Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
El compositor checo Antonín Dvořák (1841-1904), uno de los grandes de la música clásica en la Era romántica, fue un devoto católico durante toda su vida.
Su arreglo del Stabat Mater es el más largo que se haya compuesto, inspirado por la muerte de su hija Josefa.
Incluso el agnóstico Johannes Brahms fue impresionado por la música de Dvořák, y se convirtió en campeón de Dvořák.
Dvořák visitó los Estados Unidos en 1892-1893, donde asistía diariamente a la Misa Latina Tradicional por inspiración y tocaba el órgano para la Misa.
El compositor checo Antonín Dvořák es ciertamente uno de los grandes de la música clásica en la Era romántica. Él es conocido por sus sinfonías (incluyendo la famosa Sinfonía del Nuevo Mundo), conciertos para violonchelo y piano, cuartetos de cuerdas, y óperas. Entre sus obras más populares están los dos libros de Danzas Eslavas. Pero entre sus obras más importantes están sus obras católicas: el arreglo de Stabat Mater más largo que se haya escrito, una Misa de Réquiem, una Misa en re (D) mayor, y un Te Deum. Adicionalmente, compuso un ciclo de cantos de diez canciones bíblicas.
Dvořák, a diferencia de muchos compositores católicos lapsos como Ludwig von Beethoven, fue un devoto católico. Dvořák permaneció firme en la fe católica (tradicional) durante toda su vida, y le sirvió como una inspiración constante en su música (anotamos que la historia de Beethoven acabó bien cuando en su lecho de muerte regresó a la fe católica en que fue bautizado, y llamó a un sacerdote para recibir la Extremaunción).
La música de Dvořák ganó incluso al gran Johannes Brahms para su música, y Brahms ciertamente no era católico, sino, bautizado como luterano, cayó en el agnosticismo. Tan entristecido por el estado del alma de su amigo Brahms, el devoto católico Dvořák escribió: «¿Tal hombre, tan hermosa alma? ¡Y no cree en nada! ¡Él no cree en nada!». Puede señalarse a este respecto que aunque Beethoven consideró su más hermosa obra la Missa Solemnis en re (D) mayor, a Brahms le faltó la inspiración para componer una Misa.
Católicos tradicionales, Antonín Dvořák visitó los Estados Unidos en 1892-93, donde asistió diariamente a la Misa (Latina tradicional) por inspiración y tocaba el órgano para la Misa. Es esa Misa Católica Latina Tradicional, la que inspiró al Maestro Johann Sebastian Bach, aunque luterano, a escribir la pieza musical más sublime jamás escrita, la Misa en si (B) menor, e inspiró virtualmente a cada gran compositor de todas las épocas desde los tiempos medievales hasta hoy (aunque no en la Iglesia Novusordita, que mató la herencia musical católica en su secta).
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)