Mal que le pese a Francisco Bergoglio, que en un evento virtual el 20 de Mayo de 2021 dijo a la red de su fundación “Scholas Occurréntes”: «Lo digo sinceramente: A mí me duele el corazón cuando veo a algunos sacerdotes que bendicen las armas, instrumentos de muerte. Los instrumentos de muerte no deben ser bendecidos», o a Daniel Patrick Horan OFM, que en respuesta al discurso de sor Diedre Byrne POSC en la Convención nacional del Partido Republicano trinó el 26 de Agosto de 2020 diciendo: «Las
armas, por definición, son instrumentos de violencia. La oración NO es
un arma, los sacramentales para oración como los rosarios no son armas.
Cristo predicó y vivió un mensaje de no violencia, y la oración es
siempre sobre el amor, el amor de Dios. Militarizar la fe es molesto e
idólatra»,
el Catolicismo tradicional es una religión de lucha, de milicia, y
enseña que como existe el imperativo de defenderse ante un ataque
injusto (la legítima defensa en el ámbito particular, la guerra justa en
las naciones), las armas son su instrumento para tal fin. Y en tal
sentido, el Pontifical Romano tradicional incluye cuatro bendiciones
relacionadas con el ámbito militar, que son las siguientes:
BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DE LA CRUZ PARA LOS QUE VAN A APOYAR Y DEFENDER LA FE CRISTIANA, O A RECUPERAR TIERRA SANTA
Quienes
van a partir en apoyo y defensa de la fe Cristiana, o la recuperación
de Tierra Santa, arrodillados ante el Obispo, mientras uno de los
ministros sostiene la cruz que se bendecirá para imponerla. Entonces el
Obispo, de pie sin mitra, dice sobre la Cruz:
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
Oremus.
Omnípotens
Deus, qui crucis signum pretióso Fílii tui Sánguine dedicásti, quíque
per eámdem crucem Fílii tui Dómini nostri Jesu Christi mundum redímere
voluísti, et per virtútem ejúsdem venerábilis crucis humánum genus ab
antíqui hostis chirógrapho liberásti; te supplíciter exorámus, ut
dignéris hanc crucem patérna pietáte bene ✠ dícere, et cœléstem
ei virtútem, et grátiam impertíre, ut quicúmque eam in passiónis et
crucis Unigéniti tui signum ad tutélam córporis, et ánimæ super se gestáverit, cœléstis grátiæ plenitúdinem in ea, et múnimen váleat tuæ benedictiónis accípere. Quemádmodum virgam Áaron ad rebéllium perfídiam repelléndam benedíxisti, ita et hoc signum tua déxtera béne ✠ dic; et contra omnes diabólicas fráudes virtútem ei tuæ defensiónis impéndas: ut portántibus illud ánimæ
páriter, et córporis prosperitátem cónferat salutárem, et spirituália
in eis dona multíplicet. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum [Dios
Omnipotente, que por la preciosa Sangre de tu Hijo dedicaste el signo
de la Cruz, y que por la misma Cruz de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor,
quisiste redimir al mundo, y por la virtud de su misma venerable Cruz
liberaste al género humano de la escritura del antiguo adversario;
suplicámoste que te dignes con paterna piedad ben ✠ decir
esta cruz e impartirle la virtud y gracia celestial, para que el que la
porte sobre sí como la señal de la Pasión y la Cruz de tu Hijo
Unigénito, para la protección de su cuerpo y su alma, merezca recibir la
protección de tu bendición. Del mismo modo en que bendijiste la vara de
Aarón para repeler la perfidia de los rebeldes, ben ✠ dice también esta señal con tu diestra; y otórgale el poder de tu defensa contra
todas las insidias del diablo, para que pueda conferir sobre los que la
portan la prosperidad de la salvación tanto del alma como del cuerpo, y
multiplicar en ellos los dones espirituales. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor]. R. Amen.
Luego el Obispo asperja la Cruz con agua bendita, y dice sobre los que la van a recibir:
Orémus.
