Traducción
de la Novena compuesta por fray Víctor Felicísimo Francisco Nabantino,
monje de la Real Cartuja de Santa María de Scala Cœli de Évora
(Portugal) en 1832. Los Gozos fueron compuestos por un devoto de San
Bruno en torno al año 1900.
ADVERTENCIA
Quien quiera hacer esta Novena, que comenzará el 27 de Septiembre, se preparará recibiendo antes (si le es posible hacerlo) los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, tanto en el día en que la comience, como en el día del Santo, que es el 6 de Octubre. Buscará también ocuparse en ejercicios de piedad en todos los días de la Novena. Después debe saberse que el Ilustrísimo y Reverendísimo Mons. Valentín Armellini, Obispo de Alatri, el 7 de Octubre de 1836, en ocasión de su visita a la Venerable Cartuja de Trisulti, se ha dignado conceder a cualquiera que recite devotamente esta Novena de San Bruno cuarenta días de Indulgencia por cada día que se recite, y en cualquier tiempo del año a gusto del devoto. El Ilustrísimo y Reverendísimo Monseñor Francisco María Cipriani, Obispo de Veroli, el 11 de Junio de 1837, también se dignó conceder cuarenta días de Indulgencia en la forma mencionada.
ADVERTENCIA
Quien quiera hacer esta Novena, que comenzará el 27 de Septiembre, se preparará recibiendo antes (si le es posible hacerlo) los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, tanto en el día en que la comience, como en el día del Santo, que es el 6 de Octubre. Buscará también ocuparse en ejercicios de piedad en todos los días de la Novena. Después debe saberse que el Ilustrísimo y Reverendísimo Mons. Valentín Armellini, Obispo de Alatri, el 7 de Octubre de 1836, en ocasión de su visita a la Venerable Cartuja de Trisulti, se ha dignado conceder a cualquiera que recite devotamente esta Novena de San Bruno cuarenta días de Indulgencia por cada día que se recite, y en cualquier tiempo del año a gusto del devoto. El Ilustrísimo y Reverendísimo Monseñor Francisco María Cipriani, Obispo de Veroli, el 11 de Junio de 1837, también se dignó conceder cuarenta días de Indulgencia en la forma mencionada.
NOVENA EN HONOR DEL SERAFÍN DE LA SOLEDAD SAN BRUNO, INSIGNE PATRIARCA DE LA ORDEN CARTUJA
Estando de rodillas, se hará la Señal de la Cruz y se dirá:
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y
ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Oh
Dios de infinita bondad, con todo mi corazón me arrepiento de todas las
ofensas que contra Vos he cometido, me arrepiento; Señor, porque Vos
sois tan bueno, tan santo, tan amable y digno de todo amor. Es muy
cierto, oh mi Dios, que mis culpas son tantas que me hacen indigno de
que Vos me miréis con ojos de misericordia; pero, oh misericordiosísimo
Padre, dignaos en perdonar a este pecador contrito, que de aquí en
adelante propone, ayudado con vuestra divina gracia, no ofenderos más, y
así espero hacerlo por los infinitos méritos de Jesucristo vuestro
amadísimo Hijo. Amén.
DÍA PRIMERO - 27 DE SEPTIEMBRE
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA DILIGENCIA
Consideremos
que la virtud de la Diligencia es tan excelente, porque sin ella
ninguna obra (en especial las buenas) puede ser agradable a Dios. El
glorioso San Bruno practicó siempre esta virtud en el curso de toda su
vida comenzando casi desde su infancia; tanto que siendo enviado por sus
nobilísimos padres a los estudios, realizaba con suma diligencia todas
sus obligaciones, y corría con pasos tan gigantescos en el cumplimiento
de sus deberes literarios, que dejaba tan atrás y perdía de vista a los
más excelentes de sus condiscípulos: es cierto que el Santo buscaba la
ciencia, pero no con otro fin que el de poder agradecerle mejor a Dios
el beneficio recibido de tan bella cualidad, ya que no ponía en la
ciencia solamente mundana su felicidad, como hacían los antiguos
filósofos, sino más bien en la ciencia de los Santos: por eso estudiando
el santo con tan recto fin, Dios le facilitaba el santo entendimiento, y
no le parecía por maravilla, de modo que en breve tiempo se convirtió
en el más sabio y docto maestro de su siglo.
