Noticia tomada de GLORIA NEWS.
La Eucaristía del Jueves Santo en la notoria parroquia de Santa Sabina en la Archidiócesis de Chicago fue una especie de servicio protestante con algunas “palabras de consagración”.
Siendo Novus Ordo, la actuación no tenía altar sino una mesa de banquete alrededor de la cual se sentaban doce hombres y mujeres vestidos como vicepresidentes del banquete, como si un banquete necesitara un presidente.
Incluía bailes coreografiados, efectos de iluminación púrpura, luces estroboscópicas de bolas de discoteca, ruido brutal con platillos chocantes y gritos y música de piano tintineante.
Durante el espectáculo, el presbítero Michael L. Pfleger (que además usaba el talit judío) celebró a su propia persona.
El cardenal Blase Cupich de Chicago, que supuestamente se preocupa por la doctrina católica, ha prohibido brutalmente la verdadera misa porque es una amenaza [real] a la “unidad” de la iglesia caótica cupichiana.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)