Dómine
Jesu Christe, Fili Dei vivi, qui es verus et omnípotens Deus, splendor,
et imágo Patris, et vita ætérna; qui tuis discípulis asseruísti, ut
quicúmque vult post te veníre, semetípsum ábneget, et suam crucem
tollens te sequátur, quǽsumus imménsam cleméntiam tuam, ut hunc fámulum
tuum, qui juxta verbum tuum seípsum abnegáre, súamque crucem tóllere, et
te séqui, ac contra inimícos nostros pro salúte pópuli tui elécti
properáre, et pugnáre desíderat, semper, et úbique prótegas, ac a
perículis ómnibus éruas, et a vínculo peccatórum absólvas, accéptumque
votum ad efféctum dedúcas optátum. Tu, Dómine, qui es via, véritas, et
vita, et in te sperántium fortitúdo, ejus iter bene dispónas, et
próspera cuncta concédas; ut inter præsentis sǽculi angustias, tuo
semper auxilio gubernetur. Mitte ei, Dómine, Ángelum tuum Raphaélem, qui
Tobíæ comes fuit in itínere suo, ejúsque patrem a córporis cæcitáte
liberávit, in eúndo et redeúndo sit ei defénsor contra omnes visíbiles
et invisíbiles hostis insídias, et omnem mentis et córporis ab eo
cæcitátem repéllat. Qui cum Deo Patre, et Spíritu Sancto vivis et
regnas Deus, per ómnia sǽcula sæculórum. [Oh
Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, que eres el Dios verdadero y
todopoderoso, esplendor e imagen del Padre, y vida eterna; que
proclamaste a tus discípulos que quien quiera venir en pos de Ti debe
negarse a sí mismo, y tomando su cruz, seguirte; suplicamos a tu inmensa
clemencia que protejas siempre y en todo lugar a este tu siervo, que
según Tu palabra, desea negarse a sí mismo, y tomando su cruz y
seguirte, y por la salvación de tu pueblo elegido se apresta a combatir
contra nuestros enemigos; líbralo de todos los peligros, y absuélvelo de
las cadenas del pecado, recibe su voto y condúcelo a su efecto deseado.
Tú, Señor, que eres el camino, la verdad y la vida, y la fortaleza de
los que en Ti esperan, dispón bien su camino, y concédele toda
prosperidad; para que en medio de las dificultades de este mundo
presente, pueda ser siempre dirigido por Tu auxilio. Envíale, Señor, a
tu Ángel San Rafael, que fue el compañero de Tobías en su camino y
liberó a su padre de la ceguera corporal, para que en su camino y su
regreso, sea su defensor contra todas las asechanzas de los enemigos
visibles e invisibles, y aleje de él toda ceguera de alma y cuerpo. Tú
que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, Dios, por todos los
siglos de los siglos]. R. Amen.
El Obispo entonces se sienta, y recibiendo la mitra, les impone la Cruz diciendo:
Áccipe signum crucis, in nómine Pa ✠ tris, et Fí ✠ lii et Spíritus ✠ Sancti,
in figúram crucis, passiónis, et mortis Christi, ad tui córporis, et
ánimæ defensiónem: ut divínæ bonitátis grátia post iter explétum, salvus
et emendátus ad tuos váleas remeáre. Per Christum Dóminum nostrum [Recibe la señal de la cruz, en el nombre del Padre ✠ , y del Hijo ✠ , y del Espíritu ✠ Santo,
como figura de la Cruz, Pasión y muerte de Cristo, para defensa de tu
cuerpo y alma: para que por la gracia de la divina bondad puedas
regresar a los tuyos salvo y enmendado después de cumplido el viaje. Por
Jesucristo, nuestro Señor]. R. Amen.
Finalmente,
el Obispo asperja con el agua bendita a los que son signados con la
cruz, que de rodillas besan la mano del Obispo, y se retiran.
BENDICIÓN DE LA ARMADURA
El
Obispo que va a bendecir la armadura, que algún ministro sostiene ante
él, o puesta sobre el altar o alguna mesa, dice de pie, sin mitra:
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
Oremus.
Benedíctio Dei omnipoténtis, Pa ✠ tris, et Fí ✠ lii, et Spíritus ✠ Sancti,
descéndat super hæc arma, et super induéntem ea, quíbus ad tuéndam
justítiam induátur. Rogámus te, Dómine Deus, ut illum protégas, et
deféndas, qui vivis et regnas Deus, per ómnia sǽcula sæculorum [Que la bendición de Dios omnipotente, Padre ✠, Hijo ✠, y Espíritu ✠ Santo,
descienda sobre esta armadura, y sobre quien la viste, para que, pueda
defender la justicia. Te rogamos, Señor Dios, que lo protejas y
defiendas, Tú que vives y reinas por todos los siglos de los siglos]. R. Amen.
Otra oración
Oremus.