FRUTO
De
esta consideración se realizará un propósito firme de cumplir con
diligencia todos nuestros deberes, dirigiendo siempre nuestra intención a
nuestro último fin, que es Dios, porque procediendo así tendremos el
socorro de Dios en todos nuestros afanes.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA PRIMERO
Oh
Bruno Santísimo, así como en este Mundo amaste tanto la virtud, y
odiaste el vicio, así intercede por nosotros ante la Santísima Trinidad,
también dígnate ayudarnos para alejarnos del vicio, y adquirir todas
aquellas virtudes que más nos son necesarias, a fin de que podamos
fielmente servirla aquí en la tierra, para poder gozar después de la
muerte en compañía en el Cielo. Te pido que por la intercesión de la
Virgen quieras obtenerme la gracia de… (Pídase la gracia que se desea recibir) Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri.
GOZOS EN HONOR A SAN BRUNO
Ardiendo en llamas de amor,
Sois serafín encendido.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Os vio Colonia nacer,
Y tras candorosa infancia
Ansioso voláis a Francia
Para en la ciencia ascender.
Con vuestra ciencia y virtud,
Conquistáis premio y loor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
En Reims fuisteis Canciller
De sus famosas escuelas,
Hermanando siempre en ellas
La humildad con el saber.
De sabios fuisteis maestro,
Y en toda virtud Doctor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
La infausta condenación
Del malhadado Raimundo
Os decide a huir del mundo,
Y encontráis la perfección.
Despreciáis cargos y honores,
Y está en Cristo vuestro amor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
De Bruno y sus compañeros
Tiene Hugo aviso cierto,
Viendo bajar al desierto
Siete brillantes luceros.
Siendo él todo para ellos,
Caudillo, Padre y Pastor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Vuestra continua oración,
Ayuno y gran penitencia
Os dan de Dios tal presencia,
Tan alta contemplación,
Que el yermo pobláis de gentes
Y embalsama vuestro amor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
La plegaria es tan ferviente,
Que conmueve al mismo Cielo,
Y en su virtud brota el suelo
Clara y milagrosa fuente.
Así dais a vuestros hijos
Prendas de infinito amor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Invicto atleta de Cristo,
Gran lumbrera de su Iglesia,
De toda virtud y ciencia
Vuestro celo es conocido,
Luz y fuerza del Papado
Y del sacerdocio honor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
De muerte alevosa y fiera
Libras al Conde Roger
¿Qué tiene ya que temer
Quien confiado en ti espera?
Quien se acoja a tal Patrono
Deseche todo temor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Tu sepulcro milagroso
Es probática piscina,
De todo mal medicina,
Al que acude fervoroso.
Siempre te encuentra benigno
Del desvalido el clamor.
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Pues con Jesús vencedor
Me esperáis en vuestro Empíreo,
Dad, Bruno, de Dios querido,
Al que os invoca favor.
Antífona:
Este Santo, que pasó por la gloria de los Ángeles, con razón revive en
la memoria de los hombres, porque viviendo en cuerpo en el peregrinaje
de este mundo tenía siempre el pensamiento y deseo en la Patria celeste.
℣. Exaltaste sobre la tierra su habitación.
℟. Para investigar la sabiduría en su oración.
