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ORGULLOSAMENTE HISPANOHABLANTES

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sábado, 2 de diciembre de 2023

EL “SEDEIMPORTABLEDISMO”, O LA INDIFERENCIA ANTE LA APOSTASÍA


En la Divina Comedia de Dante (Infierno, canto III, vv. 22-69), ya pasado el Limbo, en el Anteinfierno son puestos los “ignavos” (indolentes), aquellos que nunca se decidieron por un bando o el otro:
«Quivi sospiri, pianti e alti guai
risonavan per l’aere sanza stelle,
per ch’io al cominciar ne lagrimai.

Diverse lingue, orribili favelle,
parole di dolore, accenti d’ira,
voci alte e fioche, e suon di man con elle

facevano un tumulto, il qual s’aggira
sempre in quell’aura sanza tempo tinta,
come la rena quando turbo spira.

E io ch’avea d’error la testa cinta,
dissi: “Maestro, che è quel ch’i’ odo?
e che gent’è che par nel duol sì vinta?”.

Ed elli a me: “Questo misero modo
tegnon l’anime triste di coloro
che visser sanza ’nfamia e sanza lodo.

Mischiate sono a quel cattivo coro
de li angeli che non furon ribelli
né fur fedeli a Dio, ma per sé fuoro.

Caccianli i ciel per non esser men belli,
né lo profondo inferno li riceve,
ch’alcuna gloria i rei avrebber d’elli”.

E io: “Maestro, che è tanto greve
a lor che lamentar li fa sì forte?”.
Rispuose: “Dicerolti molto breve.

Questi non hanno speranza di morte,
e la lor cieca vita è tanto bassa,
che ’nvidïosi son d’ogne altra sorte.

Fama di loro il mondo esser non lassa;
misericordia e giustizia li sdegna:
non ragioniam di lor, ma guarda e passa”.

E io, che riguardai, vidi una ’nsegna
che girando correva tanto ratta,
che d’ogne posa mi parea indegna;

e dietro le venìa sì lunga tratta
di gente, ch’i’ non averei creduto
che morte tanta n’avesse disfatta.

Poscia ch’io v’ebbi alcun riconosciuto,
vidi e conobbi l’ombra di colui
che fece per viltade il gran rifiuto.

Incontanente intesi e certo fui
che questa era la setta d’i cattivi,
a Dio spiacenti e a’ nemici sui.

Questi sciaurati, che mai non fur vivi,
erano ignudi e stimolati molto
da mosconi e da vespe ch’eran ivi.

Elle rigavan lor di sangue il volto,
che, mischiato di lagrime, a’ lor piedi
da fastidiosi vermi era ricolto».
TRADUCCIÓN
«Allí suspiros, llantos y altos ayes
resonaban al aire sin estrellas,
y yo me eché a llorar al escucharlo.

Diversas lenguas, hórridas blasfemias,
palabras de dolor, acentos de ira,
roncos gritos al son de manotazos,

un tumulto formaban, el cual gira
siempre en el aire eternamente oscuro,
como arena al soplar el torbellino.

Con el terror ciñendo mi cabeza
dije: “Maestro, qué es lo que yo escucho,
y quién son éstos que el dolor abate?”.

Y él me repuso: “Esta mísera suerte
tienen las tristes almas de esas gentes
que vivieron sin gloria y sin infamia.

Están mezcladas con el coro infame
de ángeles que no se rebelaron,
no por lealtad a Dios, sino a ellos mismos.

Los echa el cielo, porque menos bello
no sea, y el infierno los rechaza,
pues podrían dar gloria a los caídos”.

Y yo: “Maestro, ¿qué les pesa tanto
y provoca lamentos tan amargos?”.
Respondió: “Brevemente he de decirlo.

No tienen éstos de muerte esperanza,
y su vida obcecada es tan rastrera,
que envidiosos están de cualquier suerte.

Ya no tiene memoria el mundo de ellos,
compasión y justicia les desdeña;
de ellos no hablemos, sino mira y pasa”.

Y entonces pude ver un estandarte,
que corría girando tan ligero,
que parecía indigno de reposo.

Y venía detrás tan larga fila
de gente, que creído nunca hubiera
que hubiese a tantos la muerte deshecho.

Y tras haber reconocido a alguno,
vi y conocí la sombra del que hizo
por cobardía aquella gran renuncia.

Al punto comprendí, y estuve cierto,
que ésta era la secta de los reos
a Dios y a sus contrarios displacientes.

Los desgraciados, que nunca vivieron,
iban desnudos y azuzados siempre
de moscones y avispas que allí había.

