EGUREN Y BERMÚDEZ, EXPULSADOS DEL SODALICIO

En resultado de las investigaciones hechas por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (deuterovaticana) al Sodalicio de Vida Cristiana, durante la cual el arzobispón de Malta Charles Jude Scicluna Falzon (secretario general adjunto del Dicasterio) y el monseñor español Jordi Bertomeu Farnós recopilaron testimonios y denuncias, el Vaticano ordenó la expulsión de dicho movimiento a su ex superior general Eduardo Antonio Regal Villa y al ya defenestrado arzobispón de Piura (Perú) José Antonio Eguren Anselmi.

El comunicado de la Conferencia Episcopal Peruana presenta además que fueron expulsados los presbíteros y ex superiores regionales Rafael Alberto Ísmodes Cascón y Erwin Augusto Scheuch Pool (hermano de Teodoro Martín, exsodalité y editor del sitio “Las líneas torcidas”) y los ex formadores Humberto Carlos del Castillo Drago, Óscar Adolfo Tokumura y Tokumura, y el presbítero Daniel Alfonso Cardó Soria. Asimismo, a otros miembros otrora destacados como Ricardo Adolfo Trenemann Young, Miguel Arturo Salazar Steiger, y el periodista y ex director de ACI Prensa Alejandro Bermúdez Rosell, ex-zampoñista y voz principal de la banda musical sodálite Takillakkta.

   

Todos ellos acompañan ahora al fundador del Sodalicio y acusado de abuso sexual, de conciencia y de poder Luis Fernando Figari Rodrigo, quien los antecedió el pasado 14 de Agosto saliendo (o mejor, SALIÉNDOLOS) de la organización por la puerta de atrás.

Las razones que aduce el decreto para su expulsión son las siguientes:

• «Abuso físico, incluso con sadismo y violencia»,
• «Abusos de conciencia, con métodos sectarios para quebrar la voluntad de los subordinados»,
• «Abuso espiritual con instrumentalización en el fuero externo de la información obtenida en el fuero interno no sacramental o dirección espiritual»,
• «Abusos relacionados con el el cargo y la autoridad, con episodios de hackeo de comunicaciones o acoso en el lugar de trabajo»,
• «Abusos en la administración de los bienes eclesiásticos» y
• «Abuso en el ejercicio del apostolado del periodismo» [= difamación].

Este último cargo le aplica a Bermúdez Rosell, quien en redes sociales y en los medios de su cadena ACI Prensa se manejaba como la versión peruana de “Paul Kersey” (el protagonista de la película “El vengador anónimo”, interpretado por Charles Bronson) insultando a cuantos no le secundaban su ideología neoconservadora (aunque más que ideología, conveniencia sin punto de vista). Tanto progres como tradicionalistas sufrieron durante años que él les dijese en prensa, radio, televisión y redes sociales “gay psicológico”, “cucaracha”, “niñitas”, “gusanos lefebvristas”, “ateíllos”, “alispruz”, “pigmeo ignoto y mezquino”, “imberbe”, “traidor”, “inmaduros”, “estúpidos”, y demás lindezas cuando se quedaba sin argumentos, amparado como estaba por la “Jerarquía”. Pero que esa misma “Jerarquía” que ayer tanto defendías y de la cual te hacías el altavoz y agente propagandista a cambio de dinero, ahora acusa a tu canal de estar contra ella y te botó como bolsa del Sodalicio, ¿A DÓNDE SE FUE TU POSE DE GUAPETÓN DE BARRIO, ALEJANDRO? ¡AHORA ANDATE A LAMENTAR AL MURO!

   

ACTUALIZACIÓN (26 de Septiembre): La Archidiócesis de Denver (Estados Unidos) se declaró consternada por la decisión del Vaticano, como quiera que tres de ellos (Daniel Alfonso Cardó Soria, Eduardo Antonio Regal Villa y Alejandro Bermúdez Rosell) residen y han servido en su territorio, emitiendo el siguiente comunicado:

25 de Septiembre de 2024 

   

Comunicado de la Archidiócesis de Denver sobre las expulsiones del Sodalítium Christiánæ Vitæ

   

La Archidiócesis de Denver está consternada y entristecida por la noticia de las expulsiones de miembros del Sodalítium Christiánæ Vitæ, basadas en alegaciones de décadas en Sudamérica. Si bien la Archidiócesis está trabajando activamente para entender el pleno alcance de la investigación vaticana, somos incapaces de comentar sobre los detalles. Esta noticia es inconsistente con nuestra prolongada experiencia de los hombres que han servido dentro de la Archidiócesis de Denver,

   

Entre los nombrados que viven aquí, el Padre Daniel Cardó ha servido noble y fielmente en Colorado durante 17 años. Durante este tiempo, el P. Cardó no ha enfrentado ninguna acción disciplinaria en su contra. Él es amado por sus feligreses y muy respetado en la comunidad. La otrora moribunda comunidad de la parroquia del Santo Nombre en Sheridan está ahora creciendo debido a su compromiso con el Señor y aquellos a quienes sirve. 

   

De una forma semejante, Eduardo Regal y Alejandro Bermúdez han servido fielmente y con distinción en la Archidiócesis de Denver, y los hallazgos contra ellos son profundamente decepcionantes por decir lo menos.