Novena
publicada en Barcelona en el año 1850 por la imprenta de Vicente Torras
y José Corominas. El Ilmo. San Antonio Claret, Arzobispo de Santiago de
Cuba, concede 80 días de Indulgencia a quien hiciere esta Novena, y
otros 80 a los que rezaren con la debida devoción el día 21 dedicado al
mismo santo Patriarca. El Ilmo. D. Jaime Soler, Obispo de Teruel,
concede 40 días de Indulgencia.
Advertencias para hacer la novena.
Para
que se haga con fruto esta Novena, será bien en ella confesar y
comulgar, para que purificada el alma de las culpas, sean todas las
obras hechas en gracia, meritorias de vida eterna, y más eficaces para
conseguir el beneficio que se pide.
Todos
los días se ejercitarán, del mejor modo que pudieren, en practicar
alguna virtud de los santos a quienes se consagre el día; y asimismo, en
el decurso de dicha Novena procurarán ejercitarse en algunas obras de
misericordia.
Para
hacer esta novena, será muy del caso tener una imagen del Santo delante
de los ojos, para con su vista excitar más el espíritu a la devoción.
Si se pudiere hacer en la iglesia, será mejor; y si no, se podrá hacer
en casa, haciéndola toda la familia en comunidad: pues son muy del
agrado de Dios las oraciones que se hacen de común.
La
intercesión que han de poner para alcanzar de Dios lo que se pide por
medio del señor San Benito, ha de ser la pasión de Cristo y la pureza de
María santísima, con la intercesión de todos los coros de los santos.
Quien
quisiere ejercitarte en otras obras de devoción y mortificación en el
decurso de esta Novena, podrá consultar con su padre espiritual, que
siendo como debe ser, sabrá ordenarle lo que más le convendrá para el
mayor adelantamiento de su espíritu.
NOVENA EN HONOR AL LUCERO DE ROMA, GRANDE SOL DE OCCIDENTE Y PATRIARCA SAN BENITO, ABAD DE MONTE CASINO
Puesto
de rodillas delante de una Imagen del Santo, levantarás tu corazón a
Dios y con profunda reverencia y humildad le ofrecerás tus pensamientos,
palabras, obras y oraciones a su mayor honra y gloria, honra de la
Virgen Madre, y reverencia de San Benito; lo cual hecho, harás la señal
de la Cruz, y dirás el acto de contrición.
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor
mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío,
por ser Vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas
las cosas, me pesa en el alma de haberos ofendido, y de haber
correspondido con tanta ingratitud a vuestros beneficios; y así propongo
firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos, ayudado de vuestra divina gracia. Amén.
A
continuación rezarás cinco Padre nuestros y cinco Ave Marías, con
otros tantos Gloria Patri, en reverencia de las cinco llagas de Jesús, y
de las cinco gracias que el Cielo le concedió a San Benito:
- Tu Orden durará hasta el fin del mundo.
- Entonces estará firme por la Iglesia romana y confortará a muchos en la fe.
- Ninguno en tu Orden morirá, sino en estado de gracia: y si viviere mal, y no se enmendare, o será confundido y arrojado, o él se saldrá de la Orden.
- A cualquiera que persiga tu religión, se le abreviará la vida o morirá desgraciadamente, si no se enmienda.
- Todos los que amaren tu religión, tendrán buena muerte.
ORACIÓN INICIAL (adaptada de la oración compuesta por San Plácido, discípulo de San Benito).
Señor
Jesucristo, que a mi maestro San Benito diste poder de alcanzar con tu
Majestad lo que él quisiese: suplícote que por su santa intercesión
merezca yo conseguir mi salvación, y lo que pido y deseo en esta Novena,
si me conviene, y juntamente el que todos alaben tu santo Nombre. Amén.
DÍA PRIMERO – 12 DE MARZO
A LOS SANTOS PATRIARCAS
ORACIÓN: Omnipotente Dios y Señor de los Patriarcas, en quienes resplandeció la exaltación de vuestro santo Nombre, en la viva fe y rendida obediencia que practicaron, como se vio en Abrahán, Isaac y Jacob: ofrézcoos los merecimientos de estos santos y los de vuestro siervo San Benito, que siendo abad y prelado, redujo a la fe y camino de la verdad a muchas almas y las sujetó a la obediencia de la Iglesia: ruégoos, Señor, me concedáis una perfecta y pronta obediencia a vuestra Voluntad santísima y a todos mis superiores; una viva fe para creer las verdades divinas, y el conseguir la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria vuestra. Amén.