Éstos de sangre el rostro les bañaban,
que, mezclada con llanto, repugnantes
gusanos a sus pies la recogían».
La razón de esta cita literaria (y la imagen que antecede este artículo) es que el sitio italiano STILUM CURIÆ publicó un manifiesto del denominado Grupo de los Nueve (¿los nueve cardenales que asesoran a Bergoglio? ) postulando una nueva postura que tercia ¿o cuartea? entre el sedeplenismo bergogliano (que cada vez más hace agua), el inconsistente y poliédrico Reconocer y resistir (neocones, Frater y sedeprivacionistas), y el sedevacantismo (al que no pueden vencer y rechazan con fervor), a la que dieron el nombre de SEDEIMPORTABLEDISMO [en italiano Sedenemefreghismo, que deriva de sede+«ne me frego» (lema de los “Arditi”, las unidades de asalto del Real Ejército Italiano durante la Gran Guerra, traducible más como «Me importa un bledo»).
    
La traducción inglesa fue hecha por el vaticanista Robert Moynihan y publicada en su sitio INSIDE THE VATICAN y RORATE CÆLI (pocas horas después, fue bajada de esta última; la captura de pantalla puede ser vista aquí, con prólogo del neocón y repensador del papado Peter A. Kwasniewski). La traducción española fue hecha por el profesor José Arturo Quarracino Fernández, con algunas correcciones de estilo:
LA TESIS “SEDEIMPORTABLEDISTA”
    