ORACIÓN
Oh
Dios, del cual separarse es morir, y caminar con Vos es vivir, Vos,
Señor, que sublimásteis con el don de la altísima contemplación al
Beatísimo San Bruno, os suplicamos que nos concedáis el espíritu de la
gracia salvífica, por medio del cual conformándonos con él por su
ejemplo, nos fortifiquemos con sus méritos, y nos auxilie con su
intercesión, para que así como la vocación lo llevó a la corona, por su
devoción nos conduzca al perdón de nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu
Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 28 DE SEPTIEMBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA
Consideremos
que la Prudencia es una de las más buenas virtudes, porque el fin de
ella es regular todas las demás, y con ella debemos aprovecharnos de
todo esto, que para nosotros sea destinado, o encontrado, como hizo el
glorioso san Bruno en el acontecimiento siguiente: Entre los doctores de
la Universidad de París, había uno muy célebre no solo en razón de su
gran ciencia, sino sobre todo por vivir con tan gran premura la
modestia, que a los ojos de todos los ciudadanos de París parecía un
hombre de mucha virtud. Murió este renombrado Doctor, de nombre Raimundo
Diocres, recibiendo antes los Sacramentos de la Iglesia Católica, y
cuando por su alma se hacían los funerales y se cantaba el oficio,
estando el cuerpo presente, en medio de este acto tan solemne alzó el
difunto la cabeza, y con voz muy espantosa profirió la sentencia de su
condenación eterna con estas palabras: «Por justo juicio de Dios estoy
condenado». Encontrándose el Santo presente a este horrible suceso, se
fue a su casa, y como prudente aprendió a costa ajena, conociendo que
para evitar consecuencia tan funesta, se hacía necesario elegir
principios más sólidos.
FRUTO
Por
esta consideración tomar un propósito de hacer todas nuestras obras con
tan recta intención, que no solamente seamos buenos a los ojos de los
hombres, sino también (y esto es mejor) a los ojos de Dios: y jamás
debemos olvidarnos de nuestro Juicio final, como dice el Espíritu Santo:
«recuerda siempre tus postrimerías, y jamás pecarás».
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA SEGUNDO
¡Oh gran protector mío San Bruno! A vuestros pies he recordado la gran lección que con vuestro ejemplo me dais. Sin embargo, con frecuencia olvido que mi vida me es dada para adquirir méritos para el Paraíso. Os ruego, prudentísimo Santo, que con la gracia que hoy os pido (se dice la gracia que se desea), me obtengáis la más preciosa de todas, esto es, morir antes que ofender gravemente a Dios. Sí, deseo con todo corazón que me obtengáis de la Virgen Santísima la gracia pedida en esta Novena, si conviene para el bien de mi alma; sobre todo pido vuestra intercesión para asegurar mi salvación eterna. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
¡Oh gran protector mío San Bruno! A vuestros pies he recordado la gran lección que con vuestro ejemplo me dais. Sin embargo, con frecuencia olvido que mi vida me es dada para adquirir méritos para el Paraíso. Os ruego, prudentísimo Santo, que con la gracia que hoy os pido (se dice la gracia que se desea), me obtengáis la más preciosa de todas, esto es, morir antes que ofender gravemente a Dios. Sí, deseo con todo corazón que me obtengáis de la Virgen Santísima la gracia pedida en esta Novena, si conviene para el bien de mi alma; sobre todo pido vuestra intercesión para asegurar mi salvación eterna. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA TERCERO - 29 DE SEPTIEMBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA LIBERALIDAD
Consideremos
que la virtud de la Liberalidad es muy amada de Dios, el cual es tan
liberal que hace nacer el sol sobre buenos y malos: el mismo Dios nos
aconseja dar, porque luego nos será dado. Fue San Bruno talmente
liberal, que después de haber visto y entendido el espantable suceso del
desgraciado doctor parisino, dio tan generosamente a los pobres todas
sus copiosas riquezas, que ellos quedaron bien socorridos, y él quedó
solamente con sus vestidos que llevaba encima, y después se retiró a un
desierto con otros seis compañeros para hacer allí santa penitencia.