ORACIÓN: Omnipotente Dios y Señor de los Patriarcas, en quienes resplandeció la exaltación de vuestro santo Nombre, en la viva fe y rendida obediencia que practicaron, como se vio en Abrahán, Isaac y Jacob: ofrézcoos los merecimientos de estos santos y los de vuestro siervo San Benito, que siendo abad y prelado, redujo a la fe y camino de la verdad a muchas almas y las sujetó a la obediencia de la Iglesia: ruégoos, Señor, me concedáis una perfecta y pronta obediencia a vuestra Voluntad santísima y a todos mis superiores; una viva fe para creer las verdades divinas, y el conseguir la gracia que os pido en esta Novena, a mayor gloria vuestra. Amén.
Después
de esta oración dirán tres Padre nuestros, tres Ave Marías, y un Gloria
Patri, en reverencia del singular favor que le hizo Dios a San Benito,
de que muriese orando. Y para que se vea cuán del gusto del Santo es
esta devoción, no puedo dejar de decir lo que dice Santa Gertrudis en el
libro 4 de sus revelaciones, cap. 11, y es, que se le apareció San
Benito en el día de su felicísimo tránsito, vestido de rosas y flores, y
le dijo estas palabras: «Cualquiera, que acordándose de mí, y de mi
dichoso tránsito, me diere el parabién de los favores que la Majestad de
Dios me hizo en que expirase orando, y de la singular gloria que por
eso gozo en el Cielo, le asistiré como fiel singular patrón en la hora
de su muerte, y me pondré como escudo fuerte y torre de defensa, al lado
donde viere que el infernal enemigo asesta más sus tiros, y le llevaré
conmigo a gozar los bienes eternos».
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Glorioso
Padre y Patriarca San Benito, pues fuiste tan amado de Dios y de los
hombres, siendo el más verdadero imitador de mi Señor Jesucristo, y el
más fino devoto de su santísima Madre María: suplícoos, amantísimo padre
mío, por aquel gran favor y misericordia que os concedió el Cielo,
disponiendo que murieseis en pie y orando, me alcancéis el perdón de mis
culpas, y verdadero arrepentimiento de todas ellas; aborrecimiento a
los vicios, amor a las virtudes, con una firme perseverancia en ellas,
que me defendáis del demonio y que no atienda a sus engaños; y asimismo
os suplico, protector mío amantísimo, me alcancéis de la bondad infinita
de mi Dios un ardentísimo amor suyo; para que olvidando las cosas de
este mundo, persevere siempre en su amistad y gracia, y consiga de su
misericordia una santa y dichosa muerte, y lo que pido en esta Novena,
si ha de ser para mayor gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén.
Dicha
esta oración, harán una breve pausa, y en ella levantarán su corazón a
Dios, y con aquellos afectos que le diere a cada uno su devoción, le
pedirá por los méritos de San Benito, lo que desea alcanzar en la
novena.
ORACIÓN A SAN BENITO ABAD PARA TODOS LOS DÍAS (Compuesta por el Papa Esteban III)
Dios
te salve, discípulo de Cristo. Dios te salve, predicador de la verdad y
doctor de las gentes. Dios te salve, predicador universal. Dios te
salve, abad de abades. Dios te salve, pastor y mayoral del rebaño de la
Iglesia. Dios te salve, columna de la fe. Tuyo soy yo, tuya es la
iglesia lateranense, donde te criaste, y tuyo es finalmente el
monasterio de Casino, donde habitas con tu corazón y las reliquias de tu
cuerpo. No permitas que yo sea excluido de tu patrocinio: ampara la
Sede apostólica: defiende de sus enemigos visibles e invisibles a esta
monarquía de España y a todos tus devotos, que a tus pies están
postrados con el alma y con el cuerpo, y pide por todos a Dios, para que
nos gocemos de tu protección en esta vida y en la otra. Amén.
