciones del virus», según el artículo, «esa información de fácil acceso podría dar lugar a la discriminación. Las aseguradoras podrían aumentar las tarifas para las personas con códigos rojos o amarillos y los empleadores podrían negarles empleos o promociones».

1 comentario:

  1. Cuarentena por coronavirus | «El daño ocasionado por el confinamiento será mucho mayor que cualquier daño del covid-19 que se haya evitado»: Michael Levitt, nobel de Química 2013.

    https://www.bbc.com/mundo/noticias-52998830

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)