Por Francesca de Villasmundo para MÉDIAS-PRESSE.INFO. Traducción propia.
La revolución arco iris avanza a marchas forzadas: después de la negación del castigo divino de Sodoma por causa de las costumbres notoriamente invertidas,
por la Pontificia Comisión Bíblica, está la negación del padre y de la
madre que se dio la Iglesia Conciliar en la República francesa. La moda
está en el cambio, de sexo y de género, a las transformaciones
humanistas y egoístas, la sociedad líquida impuso su pata fluída sobre
las partidas de bautismo de las diócesis de Francia.
La
jerarquía episcopal francesa, que se somete voluntariamente a los
diktats silenciosos pero potentes de la gaystapo, ha decidido
transformar las partidas de bautismo para ponerlas al gusto actual, que
son actualmente genderófilos: una recomendación
de la Conferencia de los obispos de Francia propone hacer figurar a los
«padres u otros titulares de la autoridad parental» en las partidas de
bautismo. El objetivo es el de adaptarse a las «situaciones más y más
complejas», explica Mons. Joseph de Metz-Noblat, obispo de Langres (Alto
Marne) presidente del Consejo para las cuestiones canónicas de la
Conferencia de los obispos de Francia, y origen de esta innovación. En
adelante la mención “hijo – hija de… y de…, domiciliados en…” es
eliminada, borrada, para dejar lugar a una formulación más al aire de
los tiempos, genderfluída, colorada y deconstructivista: «Nombres y
apellidos de los padres o de los otros titulares de la autoridad
parental».
CONFERENCIA DE LOS OBISPOS DE FRANCIA
CONSEJO PARA LAS CUESTIONES CANÓNICAS
El presidente.
París, 13 de Diciembre de 2018
A todos los obispos
Objeto: Registros de catolicidadAdjunto: Formulario de bautismoQuerido hermano obispo,La situación más y más compleja de las familias en Francia a veces hace difícil redactar las actas de catolicidad, en particular por lo que concierne a los bautismos.Sabiendo que, según el canon 843, «los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno», y que los niños no serán tenidos por responsables de la situación de sus padres, numerosas cancillerías se han visto confrontadas a los problemas de vocabulario en las expresiones que emplear.Se ha realizado un trabajo común por la Comisión de reforma de los actos administrativos de la Iglesia de Francia, la Comisión de Pastoral litúrgica y sacramental, y el Consejo para las cuestiones canónicas. El formulario adjunto, aprobado por el Consejo permanente, está interesado principalmente en la persona bautizada, haciendo la simple constatación de su situación familiar, sin emitir sobre ella un juicio moral.Por eso te recomendamos adoptar en tu diócesis el mencionado formulario, que parece el más apropiado en nuestra época.Fraternalmente,+Joseph de Metz-Noblat
Presidente del Consejo para las Cuestiones Canónicas
Los dúos homosexuales y los descontructivistas han ganado la partida: “padre” y “madre” son relegados al olvido por una Iglesia de Francia que acepta, en la práctica, la revolución antropológica societal e inmoral, promovida por los lobbies de invertidos y todos sus adláteres: vientres de alquiler, fecundación artificial, transexualismo, etc. Habrá mucho que decir además sobre el vocabulario empleado por Mons. de Metz-Noblat en su carta, digno ejemplo de sumisión al nuevo lenguaje arco iris, arma de destrucción y negación de las realidades naturales en pro de la utopía de la identidad fluída y de los “padres” del mismo sexo.
Joseph-Marie-Édouard
de Metz-Noblat Charlery, “obispo” de Langres (ni siquiera es sacerdote
católico válido, toda vez que fue instalado presbítero con el rito
montini-bugniniano el 28 de mayo de 1987, e instalado obispo el 16 de
marzo de 2014 por Thierry Romain Camille Jordan Casimir-Perier,
“arzobispo” de Reims).
La disciplina sacramental modernista, liberal y progresista, y el relativismo de la Iglesia conciliar, su apertura total al mundo contemporáneo, han abierto la puerta a esta aberración: los dúos de homosexuales, viviendo en una unión contra-natura, totalmente lejos de la vida cristiana, opuestos a la ley divina natural, habiendo adquirido o «fabricado» un hijo por técnicas condenadas por la Iglesia Católica, podrán hacer bautizar a «su» hijo aunque este último no pueda, por tanto, y en toda lógica, beneficiarse de una educación cristiana.
Recordemos que la Tradición de la Iglesia Católica obliga a los padres a dar una educación católica a sus hijos, y que ella prohíbe el bautismo de los hijos de familias no católicas. ¿Quién osará pretender que las uniones de invertidos constituyen una “familia católica”?
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)