GOZOS EN HONOR A SAN BENITO
Pues ejemplar y dechado
De santos os hizo el Cielo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
De nobles padres nacisteis
En Nursia claro farol,
Luego os mostrasteis sol,
Con los rayos que esparcisteis,
Quedó Satán aterrado
Con tanta luz en el suelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Del mundo el vano esplendor,
Con sus dorados engaños,
Ya en vuestros primeros años,
Dejasteis con grande fervor,
El yermo más retirado
Fue solo el mayor consuelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Allí en un sacro instituto
De enseñanza misteriosa,
La perfección religiosa
Enseñabais con gran fruto,
En todo el orbe alabado,
Fue un tan encendido celo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Los delicados primores
De vuestra virtud tuvieron
Contrarios que los quisieron
Manchar con tristes rencores;
Mas el veneno brindado,
Cedió a vuestro desvelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Mostráronse allí rendidas,
A vuestro imperio las fieras,
Obedeciendo ligeras,
Con peligro de sus vidas,
Un pan que fue emponzoñado
Tomó un cuervo sin recelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
De los milagros que obrasteis
Hablan aun los elementos,
Pues que de raros portentos,
Confiesan vos los llenasteis:
Testigo bien abonado,
Es de tal poder el Cielo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Las religiones tomaron
De vuestra regla la norma,
Y una perfecta reforma
En su instituto llevaron,
Del más religioso estado
Os puso Dios por modelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
A vuestra vida admirable
Y de méritos muy llena,
En premio el Cielo ordena,
Una gloria incomparable,
De luces muy esmaltado,
Dirigiste a Dios el vuelo:
Benito, por nuestro consuelo,
Sed protector y abogado.
Sed protector y abogado.
Antífona
(a Jesús crucificado): Se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la
muerte, y muerte de Cruz: Por eso Dios lo exaltó, y le dio el nombre que
es sobre todo nombre.
℣. Adorámoste, oh Cristo, y bendecímoste.
℟. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
ORACIÓN
Dígnate,
Señor, mirar por esta tu familia, por la cual nuestro Señor Jesucristo
no vaciló ser entregado en manos de los malvados y sufrir el suplicio de
la Cruz.
Antífona (a Santa María): Porque el Señor miró a su humilde esclava, he aquí que todas las generaciones me dirán Bienaventurada.
℣. Hazme digno de alabarte, oh Virgen Sacrosanta.
℟. Dame virtud contra tus enemigos.
ORACIÓN
Concédenos,
oh Dios misericordioso, el auxilio a nuestra fragilidad, para que,
quienes conmemoramos a la Santa Madre de Dios, por el auxilio de su
intercesión, resurjamos de nuestras iniquidades.
Antífona
(a San Benito Abad, del Rito Monástico): Hoy San Benito ascendió al
Cielo a la vista de sus discípulos por el camino recto del Oriente: hoy
expiró con las manos levantadas, entre palabras de oraciones: hoy fue
recibido por los Ángeles en la Gloria.
℣. El Señor conduce al justo por vías rectas.
℟. Y le muestra el reino de Dios.
ORACIÓN
Omnipotente
y sempiterno Dios, que en el día de hoy liberaste a tu bienaventurado
Confesor San Benito de la prisión de la carne y lo elevaste al Cielo:
concédenos, te suplicamos, a tus siervos que celebran esta fiesta, la
remisión de todos sus pecados, para que quienes, con ánimo exultante se
congratulan de su gloria, puedan por su intercesión ante Ti participar
de sus méritos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 13 DE MARZO
A LOS SANTOS PROFETAS
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Soberano Dios y Señor de los profetas, en quienes resplandeció el celo
de vuestra honra; como se vio en Moisés, Elías y Eliseo, amados profetas
de vuestro pueblo: ofrézcoos los merecimientos de estos santos y los
del señor San Benito, a quien diste tan ardiente celo de vuestra honra,
que con él redujo a pavesas los ídolos de Casino, desterrando de toda
aquella tierra sus simulacros y falsas adoraciones, procurando solo el
culto y adoración de vuestra Divina Majestad en todos sus habitadores: y
asimismo le diste en él, eficacia particular, para echar los demonios
de los cuerpos de los hombres: suplícoos humildemente me concedáis
gracia, para perseverar siempre en vuestra adoración y culto, para
vencer todas las tentaciones del infernal enemigo, y finalmente la
gracia que os pido en esta novena para mayor gloria vuestra, si me
conviene. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA TERCERO – 14 DE MARZO
A LOS SANTOS APÓSTOLES
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Señor y Dios de los Apóstoles, en quienes resplandeció lo más heroico
de la pobreza: como se vio en San Pedro, San Andrés y Santiago, que por
seguir a vuestra Majestad, hasta las redes dejaron: ofrézcoos los
méritos de estos santos, y los de vuestro siervo, y mi patrón San
Benito, a quien diste tan grande amor a la pobreza, que por vuestro amor
dejó nobleza y patrimonio rico, ofreciéndose a seguir los consejos del
Evangelio; negándose a sí, y a todas las cosas del mundo, para que Vos
solo entraseis a poseer su corazón: ruégoos, Señor mío, me alcancéis un
verdadero desprecio del mundo y sus encantos, que os siga por el camino
de la perfección, y que consiga, si es honra y gloria vuestra, la
petición que os hago en esta novena. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA CUARTO – 15 DE MARZO
A LOS SANTOS MÁRTIRES
Por la señal...