Deus
omnípotens, in cujus manu victória plena constítit, quíque étiam David
ad expugnándum rebéllem Góliam vires mirábiles tribuísti, clementiam
tuam húmili prece depóscimus, ut hæc arma almífica pietáte bene ✠ dícere dignéris; et concéde fámulo tuo N. eádem
gestáre cupiénti, ut ad múnimen, ac defensiónem sanctæ matris Ecclésiæ,
pupillórum, et viduárum, contra visibílium et invisibílium hóstium
impugnationem, ipsis líbere et victorióse utátur. Per Christum Dóminum
nostrum [Dios
omnipotente, en cuya mano descansa la victoria plena, y que diste
también a David una admirable fuerza para vencer al rebelde Goliat,
presentamos humildemente nuestra súplica a tu clemencia, para que por tu
santísima piedad te dignes ben ✠ decir esta armadura, y concédele a tu siervo N. que desea
vestirla, que pueda usarla libre y victorioso para la protección y
defensa de la Santa madre Iglesia, de los huérfanos y las viudas, contra
los asaltos de los enemigos visibles e invisibles. Por Jesucristo
nuestro Señor]. R. Amen.
Luego la armadura es asperjada con agua bendita.
BENEDICTIO ENSEM, VEL SCOPLÉTUM (BENDICIÓN DE LAS ESPADAS O DE LAS ARMAS DE FUEGO)
El
Obispo, estando de rodillas ante él quien recibirá la espada o el arma
que quiere bendecir, teniéndola ante él uno de los ministros, estando de
pie sin la mitra, dice:
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
Oremus.
Bene ✠ dícere
dignéris, quǽsumus, Dómine, ensem istum (scoplétum istum | pistólium
istum | bombardárum istam)*, et hunc fámulum tuum (fámulam tuam) N., qui
eum, te inspiránte, suscípere
desíderat; pietátis tuæ
custódia múnias et illǽsum
custódias.
Per Dóminum nostrum Jesum
Christum, Fílium tuum, quí
tecum vivit et regnat in unitáte
Spíritus Sancti, Deus, per
ómnia sǽcula sæculórum. [Suplicámoste,
Señor, te dignes ben ✠ decir esta espada (este fusil | esta pistola | este cañón), y
a tu siervo (tu sierva) N., que por tu inspiración desea recibir, para
que en tu piedad lo guardes y lo custodies ileso (la custodies ilesa)].
Amen.
Luego asperja la espada (o el fusil, o la pistola) con agua bendita.
Entonces sentado, poniéndose la mitra, entrega el arma al que la va a recibir, estando de rodillas ante él, dice:
Áccipe ensem istum (scoplétum istum | pistólium istum | bombárdam istam), in nómine Pa ✠ tris, et Fí ✠ lii, et Spiritus ✠ Sancti,
et utáris eo ad defensiónem tuam, ac sanctæ Dei Ecclésiæ, et ad
confusiónem inimicórum crucis Christi, ac fídei christiánæ; et quántum
humána fragílitas permíserit, cum eo néminem injúste lædas; quod ipse
tibi præstáre dignétur, qui cum Patre, et Spíritu Sancto vivit et regnat
Deus in sǽcula sæculórum [Recibe esta espada (este fusil | esta pistola | este cañón), en el nombre del Padre ✠ , y del Hijo ✠ , y del Espíritu ✠ Santo,
y úsala para tu defensa, y de la santa Iglesia de Dios, y para
confusión de los enemigos de la Cruz de Cristo y de la fe cristiana; y
en cuanto lo permita la fragilidad humana, no lesiones injustamente con
ella a nadie. Que se digne concedértelo Él, que con el Padre y el
Espíritu Santo vive y reina, Dios, por los siglos de los siglos]. Amen.
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
Let us pray.
Exáudi, quǽsumus, Dómine,
preces nostras et hunc ensem
Majestátis tuæ déxtera dignáre
bene ✠ dícere, quátenus fámulus
tuus [fámulas tuas], qui eo utétur, possit esse
defénsor ecclesiárum,
viduárum, orphanórum,
omniúmque Deo serviéntium,
contra sævítiam paganórum atque hæreticórum; aliísque
sibi insidiántibus fit terror et
formído.