FRUTO
Por
esta consideración tomemos el firme propósito de ser generosos, dando
(en cuanto sea posible) muchas limosnas y socorro a nuestro prójimo, en
la mejor manera que nos permita nuestro estado.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA TERCERO
¡Oh
glorioso protector mío San Bruno! Junto con la gracia que os pido en
esta novena (se dice al Santo la gracia que se desea recibir), obtenedme tal
pureza de intención en todas mis obras, para solo desear que Dios sea
glorificado en ellas, y que los intereses de su gloria sean antepuestos a
cualquier otro interés, a fin de que en mi familia, en mi corazón y en
el mundo entero, reine la paz fruto de la glorificación divina. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA CUARTO - 30 DE SEPTIEMBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA ESPERANZA
Consideremos
que el glorioso San Bruno practicó en grado eminente la virtud de la
Esperanza; porque esperaba tan firmemente en la otra vida una felicidad
preparada para todos aquellos que mueren en gracia de Dios, que por ello
se determinó ir a servirle en el desierto. El mismo Dios le manifestó
que le agradaba tanto aquella santa resolución de Bruno; de hecho,
estando él con sus compañeros próximos a llegar a la ciudad de Grenoble,
donde tuvo San Hugo, Obispo de esa ciudad, un admirable sueño, en el
cual veía la Divina Majestad, rodeada de innumerables Ángeles, que se
fabricaba por mano de los mismos Ángeles un bello templo sobre un monte
de su Diócesis, llamado Cartuja, y veía también de nuevo siete
brillantísimas estrellas, que le conducían hasta llegar al lugar, donde
estaba la Divina Majestad. Ya de día, se presentaron los siete
peregrinos al palacio del santo obispo Hugo, el cual por inspiración
divina vio su misterioso sueño verificado en aquellos siete compañeros; y
por ello les dio el mencionado monte, denominado Cartuja.
FRUTO
De
esta consideración se formará un santo propósito de esperar nuestra
salvación, pero realizando diariamente obras dignas de bienaventuranza.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA CUARTO
¡Oh
San Bruno, protector mío! Damos gracias a Dios por habernos dado en vos
un gran ejemplo de Fe. Haced, oh Bruno glorioso, que crezca en nosotros
la Fe, y obtenednos de la Virgen Santísima, con la gracia que os
pedimos en esta novena (se dice la gracia deseada),
el don precioso de no renegarla con nuestro modo de vivir, aún si por
esto debamos sufrir el desprecio del mundo y de los cristianos que dicen
llamarse tales, mas con sus hechos manifiestan haber renegado de ella.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA QUINTO - 1 DE OCTUBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA CARIDAD
Consideremos
que la Caridad es la más buena y más grande entre las virtudes; el
Glorioso San Bruno en toda su vida amó siempre tan soberana virtud, y en
razón de ella dejaba sus propias comodidades: aunque él y sus
compañeros moraban en su dilecto desierto de la Cartuja, recibió una
carta del Sumo Pontífice Romano, el cual les ordenó ir a Roma apenas
recibiese la carta, porque así lo necesitaba el bien de la Iglesia
Católica. Después de que nuestro Santo leyó la pontificia letra, no le
concedió dilación a su inflamada caridad, y presto dejó su amada
solitud, dirigiéndose a Roma, aún con gran fatiga suya; anteponiendo en
esta guisa el bien común de todo el Cristianismo a sus propios y
particulares deberes.
