Traducción de la noticia publicada por Tomasso Scandroglio en CORRISPONDENZA ROMANA.
Hay un juez que en Canadá ha legalizado el poliamor. Sucedió lo siguiente. Bill y Eliza* tienen una relación. En esta relación, con el consenso tanto de Bill como de Eliza, entra también Olivia, la cual deviene en amante tanto de él como de ella. Luego Bill y Eliza tienen un hijo de nombre Clarke. En el crecimiento del niño interviene también Olivia la cual, por medio de algunos medicamentos, llega a producir leche y a amamantar a Clarke.
Los padres de Clarke querían que también Olivia fuese reconocida como madre, tanto que figure con este título en su certificado de nacimiento. El iter judicial para obtener este resultado llega a su fin en la Alta Corte de Columbia Británica, una provincia canadiense. El lunes 26 de abril la juez Sandra Wilkinson aprobó la solicitud a los tres, precisando que en tal modo se llenaba una laguna presente en la ley provincial conocida como Family Act Law. Esta ley –es importante precisar– permitía reconocer tres padres en los casos de fecundación artificial heteróloga. En estos casos los padres son la pareja solicitante y el «donante» de esperma u ovocitos. La argumentación lógica, dadas estas mismas premisas erradas, no puede sino ser la siguiente: si un «donante» de gametos puede convertirse en progenitor, no se ve porqué no puede serlo también otro sujeto que ha satiafecho las cargas típicamente parentales como las concernientes a la educación del menor. La juez declaró: «Las pruebas indican que el legislador no había previsto la posibilidad que un niño pudiese ser concebido a través de una relación sexual y tener más de dos padres. En pocas palabras, el legislador no ha contemplado la familia poliamorosa».
No es la primera sentencia de este tipo. En 2018 un tribunal de Terranova y Labrador reconoció una mujer y dos hombres como padres de un menor, permaneciendo siempre incierto cuál entre los dos fuese el padre biológico. Reconocer una plurigentorialidad en casos como estos, o sea, en caaoa en los cuales más personas están ligadas por meros vínculos afectivoa mas no por vínculos conyugales, significa reconocer al mismo tiempo los vínculos poliamorosos. Las causas próximas de esta enésima deriva moral son muchas. Queriendo destacar las más sobresalientes, podremos indicar in primis la legalizacióne de la fecundación artificial y en especial la de tipo heterólogo. Si se legitima esta práctica se puede legitimar, como hemos visto, también la triple genitorialidad que nace por tal práctica. En segundo lugar, la legitimación de la homogenitorialidad. Si el límite de la diversidad sexual debe ser eliminado respecto al tema de la genitorialidad, así también debe suceder para los límites numéricos. ¿Por qué un niño debe ser constreñido a tener solo dos padres y no tres o cuatro? Y después tres es seguramente mejor que dos.
Si estas son algunas de las causas próximas, los efectos futuros de esta sentencia y otras similares que vengan podrían ser al menos las siguientes: la legalización de la poligamia y la poliandria. Si se legitima una simple relación afectiva y sexual entre más personas, a fortióri se deberá legitimar una relación conyugal entre más personas porque, a diferencia de la primera, en la poligamia y en la poliandria hay precisamente una asignación de múltiples responsabilidades entre los «cónyuges».
Segundo efecto posible: más personas, e tiempos sucesivos, también mucho más allá en eo tiempo en que vino al mundo el niño, y por los motivos más disparatados podrán ser declarados padres. En el caso antes referido hemos tenido una mujer que después del nacimiento de Clarke fue reconocida como genitora porque había contribuido a su educación y porque estaba inserta en la relación entre Eliza y Bill. Otros motivos serían suficientes para emitir declaraciones de paternidad similares: ayudar en el quehacer doméstico, haber contribuido económicamente a la vida familiar, ser el médico, el abogado o el comercialista del núcleo familiar originario, haber inspirado algunas elecciones fundamentales en la familia en cuanto persona particularmente carismática, pensemos en un hombre de cultura, en una persona muy importante, precisamente en un sacerdote. Cualquier motivo sería bueno para devenir en padre.
Este suceso testifica que ahora la.familia está en liquidación, o sea, se ha liquidado porque hace tiempo se evaporó la institución del matrimonio y mucho antes las auténticas relaciones afectivas. Muchísimo antes se liquidó la verdadera antropología, o sea el reconocimiento de cuál sea la naturaleza del hombre y sus exigencias y deberes. La identidad del hombre, de la familia y de la paternidad no es dada ya por un hecho metafísico que reconocer, sino una realidad social inventada y creada por el hombre, manipulable a su placer según su capricho y por tanto sale al baile en libre arbitrio.
* Nombres cambiados.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)