Novena
compuesta por el padre Pedro de Alcántara Suárez y Muñano, capellán
rector del Real Hospicio y Colegio de Desamparados de Madrid, y aprobada
por Mons. José de Lorenzo y Aragonés, Vicario eclesiástico de la Villa
de Madrid el 26 de Agosto de 1867.
NOVENA EN HONOR DEL FELIZ NACIMIENTO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Postrados ante el altar o imagen de la soberana Reina, se hará la señal de la santa Cruz, y el acto de contricion.
Por
la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu
Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor
mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por
ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de
todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más
pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta, y de restituir
y satisfacer si algo debiere: os ofrezco mi vida, obras y trabajos en
satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío
en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los
merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte en la
Cruz, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro
santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Santísima
Niña María, delicia de los Ángeles, augusta Soberana de los Cielos,
deseada de las naciones, cuyo feliz nacimiento regocija a todo el orbe,
por ser el principio del venturoso día de la redención del humano
linaje. ¡Oh tierna infanta!, vuelve a nosotros esos bellos ojos que
derraman alegría y consuelo, y purifique tu graciosa sonrisa nuestras
almas. Haz que participemos del espiritual regocijo de tu Nacimiento,
viviendo en la abundancia de gracias que nos promete, para que podamos
nacer nuevamente a gozar la felicidad eterna de la gloria. Amén.
DÍA PRIMERO - 30 DE AGOSTO
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «AZUCENA ENTRE ESPINAS». (Cánticos 2, 2)
Oh Niña gloriosa, criatura angelical, tesoro de gracias y perfecciones, que entre los hijos del crimen naces como Cándida azucena,
siempre bella, brotando del tronco bendecido por el Omnipotente, para
difundir el delicioso aroma de la virtud; vienes para curar las llagas
de la humanidad abatida, para enseñarle el camino de salvación, para
romper los grillos que envilecen su dignidad ultrajada. Pues eres la
criatura de más sublime pureza entre las hijas del culpable Adán,
inspíranos el noble sentimiento de la propia dignidad, que se extingue
si no lo sustenta la virtud, de que eres celestial modelo. Niña toda
amor, óyenos, pues te llamamos; aparece ante nosotros, pues te buscamos;
hemos venido para hablarte; si te hemos hallado, ¡sálvanos, sálvanos,
oh María! Amén.
Ahora se rezarán tres Ave Marías a la celestial Niña, precediendo a cada una la siguiente jaculatoria:
Tierna infanta, Niña hermosa,
Perla de inmenso valor,
Nacida cual bella rosa
Para gloria del Señor.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Preciosa
Niña María, rica de inefables gracias, primogénita del Altísimo,
delicia de los Serafines, que en tu feliz nacimiento recibes espléndidas
ovaciones, homenajes y tributos como Soberana del universo, pues la
magnificencia del Eterno Padre te contempla como a Hija muy querida, el
entusiasmo del Verbo increado te acepta por su futura Madre, el tierno
amor del Espíritu divino te enriquece y adorna como a su vivo santuario,
y las inmensas legiones de celestiales espíritus, agrupados ante tu
modesta cuna, te saludan como a su Reina y Señora, pulsando sus sonoras
arpas con indecible regocijo. ¡Oh tierna y graciosa Niña!, también
nosotros te saludamos con toda la efusion de nuestras almas en unión de
los cortesanos celestes y de tus dichosos padres, que absortos te
contemplan. Salve pues, Niña augusta, salve. A ti alabanzas, a ti
coronas, a ti bendiciones, a ti las ofrendas del corazón, a ti los
sacrificios de la humanidad. ¡Oh bella Infanta! Dios te envía a nuestro
suelo cual lluvia de bendición: te aguardamos como la tierra árida, que
suspira por el rocío de la mañana. En tu adorable nombre divisamos un
porvenir venturoso: por eso el corazón se dilata, y los ojos vierten
lágrimas de alegría. Pues vienes para remedio universal de nuestros
infortunios, recíbenos bajo tu dulce amparo, disipa las densas tinieblas
de nuestro entendimiento, destruye los desarreglados afectos de nuestro
corazón, y reprime los esfuerzos y sugestiones de nuestros adversarios,
para que escudados con la divina gracia, podamos bajo tus auspicios
arribar al puerto feliz de la vida eterna. Amén.
Aquí exponga cada uno secretamente el favor particular que desea obtener de la celestial Niña.
GOZOS EN HONOR DE LA NATIVIDAD DE SANTA MARÍA VIRGEN
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Hermosa Virgen pura,
Reina de tierra y cielo,
Gloria, paz y consuelo
De la estirpe de Adán;
Encumbrada en el solio
De tu eternal grandeza
Te admira mi flaqueza
Con incesante afán.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
En este fausto día
Contempla arrebatada
La gracia reservada
A tu alta dignidad;
Y aquel dichoso instante
Que a la luz y la vida
Te vio salir vestida
De gloria y majestad.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Mientras oscura y pobre
Te ve nacer el mundo,
Ignorando el profundo
Misterio de tu ser,
Conmuévense los cielos,
Y absortos, la excelencia
Cantan de tu existencia
¡Oh divina mujer!