FRUTO
De
esta consideración se formará un propósito eficaz de ser tan
caritativos, haciendo bien a todos, y dejando nuestras propias
comodidades cuando así lo exija la necesidad del prójimo, y de este modo
imitaremos a nuestro Señor Jesucristo, el cual padeció tanto por
nuestro bien.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA QUINTO
Oh
mi gran Protector, Glorioso San Bruno, admiro en Vos el Modelo de los
hijos amantes de la Santa Iglesia. Agradezco a la Trinidad Beatísima por
habernos dado en Vos un constante defensor de su Esposa. Os ruego me
obtengáis de la Virgen Santa, con la gracia que os pido (se dice la gracia deseada),
un amor ardiente al Magisterio legítimo de la Iglesia, especialmente en
estos tiempos en que hombres perversos, que se dicen amantes del pueblo
y son verdaderos asesinos de las almas, renuevan la Pasión de Cristo,
crucificándole en la persona de la Santa Iglesia. Haced que yo viva y
muera en fidelidad a la Fe y el amor a la Santa Iglesia.Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SEXTO - 2 DE OCTUBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD
Consideremos
cuán preciosa es a los ojos de Dios la virtud de la humildad, porque el
mismo Señor dice que si nos humillamos, seremos ensalzados. Esto
precisamente practicó el glorioso San Bruno en todo el curso de su vida,
no queriendo nunca recibir dignidades ni cargos honorables por el hecho
de estar presente en seis Concilios celebrados en diferentes lugares en
los cuales nada se hacía sin tomar su parecer; y queriendo por ello el
Papa remunerarle sus muchos y grandísimos servicios prestados en pro de
la Iglesia, le eligió Arzobispo de la ciudad de Reggio, Metrópoli de
toda la Calabria: el Santo en cambio rechazó tal dignidad con desprecio
muy constante, civil y católico, que el Sumo Jerarca tan edificado vino a
ver la gran santidad y constancia con que él despreciaba las cosas que
el Mundo ama tanto.
FRUTO
De
esta consideración formaremos un santo propósito de no poner nuestro
afecto en los honores, posesiones y dignidades, sino tenerlos en santo
desprecio, como cosas que no son más que un poco de polvo que al soplo
de la Muerte desaparecen.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA SEXTO
¡Oh
mi Protector, Glorioso San Bruno! Siento viva confusión al verme tan
disímil a Vos: una pequeña contrariedad me abate, me desalienta, e
incluso, a veces me hace lamentarme de la Providencia amabilísima de
Dios. Vos que con tanta fortaleza abrazaste, por amor a Jesús y a la
Virgen, las gravísimas tribulaciones, obtenedme de la Virgen, con la
gracia que os pido en esta novena (se dice la gracia deseada),
la virtud de la Fortaleza espiritual, para repetir en mis dolores y
aflicciones, con Jesús Bendito: «Si es posible, líbrame, Señor, de esta
tribulación; mas hágase tu voluntad, no la mía». Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO - 3 DE OCTUBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
Consideremos que la Abstinencia es una virtud tan excelente, porque todos los males que han venido al mundo fueron causados por el pecado que Eva cometió contra esta virtud, comiendo del fruto que Dios prohibió. El Glorioso San Bruno practicó siempre esta virtud talmente, que casi desde el tiempo en que se retiró al desierto, todo su alimento era en su calidad muy ordinario, y en cantidad tan poco, y desde entonces jamás comió grasa, como han practicado (por mucho más de setecientos años) sus hijos los Monjes Cartujos, ayunando siete meses seguidos durante el año, y absteniéndose de comer carne en todo el curso de su vida, tanto los sanos como los enfermos, sea cual sea su enfermedad. Por tanto, como el árbol es reconocido por su fruto, se sigue que siendo (como fue escrita) la abstinencia de los hijos, ¡cuál será la de su institutor y Patriarca!
