«Cada
vez que estemos ante el Santísimo Sacramento, en lugar de mirar a
nuestro alrededor, cerremos nuestros ojos y abramos nuestro corazón; el
Buen Dios abrirá su seno. Iremos a Él, Él vendrá a nosotros, el uno para
preguntar, el otro para recibir: esto será como una conversación de uno
al otro. ¡Qué dulzuras no encontraremos al olvidarnos a nosotros para
buscar a Dios!
Es
como en los primeros tiempos cuando me encontraba en Ars. Había un
hombre (Luis Chaffangeon) que jamás pasaba ante la iglesia sin entrar.
En la mañana cuando iba al trabajo, en la tarde cuando regresaba, él
dejaba en la puerta sus aperos, y permanecía largo tiempo en adoración
ante el Santísimo Sacramento. Me encantaba eso. Yo le pregunté una vez
qué le decía a Nuestro Señor durante estas largas visitas que él Le
hacía. ¿Sabéis qué me respondió? “Señor cura, yo no Le digo nada: yo Lo
miro y Él me mira”. ¡Qué belleza!».
Anécdota de San Juan María Vianney, recogida por el P. Alfred Monnin SJ en El Espíritu del Cura de Ars en sus catecismos, sus sermones y sus conversaciones. Editorial religiosa Pierre Téqui, París 1975, pág. 96).
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)