Tomada del devocionario El Devoto Josefino, compilado por el bienaventurado Enrique de Ossó y Cervelló en 1894.
BREVE EJERCICIO PARA HONRAR TODOS LOS MIÉRCOLES AL GLORIOSO SAN JOSÉ
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
«Id a José», nos claman un día y otro día los Vicarios de Jesucristo, los Vicegerentes de Dios sobre la tierra; «Id a José», nos repiten una y mil veces al acudir a su trono en demanda de socorro en las grandes necesidades que en este valle de lágrimas nos cercan… A José somos enviados, y a José venimos llenos de confianza en su poderosa protección. ¡Oh Patriarca santo! Nuestra salud está en vuestras manos; miradnos propicio tan solamente, y serviremos al Rey de la gloria con alegría y paz… Acordaos que jamás se ha oído decir que ni uno solo de los que han acudido a vuestra protección haya quedado sin consuelo… Alcanzadnos, pues, de Jesús, vuestro Hijo, y de María Santísima, vuestra Esposa, remedio en todas nuestras necesidades. ¡Ay, que son grandísimos los trabajos que nos oprimen!… Está ardiendo el mundo, quieren tornar a sentenciar a Cristo, quieren poner su Iglesia por el suelo, quieren borrar hasta el nombre cristiano de la tierra…, y Vos, oh excelso Patriarca, que salvasteis un día a Jesús y a María de una muerte cierta que les maquinaban sus perseguidores, ahora, en esta hora decisiva... ¿no nos ayudaréis? jOh! No es posible, Santo mío. Alargadnos vuestro poderoso auxilio, y haced que, destruidas todas las adversidades y errores, vivamos en paz, muramos en gracia y alcancemos la gloria. Amén.
JACULATORIA: Salvadnos, excelso Patriarca; salvadnos, que perecemos.
Récense los siete Dolores y Gozos de San José:
- Glorioso San José, por el dolor y el gozo que viviste en el misterio de la encarnación del Hijo de Dios en el seno de nuestra Santa Madre la Virgen María. Obtén para nosotros la gracia de la confianza en Dios (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al ver nacer al Niño Jesús en tanta pobreza y por el gozo que sentiste al ver como lo adoraban los ángeles. Obtén para nosotros la gracia de acercarnos a la santa comunión con fe, humildad y amor. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al circuncidar al Divino Niño y por el gozo que sentiste al ponerle el nombre de Jesús, ordenado por el ángel. Obtén para nosotros la gracia de quitar del corazón todo aquello que no es bueno frente a los ojos de Dios. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor y el gozo que experimentaste al escuchar la profecía del viejo Simeón, que anunciaba la perdición y por otro lado la salvación de tantas almas mientras tomaba al Niño Jesús en sus brazos. Obtén para nosotros gracia de meditar los dolores de Jesús y los dolores de María. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor que experimentaste al huir a Egipto y por el gozo que sentiste al tener siempre contigo a Dios junto a su Madre. Obtén para nosotros la gracia de poder cumplir con fidelidad y amor todos nuestros deberes. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor que experimentaste en la persecución del Niño Jesús y por el gozo de volver a tu casa de Nazaret. Obtén para nosotros la gracia de hacer siempre la voluntad de Dios. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
- Glorioso San José, por el dolor que sufriste cuando se perdió Jesús y por el gozo que sentiste cuando lo encontraste. Obtén para nosotros la gracia de llevar una buena vida y morir santamente. (Hacer una breve pausa para meditar). Padre nuestro, Ave María y Gloria.
MEMORÁRE A SAN JOSÉ
Acordaos, oh castísimo esposo de la Virgen María y amable protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno haya invocado vuestra protección e implorado vuestro auxilio sin haber sido consolado. Lleno, pues, de confianza en vuestro poder, ya que ejercisteis con Jesús el cargo de Padre, vengo a vuestra presencia y me encomiendo a Vos con todo fervor. No desechéis mis súplicas, antes bien acogedlas propicio y dignaos acceder a ellas piadosamente. Amén.
Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, en vosotros descanse en paz el alma mía.
ORACIÓN FINAL PARA CADA MIÉRCOLES DE SEMANA
Dulcísimo Abogado y Protector mío san José, yo os ofrezco todos los obsequios y servicios de amor, reverencia y cariño con que os honraron Jesús y María durante vuestra vida, y los que Vos tributasteis a tan soberanas Personas, con todos los dolores y gozos de vuestro paternal corazón, al ver a Dios encarnado, adorarlo nacido y llamarlo Jesús; al ver conocido al Mesías, libertado de Herodes, de Arquelao preservado, y hallarlo perdido. Yo os consagro desde hoy para siempre mi alma, vida y corazón con todos los obsequios y alabanzas que os han tributado y tributarán los justos de cielo y tierra. Logre con vuestro favor y poderoso Patrocinio, Santo mío de mi corazón, vivir en justicia, morir en gracia y alcanzar la gloria. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)