FRUTO
Por esta consideración formaremos el propósito de abstenernos de todo lo que no nos será lícito, no deseando el comer, sino como medio necesario para conservar la vida y poder servir a Dios.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA SÉPTIMO
¡Oh mi Protector glorioso San Bruno! Agradezco la Providencia que en vos ha dado al mundo un gran modelo de alma de oración: un grande intercesor en medio de vuestros hijos, para implorar lluvia de gracias a toda la humanidad. Obtenedme, ¡oh mi amado santo!, de la Virgen, con la gracia que deseo en esta novena (se dice la gracia deseada) el gran don de la Oración. Quien ora se salva, y quien no ora se condena: yo deseo sobre todos los bienes mi eterna salvación. Haced, oh mi Santo Protector, que siga constantemente vuestro ejemplo viviendo santamente y así mi vida será, como la vuestra, vida de continua oración. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO - 4 DE OCTUBRE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA CASTIDAD
Consideremos
que la Castidad es una virtud de las más agradables a los ojos de Dios;
el cual hizo elección de una Castísima Virgen para ser su Madre. El
Glorioso San Bruno amó tanto todas las virtudes, especialmente sin
embargo la Castidad; y para mejor poder conservarla, castigaba
rigurosamente su cuerpo, durmiendo sobre la tierra desnuda, tomando muy a
menudo sangrientas disciplinas, y separándose siempre jamás de toda
familiaridad de mujeres; y por eso no consentía que ellas entrasen en
las iglesias de sus Monasterios, lo que hasta ahora se observa entre sus
Religiosos: ya que santo era David, sabio era Salomón, y fuerte era
Sansón; y no obstante ello, todos estos por ocasión de las mujeres
ofendieron a Dios.
FRUTO
Por esta consideración se formará un propósito de ser muy casto, extinguiendo el fuego de la concupiscencia con el agua de las discretas penitencias, y huyendo en cuanto sea posible la familiaridad con personas del sexo opuesto.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA OCTAVO
Oh mi Protector Glorioso san Bruno! Por el amor ternísimo y filial que siempre profesaste a la Virgen, obtenedme de tan buena Madre, con la gracia que pido en esta novena (se dice la gracia deseada), la verdadera devoción que vos tuviste a esta Reina de los corazones. Haced, amable santo, que olvidándome de mi mismo antes que olvidarme de obsequiarla todos los días, y en modo particular, que merezca su dulcísima presencia en el momento supremo para ser por Ella acompañado al Tribunal de su Hijo divino y así salir a la Gloria para bendecirla eternamente con Vos. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
FRUTO
Por esta consideración se formará un propósito de ser muy casto, extinguiendo el fuego de la concupiscencia con el agua de las discretas penitencias, y huyendo en cuanto sea posible la familiaridad con personas del sexo opuesto.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA OCTAVO
Oh mi Protector Glorioso san Bruno! Por el amor ternísimo y filial que siempre profesaste a la Virgen, obtenedme de tan buena Madre, con la gracia que pido en esta novena (se dice la gracia deseada), la verdadera devoción que vos tuviste a esta Reina de los corazones. Haced, amable santo, que olvidándome de mi mismo antes que olvidarme de obsequiarla todos los días, y en modo particular, que merezca su dulcísima presencia en el momento supremo para ser por Ella acompañado al Tribunal de su Hijo divino y así salir a la Gloria para bendecirla eternamente con Vos. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA NOVENO - 5 DE OCTUBRE
CONSIDERACIÓN: DE LA VIRTUD DE LA FE
Por la Señal...
℣. Oh Dios, ven en mi ayuda.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
℟. Apresúrate, oh Señor, a socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, y ahora, y siempre, y en todos los siglos de los siglos. Amén.
Acto de contrición.
Consideremos
que la Fe es una de las principales virtudes, y tanto la estima Dios,
que ordinariamente no hace milagro alguno sin que haya una viva Fe, o en
la persona, por medio de la cual lo hace, o en la persona, a quien lo
hace: nuestro Divino Salvador dice a sus Discípulos que si ellos
tuvieran Fe, ordenando a algún monte de arrojarse al mar, el monte los
obedecería. Sabía el Glorioso San Bruno que la Fe sin las obras es
muerta, y por eso unió a su grande y viva Fe la práctica de las buenas
obras: ya que por estas se conoce aquella, porque si él no creía
firmemente que Dios habría de remunerarle todas sus fatigas de esta vida
con la eterna Gloria de la otra, no habría dejado las muchas copiosas
riquezas que poseía, y la dignidad que ya tenía, y podía adquirir en el
futuro por medio de su mucha ciencia, de sus sólidas virtudes, y por la
nobleza de su sangre. Su Fe, sin embargo, lo movió a dejarlo todo y
retirarse a la soledad, para allí servir a Dios con todo su corazón.
