Para entrar al reino de Dios, debemos afronrar muchas tribulaciones. Si hay muchas persecuciones, hay muchas pruebas; donde hay muchas coronas de victoria, hay muchas puebas de fuerza. Es entonces para tu provecho si hay muchos perseguidores; entre muchas persecuciones puedes encontrar más fácilmente un camino a la victoria.
Toma el ejemplo del mártir San Sebastián, cuyo natalicio en la gloria celebramos hoy. Él era natural de Milán. En un tiempo cuando la persecución o había cesado o no había comenzado todavía, o era de un tipo débil, él concluyó que solo había, si acaso, una oportunidad ligera para sufrir. Él partió para Roma, donde persecuciones más amargas estaban creciendo por el fervor de los Cristianos. Allí enfrentó el sufrimiento; allí ganó su corona. Fue a la ciudad como un extranjero, y allí estableció una casa de gloria inmortal. Si allí hubiese habido sólo un perseguidor, él no habría ganado una corona de mártir.
Los perseguidores que son visibles no son los únicos. Hay también perseguidores invisibles, mucho mayores en número. Esto es más serio. Como un rey decidido en la persecution, enviando órdenes de perseguir a sus muchos agentes, y estableciendo distintos perseguidores en cada ciudad o provincia, el diablo dirige a sus muchos siervos en su obra de persecución, sea en público o en las almas de los individuos. De este tipo de persecución dice la Escritura: Todo el que desee llevar una vida santa en Cristo Jesús, sufrirá persecución. “Todos” sufren persecución; no hay excepción. ¿Quién puede afirmar exención si el Señor mismo afrontó la prueba de la persecución? ¡Cuántos hay hoy que son mártires secretos para Cristo, dando testimonio de Jesús como Señor! El Apóstol conocía este tipo de martirio, este fiel testimonio de Cristo, por lo que dijo: Este es nuestro alarde, el testimonio de nuestra conciencia.
SAN AMBROSIO, Explicación de los Salmos: Salmo 118 - Fiel testimonio de Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)