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Por el etéreo espacio,
En célica armonía
Resonó la alegría
Y el grito de salud;
Y los brillantes coros
Que asisten al Dios santo,
Con inefable encanto
Proclaman tu virtud.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
El mundo desconoce
Tu celestial destino,
Tu carácter divino,
Tu excelsa vocacion.
Madre de Dios, ¡qué asombro!
Vas a ser, Virgen pura,
Tú, tierna criatura,
Por eterna elección.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Vas a ser de los hombres
La luz reparadora,
En quien Dios atesora
Sus dones y su honor.
Y noble y perfectísima,
Y en gracia confirmada,
A la empresa ordenada
Naciste, de su amor.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Por eso amaneciste
Cual aurora esplendente
Del astro indeficiente,
Del mismo Hijo de Dios,
El que tomando carne
En tu impecable seno,
Sin mancha nació, y lleno
De eterna perfección.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Y la salud del hombre,
En el feliz momento
De tu almo nacimiento
Se principió a operar:
De la infernal serpiente
La orgullosa cabeza
Tu insigne fortaleza
Logrará quebrantar.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Feliz, feliz te aclama
Mi mente confundida,
Y ante tus pies rendida
Te presta veneración.
Allá en el alto asiento
De tu trono brillante,
Te invoca suplicante
Mi triste corazón.
Niña agraciada y bella,
De perfección portento,
De perfección portento,
Tu excelso Nacimiento
Mi voz ensalzará.
Mi voz ensalzará.
Antífona:
Tu Natividad, oh Virgen Madre de Dios, anunció el gozo para el universo
mundo, porque de ti ha nacido el sol de justicia, Jesucristo nuestro
Dios, que rompiendo la maldición nos trajo la bendición, y confundiendo a
la muerte nos dio la vida sempiterna.
℣. Hoy ha nacido la Virgen Santa María.
℞. Con cuya ínclita vida ilustra a la Iglesia
ORACIÓN
Dígnate,
Señor, conceder a tus siervos el don de la gracia celestial, a fin de
que la solemnidad del Nacimiento de la Virgen Bienaventurada, cuyo
alumbramiento ha sido para nosotros el principio de la Salvación, nos
obtenga un acrecentamiento de paz. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Virgen concebida sin pecado original.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 31 DE AGOSTO
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «FUENTE SELLADA». (Cánticos 4, 13)
Niña bellísima, obra acabada del Excelso, que naces al mundo cual cristalina fuente
del paraíso, cuyas puras aguas han de regar toda la tierra, de la que
surgirán fragantes flores y sazonados frutos para placer y delicia de
todas las generaciones. ¡Oh tierna Niña!, pues eres el manantial y
conducto de todas las gracias, y fecundizas con tu celestial riego los
más áridos corazones, convirtiéndolos en amenos vergeles, riéganos con
esas aguas de vida eterna, para que florezcamos en santidad y justicia, y
lleven los Ángeles al pie de tu excelso trono las fragantes flores de
virtudes que broten en nuestras almas con tu riego maternal. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA TERCERO - 1 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «VARA DE JESÉ». (Isaías 11, 7)
Tierna Infanta, bella y agraciada sobre todas las criaturas, nacida al mundo cual prodigiosa vara
de la raíz de Jesé, que dejándose ver en toda su lozanía primaveral,
llevará un día, no lejano, la perfumada flor cuyo aroma, embalsamando
los cielos con su exquisita fragancia, hará vestir nuestra mortalidad y
hacerse hermano nuestro al Hijo del Eterno. ¡Oh Niña graciosa!, perfuma
nuestras almas con tu aroma celestial, para que siendo nuestros
corazones precioso incensario de virtudes, con que tributemos rendido
culto a la augusta Trinidad en esta mortal vida, merezcamos bendecirla y
adorarla eternamente en la gloria. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA CUARTO - 2 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «ESTRELLA DE JACOB». (Números 24, 17)
Benditísima
Niña, modelo de todas las gracias, fuente de luz, faro brillante, cuyo
feliz Nacimiento es la señal segura de las bondades del Cielo, pues en
medio de las tinieblas de una generación viciada, naces como estrella
de salvación para serenar las encrespadas olas de nuestras
adversidades, e iluminar con tu luz suave y consoladora la horrenda
noche que nos aflige, cuando fluctuamos con el terror de las
tribulaciones. ¡Oh espléndida estrella!, calma las tempestades de
nuestro lóbrego y zozobrante corazón, disipa sus borrascosas tinieblas,
derramando luminosos destellos de amor divino, que ilustren nuestro
entendimiento, haciéndonos conocer lo fugaz de todo lo terreno y
apreciar únicamente lo celestial y eterno. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA QUINTO - 3 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «AURORA NACIENTE» (Cánticos 6, 9)
Oh sagrada Niña, deseada de las naciones, criatura privilegiada, plácida y risueña aurora,
que en tu feliz Nacimiento nos anuncias dias bonancibles y serenos,
aurora del esplendoroso día de la ley de gracia; si el alba matutina
deslumbra con sus lindos arreboles, es porque el sol se refleja en ella;
y así tú, aurora de la gracia, robas el corazón de Dios con tu fúlgida
hermosura, por vestirte el sol de la eternidad con los rayos de su viva
lumbre. ¡Oh brillante aurora!, pues naces para poner dichoso término a
la noche del pecado con los fulgores de tu inmaculada inocencia,
infúndenos tal horror aun a la menor sombra de él, que prefiramos perder
mil veces la vida antes que ofender levemente a nuestro Dios y Señor.
Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SEXTO - 4 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «BRILLANTE COMO EL SOL». (Cánticos 6, 9)
Espléndida Niña, Señora de los astros, perla oriental de inapreciable, valor, que naces cual fulgente sol,
donde el Ser Supremo coloca su brillante solio para su grata morada; tú
eres sol de infinita claridad, que ilumina todas las edades, que
alumbra al justo y al pecador, que fecundiza todas las virtudes, y roba
todas las miradas como perenne manantial de luces sobrehumanas y de
inefables consuelos, por lo que el humano linaje le profesa un cariño
filial, que se trasmite de generación en generación. ¡Oh hermosa Niña,
sol brillante y benéfico! Inflama con tu mediación poderosa nuestros
corazones en amor divino, para que abrasados con tan celestial ardor,
merezcamos gozar eternamente al divino Sol de justicia, Jesús nuestro
Redentor. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA SÉPTIMO - 5 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «HERMOSA COMO LA LUNA». (Cánticos 6, 9)
Bellísima
Princesita, en cuya inocencia se complacen los Serafines, que en medio
de las tempestades y de las infernales tinieblas del pecado, brillas en
tu Nacimiento con encantadora belleza, cual refulgente luna, faro
de salvación entre tan lóbregos horrores, haciendo en cierto modo las
veces del escondido Sol de justicia; pues eres la reconciliación de los
desventurados pecadores con el Dios cuya misericordia se ha
personificado en ti, no permitas que vivamos enemistados con Él; únenos
por medio del amor, guiándonos con tu pura luz hasta el término de las
tinieblas espirituales, que es el punto donde empieza el día de la
gracia, de la que eres Madre, pues que conduces a ella. ¡Oh luna
clementísima!, jamás nos falte tu bienhechora luz, y haz que jamás nos
falte la entera luz de nuestro Dios. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA OCTAVO - 6 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «ELEVADA COMO PALMA». (Eclesiástico 24, 14)
Oh tierna Niña, preciosa margarita de la tierra, embeleso de los Serafines, representada en la linda y esbelta palma,
símbolo de victoria, pues vences en tu Nacimiento las tinieblas de la
ignorancia y pobreza de virtudes con que salen al mundo las demás
criaturas, y naces rica de luces sobrenaturales en el pleno uso y
ejercicio de tu razón sublime, y con opulencia de gracias y dones
celestiales: por estas y otras innumerables victorias tiene la hermosa
palma la gloria de representarte vencedora del pecado, del mundo, de ti
misma, de los abismos y de la muerte. ¡Oh triunfante Niña!, míranos en
este valle de ansiedad y de amargura cercados de innumerables peligros,
siempre en riesgo de perder a Dios, el alma y el Cielo. Alcánzanos
completa victoria de tan formidables enemigos como son el diablo, la
carne y el mundo, y condúcenos hasta ponernos en posesión de la palma
del triunfo, que el Señor reserva para sus escogidos en la corte
celestial. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO - 7 DE SEPTIEMBRE
Por la señal...
Acto de Contrición y Oración Inicial.
MEDITACIÓN: SANTA MARÍA, «GLORIOSA CIUDAD DE DIOS». (Salmo 86, 3)
Preciosísima Niña, admirable conjunto de perfecciones y gracias, que naces al mundo cual hermosa ciudad
para deliciosa morada del Rey de los reyes, quien te fundó sobre
encumbrados montes de santidad, te dio por muro su gracia, y puso en tu
centro la fortaleza inexpugnable de su brazo omnipotente; reina la paz
en tu ámbito delicioso, y se respira en él una fragancia celestial.
Eres, ¡oh María!, ciudad de refugio para todos los desdichados, para
todos los perseguidos, para todos los menesterosos. En ti halla su salud
el enfermo, amparo el desvalido, y esperanza el desesperado.
Compadécete pues, ¡oh Niña bondadosa!, de tantas calamidades como
afligen a la mísera humanidad, alcanza al pecador el arrepentimiento y
perdón de sus extravíos, la perseverancia al justo, al triste el
consuelo, y a todos una feliz y santa muerte, que nos conduzca a la
triunfante Jerusalén, para ensalzar tus grandezas con los Serafines por
toda la eternidad. Amén.
Rezar tres Ave Marías con la jaculatoria. La Oración y los Gozos se rezarán todos los días.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)