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Enamorado Dios y Señor de los Mártires, en quienes resplandeció lo más
fino del amor, y la más constante fortaleza; como se vio en San Esteban,
San Lorenzo y San Vicente, invictos mártires vuestros; ofrézcoos los
merecimientos de estos santos, y los de vuestro más enamorado Benito,
que como mártir soberano se enardecía en vuestro amor, padeciendo
trabajos y venciendo innumerables dificultades, para reducir al
verdadero conocimiento a muchos idólatras pecadores: suplícoos de todo
corazón, me concedáis un ardentísimo amor vuestro, con que perpetuamente
os sirva y agrade, y consiga el favor que pido en esta Novena, a mayor
honra de vuestra divina Majestad. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DIA QUINTO – 16 DE MARZO
A LOS SANTOS PONTÍFICES
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Dios y Señor de los Pontífices, en quienes se vio y resplandeció lo más
admirable de la prudencia; como se vio con singularidad en los seis
Gregorios santos, hijos de San Benito y pontífices supremos: ofrézcoos
los merecimientos de estos santos, y los de vuestro siervo y amabilísimo
padre mío San Benito, a quien diste tanta prudencia en el gobierno de
sus monasterios y súbditos, que instruyendo a unos, enseñando a otros;
mandando a unos, y tolerando a otros, los redujo a todos al suave yugo
de la obediencia y perfección monástica: ruégoos, Señor, me concedáis,
por la prudencia y virtudes de tan gran prelado, gracia para gobernar
mis acciones en vuestro santo servicio, para observar los mandamientos,
dar buen ejemplo a todos; y si conviene lo que pido en esta Novena para
salvación de mi alma. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA SEXTO – 17 DE MARZO
A LOS SANTOS DOCTORES
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Dios y Señor de los Doctores, en quienes resplandeció la más preciosa
sabiduría; como se vio en San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio:
ofrézcoos los merecimientos de estos santos, y los de vuestro siervo y
amantísimo padre mío San Benito, en quien pusiste tanta sabiduría, que
por ella mereció ser aclamado por doctor de las gentes, y predicador
universal, y le revelaste altísimos secretos para enseñar vuestra santa
ley a tantos hijos y pueblos, con su santa regla y predicación
evangélica: suplícoos, Señor, me concedáis gracia, para que yo sepa
temeros y agradaros, que es la verdadera sabiduría, y que venciendo mis
pasiones y tentaciones os sirva siempre, y que logre, si conviene, el
favor que os pido en esta Novena, y la gloria que deseo. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA SÉPTIMO – 18 DE MARZO
A LOS SANTOS CONFESORES
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Dios y Señor de los Confesores, en quienes resplandeció lo más elevado
de la oración y lo más profundo de la humildad; como se vio en San
Francisco de Asís, San Francisco de Paula y San Ignacio de Loyola,
confesores sagrados y esclarecidos fundadores de sus religiones:
ofrézcoos los merecimientos de estos santos, y los de vuestro siervo San
Benito, a quien hicisteis excelente en la oración, con tantos y tan
repetidos éxtasis, raptos, visiones y divinas revelaciones; y tan
maestro en la humildad, que la dejó en doce grados explicada a sus
hijos, como inmutable legado y cláusula permanente en el testamento de
su santa regla: suplícoos, Señor, me concedáis una profunda humildad y
conocimiento de mi bajeza, abstracción de todo lo terreno, para que así
pueda mejor darme a la oración y contemplación de los divinos misterios,
lo que confió alcanzar, como también la gracia que pido en esta Novena,
y la vida eterna. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA OCTAVO – 19 DE MARZO
A LAS SANTAS VÍRGENES
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Dios y Señor de las Vírgenes, en quienes resplandeció lo más cándido de
la pureza; como se vio en Santa Catalina, Santa Bárbara y Santa Lucía,
vírgenes y fieles esposas vuestras: suplícoos, por los merecimientos de
estas santas, y de vuestro siervo y amantísimo padre mío San Benito, a
quien diste tal espíritu de pureza y castidad, que por no manchar su
alma con el menor rastro de impureza, tuvo por mejor quebrantar su
cuerpo con las crueles espinas de una zarza: suplícoos, Señor, me
concedáis aquella pureza de alma y cuerpo que concedisteis a San Benito,
y que sean castos y puros mis pensamientos, palabras y obras, para que
de esta suerte venza con vuestra gracia las baterías del demonio, y
consiga lo que os pido y suplico en esta Novena, si ha de ser á mayor
honra y gloria vuestra, y provecho de mi alma. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
DÍA NOVENO – 20 DE MARZO
A LOS SANTOS ANACORETAS
Por la señal...
