Noticia tomada de distintas fuentes. Comentario propio.
Ayer sábado 25 de Noviembre, las audiencias que tenía agendadas Francisco Bergoglio para ese día fueron canceladas, aduciendo la prensa vaticana un presunto resfriado. Pero ese mismo día, él tenía agendada una tomografía computarizada de pecho, por lo que tal versión no era plausible.
Al medio día de hoy 26, para dar el Ángelus, apareció vía enlace de vídeo en la capilla de la Casa Santa Marta.
«Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones [neumonitis], y para leer la reflexión está monseñor Paolo Braida, porque es él quien las escribe, y lo hace muy bien», dijo mientras, con su mano derecha (que tiene una cánula para administración vía intravenosa de antibiótico) señalaba el pulmón izquierdo.
Bergoglio (quien a los 21 años le fue removido el lóbulo superior del pulmón derecho tras una infección y derrame pleural) tenía el rostro pálido e inexpresivo y la voz ronca. Cada vez que tosía, la cámara evitaba el primer plano y rompía el encuadre.
Braida leyó las reflexiones post-Ángelus (haciendo referencia a la guerra en Gaza y el Holódomor ucraniano –genocidio causado entre 1932 y 1935 por Stalin–) y los saludos, para luego ceder el micrófono a Bergoglio que dijo su habitual despedida: «A todos les deseo un buen domingo, un buen almuerzo, y no dejen de rezar por mí».
Paolo Luca Braida (* 1959), nació en Milán y fue “instalado” presbítero para la diócesis de Lodi el 20 de Junio de 1987, es quien desde 2013 le escribe los discursos a Bergoglio y coordinador de la Sección italiana de Secretaría de Estado, en remplazo de Giampiero Gloder (que fue nombrado rector de la Pontificia Academia Eclesiástica, donde se forman los nuncios). Egresado de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en 1983 con la tesis “Lo trágico en el pensamiento de Hans Urs von Balthasar” y escritor de poemas, en 2004 fue hecho Comendador de la Orden al Mérito de la República Italiana, y en Diciembre de 2022 fue nombrado Protonotario Apostólico Numerario.
Quince días atrás, Bergoglio canceló parte de su agenda porque “no se sentía bien”.
COMENTARIO: Que le estén leyendo los discursos a Bergoglio hace recordar al ya lejano 2003, cuando las condiciones de salud de Juan Pablo II Wojtyła se empeoraron a tal punto que no pudo hablar más, este le cedió el micrófono al entonces sustituto de la Secretaría de Estado el argentino Leonardo Sandri Righi (quien estuvo allí desde el último período de Pablo VI Montini, y después fue remplazado por Giovanni D’Ercole, que en 2009 fue nombrado obispón auxiliar de Áquila y en 2014 ordinario de Áscoli, donde renunció en 2020).
A los tartufos que vendrán con el reproche de «Os alegra que esté enfermo y le deseáis la muerte» o algo por el estilo, sepan que ni al más ruin y miserable de los hombres le deseamos el mal, sino que oramos para que tengan ellos una larga vida y se arrepientan de sus pecados (aunque algunos humanamente se ve que son tan obstinados que a veces dudamos en ello. Ya si mueren así y van al Infierno, ahí no podemos hacer nada más). Así que, vayanse más bien a ocuparse de sí y no se den mala vida viniendo por aquí.
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