Finalmente, para mayor prueba de su Fe, acabó sus días haciendo una
santa y explícita Protesta de Fe.
FRUTO
Por esta consideración formaremos un eficaz propósito de reanimar cada día nuestra Fe, haciendo a menudo Actos de Fe; debemos sin embargo acompañarla con las buenas obras, ya que solamente así, obtendremos la sempiterna Gloria.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA NOVENO
¡Oh Glorioso San Bruno! Nosotros nos regocijamos por la gloria que os circunda; agradecemos a la Trinidad Beatísima por el trono resplandeciente que en el Cielo os ha preparado. Ahora vos bendecís las penitencias, los sacrificios, el desprendimiento de todas las cosas que en la tierra practicaste, puesto que os han merecido corona fulgente de eterna alegría. Desde el trono de gloria en el que estáis, volved vuestro rostro mirando intercesor a nosotros vuestros devotos, rogad por nosotros, haced santa violencia al Corazón Inmaculado de la Virgen, que tanto amaste, para que nos consuele y ayude en todos los instantes de nuestra vida; obtenednos en particular la gracia que tanto queremos y que os pedimos en esta novena (se dice la gracia deseada). Vuestro corazón compasivo, oh amado San Bruno, no os consentirá dejar infructuosas nuestras oraciones. Sí, sí, nosotros esperamos que aún una vez recordáis el gran poder de intercesión que tenéis en el Cielo, obtenednos esta gracia. Estamos seguros de que no serán vanas nuestras oraciones y nos comprometemos a retornar a vuestros pies para agradeceros con el corazón lleno de reconocimiento. Rogad, oh santo de la bondad, a fin de que imitando en la tierra vuestras virtudes y ejemplos de humildad, modestia, u sobre todo de fidelidad en la observancia de los divinos Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia, podamos con vos brillar un día en el Cielo para alabar y agradecer eternamente con la Virgen, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
FRUTO
Por esta consideración formaremos un eficaz propósito de reanimar cada día nuestra Fe, haciendo a menudo Actos de Fe; debemos sin embargo acompañarla con las buenas obras, ya que solamente así, obtendremos la sempiterna Gloria.
ORACIÓN A SAN BRUNO PARA EL DÍA NOVENO
¡Oh Glorioso San Bruno! Nosotros nos regocijamos por la gloria que os circunda; agradecemos a la Trinidad Beatísima por el trono resplandeciente que en el Cielo os ha preparado. Ahora vos bendecís las penitencias, los sacrificios, el desprendimiento de todas las cosas que en la tierra practicaste, puesto que os han merecido corona fulgente de eterna alegría. Desde el trono de gloria en el que estáis, volved vuestro rostro mirando intercesor a nosotros vuestros devotos, rogad por nosotros, haced santa violencia al Corazón Inmaculado de la Virgen, que tanto amaste, para que nos consuele y ayude en todos los instantes de nuestra vida; obtenednos en particular la gracia que tanto queremos y que os pedimos en esta novena (se dice la gracia deseada). Vuestro corazón compasivo, oh amado San Bruno, no os consentirá dejar infructuosas nuestras oraciones. Sí, sí, nosotros esperamos que aún una vez recordáis el gran poder de intercesión que tenéis en el Cielo, obtenednos esta gracia. Estamos seguros de que no serán vanas nuestras oraciones y nos comprometemos a retornar a vuestros pies para agradeceros con el corazón lleno de reconocimiento. Rogad, oh santo de la bondad, a fin de que imitando en la tierra vuestras virtudes y ejemplos de humildad, modestia, u sobre todo de fidelidad en la observancia de los divinos Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia, podamos con vos brillar un día en el Cielo para alabar y agradecer eternamente con la Virgen, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria Patri. Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
Muchísimas gracias queridos hermanos.
ResponderEliminar