Consciente de la crisis sin igual que golpea a la Iglesia desde hace mucho tiempo y constatando que entre los buenos las querellas, divisiones y diatribas interminables tienen a menudo como objeto el estado de la Sede Petrina (y de toda la Jerarquía eclesiástica), como doctores privados (clérigos y laicos, teólogos, filósofos, canonistas, juristas e historiadores), hemos redactado por unanimidad lo siguiente:
  1. Que hay una crisis sin igual en el seno de la Iglesia, que esta crisis ve a la genuina Tradición católica abrumada por doctrinas heterodoxas (modernismo y neo-modernismo), que esta crisis es una crisis doctrinal, litúrgica y moral, que esta crisis involucra al cuerpo eclesial (escolar y docente) hasta la Sede Romana no es algo que deba demostrarse, sino sólo constatar;
  2. Que la crisis, que también tiene raíces antiguas, tuvo su punto de inflexión en el Concilio Vaticano II con el predominio del pensamiento no católico en la Jerarquía, hasta la propia Sede Romana, no es algo que deba demostrarse sino sólo constatar;
  3. Que la nueva liturgia impuesta por Pablo VI representa una construcción artificial y una ruptura objetiva con la Tradición ininterrumpida de la Iglesia y con el Dogma católico no es algo que deba demostrarse sino solamente constatar;
  4. Es deber de todo bautizado perseverar en la profesión de fe bautismal o en la fe de todos los tiempos, en la Doctrina inmutable recibida de los Apóstoles. Es deber de todo bautizado vivir y orar de acuerdo con la santa voluntad de Dios manifestada en la Revelación divina (Sagrada Escritura y Sagrada Tradición);
  5. Es deber de todo bautizado evitar lo que pueda ser perjudicial para su alma, en cuanto represente un peligro para la integridad de la fe;
  6. Dada la extensión y gravedad de la crisis y hasta su resolución (condena y expulsión de la Iglesia de toda idea heterodoxa, retorno integral a la Tradición en la doctrina, en la liturgia y en las costumbres), es un deber de prudencia desconfiar de las Jerarquías dominados por el pensamiento no católico, así como de las instituciones eclesiásticas que se convierten en instrumentos del pensamiento no católico;
  7. Es prudente atenerse a lo que es cierto (lex credéndilex orándi y lex vivéndi como siempre se ha enseñado), suspendiendo el asentimiento a todo lo que es dudoso;
  8. El fiel –clérigo o laico– no está llamado a examinar cada enseñanza, cada texto litúrgico, cada declaración de la Jerarquía para verificar si se ajusta o no al Depósito de la Fe. Más bien, se deberá adoptar un criterio prudencial y “profiláctico”: si un pensamiento no católico ha infectado a la Jerarquía hasta la Sede Romana, se deberá atener con prudencia a lo que se ha enseñado antes de la crisis y se deberá suspender el asentimiento a lo que se enseñó después;
  9. La suspensión del asentimiento no es un “libre examen”, sino un deber de prudencia para la preservación de la fe. Al suspender el asentimiento, el juicio sobre la doctrina (de fe y/o de moral) y sobre la lex orándi se remite a la Autoridad de la Iglesia. Cuando la crisis sea superada y la Jerarquía vuelva a estar segura en la ortodoxia de la fe, la Autoridad legítima juzgará;
  10. La crisis puede considerarse superada cuando la Jerarquía (Papa y unanimidad moral de los Obispos) enseñe continuamente la misma Doctrina enseñada por la Iglesia hasta el Concilio Vaticano II y se restablece la lex orándi de la Tradición Apostólica;
  11. Debido al involucramiento de la misma Sede Romana en la crisis, es legítimo cuestionar el estado de la Sede Papal. Es una opinión legítima de quienes consideran que Jorge Mario Bergoglio es un verdadero Papa, aunque sea seriamente heterodoxo. Es opinión legitima la de los que consideran a Jorge Mario Bergoglio como ocupante ilegítimo de la Sede y/o como Antipapa. Es opinión legitima la de quienes consideran vacante la Sede. Es opinión legítima la de quienes creen que la Sede sólo está ocupada físicamente. Es opinión legítima la de quienes leen la crisis de la Sede romana con la figura del Papa hereje. Es opinión legítima la de quienes leen sobre la crisis de la Sede romana con la figura del Papa cismático. Es también opinión legítima la de quienes creen en la co-presencia de “dos iglesias” detrás de las apariencias de una sola Iglesia (en la Iglesia posconciliar estaría tanto la verdadera Iglesia de Cristo, la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, como una neo-Iglesia gnóstica) con el Papa a la cabeza de ambos, como si el Papa fuera el Vicario de Cristo, pero también la Cabeza de una nueva fe, de un nuevo culto, de una nueva Iglesia. Es opinión legítima la de quienes consideran que los Papas posconciliares son verdaderos Papas, aunque estén marcados por un pensamiento no católico.
  12. En cuanto al punto 11, son opiniones irreconciliables y por tanto no pueden ser todas ciertas, sólo una puede ser la verdadera. Juzgar cuál es la verdadera sólo puede hacerlo la Autoridad Suprema de la Iglesia. Hasta que la Suprema Autoridad de la Iglesia, una vez resuelta la crisis, no haya juzgado, todas ellas quedan como meras opiniones, legítimas y discutibles;
  13. Como meras opiniones, ninguna de ellas, aunque legítimamente sostenible, puede ser un criterio certero para afrontar la crisis;
  14. Dado que sólo la Autoridad Suprema de la Iglesia tiene derecho a juzgar la cuestión referida a la Sede, desarrollar/apoyar una tesis u otra será un ejercicio inevitablemente destinado a la no-solución. La cuestión de la Sede está destinada a permanecer abierta, sin resolver hasta el final de la crisis, hasta que se emita un determinado pronunciamiento por parte de la Autoridad Suprema;
  15. La diversidad de opinión respecto de la Sede nunca pueden ser motivo de división, ya que son opiniones discutibles y no verdades ciertas;
  16. Cualquiera que sea la opinión sobre la Sede, dada la crisis comprobada (también de la Sede romana y de toda la Jerarquía), la actitud prudencial debe ser en cualquier caso la de suspender el consentimiento, esperando el fin de la crisis.
  17. Démosle también a esta tesis nuestra el nombre de “sedeimportabledismo” en el doble sentido de:
    • “Me importa un bledo” la cuestión de la Sede, ya que es una cuestión irresoluble para nosotros y, por lo tanto, inútil plantearla;
    • “Me importa un bledo” lo que emana de la Sede, ya que quien se sienta (legítima o ilegítimamente, sólo material o incluso formalmente, de facto o de jure es una cuestión discutida) en la Sede está dominado por un pensamiento no católico y, por lo tanto, es prudente no escucharla.
El Grupo de los Nueve.
    
La situación actual es lamentable, sí (el mismo Moynihan comenta al presentar la traducción inglesa «Este documento presenta la frustración de muchos católicos en este tiempo»). La falsa Iglesia del Vaticano II se ha apoderado del puesto institucional de la Iglesia Católica, y sus herejías y apostasías son un hecho notorio. Y ante ello, solo hay dos opciones: o alinearse con el error y la apostasía, o combatir por la Verdad. Dicho de otra forma: O SEDEPLENISMO O SEDEVACANTISMO. No hay término medio ni componenda posible, llámese Reconocer y resistir, Sedeprivacionismo (Papado materiáliter), Sedeimportabledismo o como se quiera llamar. Y este denominado “Grupo de los nueve” eligió el camino de los ignavi, y su herencia, aunque no sea el Anteinfierno dantesco, es la afrenta de ser tenidos no como los “Arditi” que pretenden evocar en el nombre de su teoría, sino como cobardes y tibios, Y A LOS TIBIOS DIOS LOS VOMITA 

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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)

Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)