EMBAJADOR URUGUAYO: «ESTÁ EN LA MESA EL VIAJE BERGOGLIANO A ARGENTINA Y URUGUAY».

   
El recién posesionado embajador de la República Oriental del Uruguay ante la Santa Sede Guzmán Carriquiry Lecour (que fue vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina entre 2014 y 2019), reveló en una entrevista al Servicio Católico de Noticias el 13 de Enero que el día en que presentó sus credenciales ante Bergoglio (9 de Enero de 2021; había sido designado como tal el 14 de Julio de 2020, pero apenas pudo entregar sus credenciales este día) que le preguntó a Bergoglio si todavía estaba sobre la mesa la posibilidad de viajar a su natal Argentina.

  

Carriquiry relata que tuvo que reunir el valor para preguntarle a Bergoglio si el viaje estaba en fuera de discusión, a lo que este le respondió «¡De ninguna manera está fuera de discusión! Tengo el deseo y la intención de viajar al Río de la Plata (a Uruguay y a mi país)», reiterando lo que dijera a la agencia estatal de noticias argentina Télam en Noviembre de 2019, de que él «estaba listo» para tal viaje.

  

Cuenta Carriquiry que originalmente el viaje a Uruguay, Argentina y Chile estaba programado para Octubre de 2017 (donde participaría en la beatificación de María Antonia de Paz y Figueroa –Madre Antula– y José Gabriel del Rosario Brochero Dávila –el Cura Brochero–), pero le advirtieron que Chile tendría elecciones presidenciales el 19 de Noviembre, por lo que el viaje fue pospuesto a Enero de 2018 y solo a esta nación del Cono Sur (de donde pasó luego al Perú). Fue, según analistas, el peor viaje de Bergoglio durante todo su pontificado. Chile y Perú afrontaban sendos escándalos de abuso sexual clerical (el obispón Juan de la Cruz Barros Madrid en cuanto cómplice y partícipe de Fernando Karadima Fariña, y el Sodalicio de Vida Cristiana del laico Luis Fernando Figari Rodrigo respectivamente), y la gente no quería verlo.

  

Agregó Carriquiry que Bergoglio dijo que si viajaba en ese momento, «no hubiera encontrado a nadie en Uruguay y Argentina porque todos van a la playa en enero; las ciudades están vacías», y finalizó: «Ahora tengo que esperar hasta que termine la pandemia y surjan condiciones generalmente favorables para poder hacer el viaje si la Providencia lo permite».

  

Carriquiry (que ha trabajado en el Vaticano desde 1971, primero como auditor del Sínodo de los Obispos y luego en el Pontificio Consejo para los Laicos) y Bergoglio se conocían desde los tiempos en que éste estaba en la sede bonaerense. En el año 2005, aquel publicó la edición española del libro Una apuesta por América Latina: Memoria y destino históricos de un continente, cuya introducción fue redactada por Bergoglio; y el 27 de Junio de 2019, Bergoglio presidió el servicio por el 50º aniversario de bodas de Carriquiry y Lídice María Gómez Mango.

   

COMENTARIO: Si nos preguntamos por qué Bergoglio no ha hecho su primer viaje a su natal Argentina (cosa distinta a Karol Józef Wojtyła Katzorowski y Joseph Alois Ratzinger Tauber/Peintner, cuyos primeros viajes fueron a sus patrias respectivas, y viajaron varias veces), es porque no quería encontrarse con el entonces presidente Mauricio Macri Blanco Villegas (con el cual, si mucho, las relaciones eran distantes).Pero ahora, con el abortero Alberto Ángel Fernández Pérez en la Casa Rosada, las cosas puede que sean diferentes: ya se vio en el Vaticano que a él y su barragana los recibieron bien y les dieron la “comunión”.

  

De otra parte, la visita de Bergoglio sólo servirá para echarle sal en la herida a una Argentina que vio legalizado el aborto con el silencio cómplice de la cobarde e inútil Conferencia Episcopal, que está también indignada por casos de abuso sexual y/o de poder encubiertos por el mismo Bergoglio o sus subalternos (casos Gustavo Emilio Zanchetta, Julio César Grassi Alzúa y tantos otros), y, con el perdón de los hermanos argentinos, a llevarle más desgracias (ya bastante tienen con ser la cuna del matón Ernesto “Ché” Guevara Sheinermann/De la Serna, de CFK y del propio Bergoglio –quien no sólo tiene pasado de apóstata y de inestable mental –advertidos por su otrora superior a Wojtyła–, sino también de nexos con la dictadura y la ultraderecha argentina–), porque como se ha mostrado por la experiencia, PAÍS DONDE VA BERGOGLIO, PAÍS DONDE OCURREN CALAMIDADES EN EL ORDEN NATURAL, POLÍTICO, SOCIAL Y ESPIRITUAL.