Per Christum Dóminum
nlstrum. [Suplicámoste, oh Señor, escuches nuestras súplicas, y con la diestra de tu Majestad, dígnate ben + decir
esta espada (este fusil | esta pistola | este cañón), que tus siervos (tus siervas)
desean portar, para que puedan defender y proteger las iglesias, viudas,
huérfaos y los siervos de Dios contra la crueldad de los paganos y
herejes, y puedan ser el terror y miedo de cualquier otro enemigo. Por
Jesucristo nuestro Señor]. Amen.
BENDICIÓN DEL ESTANDARTE DE GUERRA
El Obispo que quiera bendecir el estandarte de guerra, que uno de los ministros tendrá ante él, estando sin mitra, dice:
℣. Adjutórium nostrum in nómine Dómini.
℟. Qui fecit cœlum et terram.
℣. Dóminus vobíscum.
℟. Et cum spíritu tuo.
Oremus.
Omnípotens
sempitérne Deus, qui es cunctórum benedíctio, et triumphántium
fortitúdo; réspice propítius ad preces humilitátis nostræ, et hoc
Vexíllum, quod béllico úsui præparátum est, cœlésti bene ✠ dictióne
sanctífica; ut contra adversárias, et rebélles natiónes sit válidum,
tuóque munímine circumséptum, sítque inimícis christiáni pópuli
terríbile, átque in te confidéntibus solidaméntum, et certa fidúcia
victóriæ. Tu enim es Deus, qui cónteris bella, et cœléstis præsídii
sperántibus in te præstas auxílium. Per unicum Filium tuum, Christum
Dóminum nostrum, qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti
Deus, per ómnia sǽcula sæculórum [Omnipotente
y sempiterno Dios, que eres la bendición de todos y fortaleza de los
vencedores, mira propicio nuestras humildes súplicas, y santifica con la
ben ✠ dición celestial este
estandarte dispuesto para el uso de la guerra, para que pueda ser
poderoso contra las naciones enemigas y rebeldes, y rodeado por tu
protección, sea terrible a los enemigos del pueblo cristiano, fortaleza
de aquellos que confían en Ti y confianza cierta de la victoria. Porque
Tú eres Dios, que pones fin a las guerras y concedes el auxilio de la
protección celestial para los que esperan en Ti. Por Jesucristo tu único
Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por todos los siglos de los siglos] R. Amen.
Luego
asperja el estandarte con agua bendita. Entonces sentado, puesta la
mitra, estando de rodillas aquel a quien le entregará el estandarte de
guerra, le entrega el estandarte diciendo:
Áccipe
Vexíllum cœlésti benedictióne sanctificátum, sítque inimícis pópuli
Christiáni terríbile, et det tibi Dóminus grátiam, ut ad ipsíus nomen et
honórem, cum illo hóstium cúneos poténter penétres incólumis et secúris
[Recibe este estandarte, santificado por la bendición celestial,
y que sea terrible para los enemigos del pueblo cristiano, y que el
Señor te dé la gracia que en su Nombre y honor, puedas penetrar incólume
y seguro en medio de los bandos enemigos].
Luego le da el ósculo de paz, diciendo: Pax tibi. Aquí, recibido el estandarte, besa las manos del Obispo, se levanta y desciende.
Como muchas ceremonias tradicionales, estas bendiciones fueron suprimidas por Roncalli en 1961 (la bendición de la cruz fue alterada para hacerla una bendición de la Cruz pectoral de los obispos), ad portas de un Concilio Vaticano II que quería ser de apertura al mundo, enemigo mortal de la Iglesia Católica. Y en 1984, salió el Bendicional conciliar tras un proceso de dos décadas de elaboración, que redujo
algunos de los ritos de bendiciones más espléndidos y antiguos a poco
más que historas bíblicas y reflexiones que un presbítero señaló: «El nuevo Liber de Benedictiónibus debieron titularlo mejor como el Liber de Pía Desidéria». En resultas de esto, tenemos que la Secta Vaticana se avergüenza y pide perdón por las Cruzadas, sale con las chorradas pacifistas de Bergoglio y Horan, o vemos esta horterada del presbítero estadounidense Timothy R. “Tim” Pelc, que para la Pascua de 2020 se le ocurrió emplear una pistola de agua para “bendecir” a sus feligreses, usando además mascarilla, guantes quirúrgicos y una careta de metacrilato, provocando memes en internet:
Líbranos, Señor.
NOTA ÚNICA
* Esta bendición se puede aplicar también a las armas de fuego, remplazando ensem (espada) por scoplétum (fusil), pistólium (pistola) o bombárdam (cañón), según el caso.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)