Acto de Contrición, cinco Padre nuestros, con sus Avemarías y Glorias, y Oración Inicial.
ORACIÓN:
Dios y Señor de los Anacoretas, en quienes resplandeció lo más austero
de la mortificación y penitencia, y lo más rígido de la soledad y
retiro; como se vio en San Pablo, San Antonio y San Hilarión, príncipes
de los desiertos y asombros de penitencia; ofrézcoos los merecimientos
de estos santos, y los de vuestro siervo San Benito, a quien disteis
tanto amor al retiro del desierto y a lo áspero de la penitencia, que
siendo de 14 años, aborreciendo la casa de sus padres, siendo tan noble,
opulenta y rica, la trocó por lo tosco de un sayal, por el rigor de la
mortificación, y por lo solitario de los montes; retirándose al desierto
de Subiaco, para lograr mejor vuestros cariños en lo más escondido de
su corazón: suplícoos, Señor, que por su soledad y penitencia, me
concedáis una verdadera mortificación de potencias y sentidos; para que
desde hoy mi corazón no apetezca ni busque más riqueza ni consuelo que a
Vos, que sois todo mi bien, toda mi esperanza y posesión. Así lo confío
alcanzar de vuestra misericordia, y juntamente la gracia que os pido en
esta Novena, si me conviene; y con ella cuanto sea de vuestro agrado, y
la felicidad eterna. Amén.
HIMNO «Láudibus cives resónent canóris», DE LAS PRIMERAS VÍSPERAS DE SAN BENITO (Compuesto por Pedro de Montboissier el Venerable, abad de Cluny)
Resuenen con sonoras alabanzas
Y cántense los himnos en los templos
En este día en que Benito sube
Al alcázar altísimo del cielo.
En la flor de sus años infantiles,
Cuando moraba en el paterno techo,
Pasaba puros sus hermosos días
De solitaria cueva en el silencio.
Entre malezas y ásperos abrojos
Venció al orgullo de la carne fiero,
Y de perfecta retirada vida
Escribió los insignes documentos.
Del torpe Clario el ídolo y el bosque
A Venus dedicado destruyendo,
Levanta en su lugar al gran Bautista
En aquel monte consagrado un templo.
Y morador feliz del alto Olimpo,
Y entre coros seráficos ardiendo,
Triunfa y alienta de sus caros hijos
El dócil corazón en este suelo.
Al Padre sea honor, y honor y gloria
Sea también al sempiterno Verbo,
Y al que de ambos procede Santo Espíritu,
Dios uno, sea honor en todo tiempo. Amén.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
Se proseguirá con los Padre nuestros y Ave Marías, y con todo lo demás, como queda dicho en el primer día.
Algunos objetarán sobre las dos primeras promesas que los benedictinos son conciliares. Respondemos que en los devocionales antiguos pedian orar por el Papado y por los reyes católicos, y hoy no hay ninguno de los dos. Pero si existe hoy un remanente católico, ¿No existirá también un remanente fiel de los benedictinos en las catacumbas? Decimos, porque si Dios promete algo...
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