¿QUÉ TEOLOGÍA LE HABRÁN ENSEÑADO LOS EUDISTAS AL EX-CURA LINERO?

ADVERTENCIAS:

1. El siguiente artículo contiene algunas expresiones blasfemas y ofensivas a los oídos piadosos, que se transcriben únicamente para informar y denunciar el hecho. Se recomienda encarecidamente rezar las Laudes Divinas y la Flecha de Oro para desagravio y reparación.
2. Hay expresiones regionales del español de Colombia, por lo que se explican dentro de un “[=]” para claridad de los lectores de otras latitudes.
3. El título es una pregunta retórica, porque es sabido que los seminarios de la Secta Deuterovaticana (así sean de neocones como los ex-Ecclésia Dei, porque ni ellos se salvan) solo pueden enseñar modernismo. De ahí que un sacerdote católico tradicional conocido de nosotros los llamase con toda razón “Fábricas de herejes”.

El conferencista y expresbítero eudista colombiano Alberto José Linero Gómez dijo en el programa “Me raya la cabeza” dio rienda suelta a las blasfemias e irreverencias:

   

Primero, aprovechando el tema del regionalismo en Colombia, le preguntaron a Linero si Dios es costeño [= de la Costa caribe] o es cachaco [= de la región Andina; o sujeto bogotano que se vestía elegante y tenía modales refinados]. Esto respondió:

Lo que pasa es que Dios es Dios, Dios es otra cosa, Dios es santo. La expresión santo significa lo otro, lo que no es como nosotros. Eso significa santo. Lo que pasa es que le ponemos tantas vainas. Lo que pasa es que la gente supone que Dios es hombre para justificar el machismo. El otro día, cuando yo escribí un libro –yo escribí un libro que se llamaba “Dios es mujer”–, [de] todas las manifestaciones femeninas de Dios en la Biblia. Y entonces, claro, la gente se ponía furiosa. “¿Cómo dice usted que Dios es mujer?”. Entonces yo, que soy grosero, “o sea, ¿qué, usted se imagina a Dios con miembro masculino?”. “Pues, ¡oh!, este… ¡no!”. “Ah, bueno, ¿entonces?”. Yo sé que Dios es espíritu, yo sé que es espíritu. Yo sé que no cabe en una cosa u otra. Yo sé que tiene lo femenino y que tiene lo masculino, pero no sé si es costeño. Jesús de Nazaret era costeño con toda seguridad. ¿Y por qué? Nació en el mar. En el mar de Tiberíades tenía el lago ése, que para ellos era un mar. No solo eso, sino que además está cerca del Mediterráneo.

Linero, además de relucir como un mal hablado, rezuma ignorancia crasa, porque Dios es Espíritu puro, y sin embargo se ha revelado como Padre, y en la plenitud de los tiempos Él envió a Su Hijo Jesucristo el Señor para salvarnos, quien se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de María Santísima y se hizo hombre, naciendo en Belén de Judea (que, si la geografía no miente para el momento en que se redactan estas líneas, está lejos, igual que hace 2024 años o en la época del Rey David, tanto del Mar Occidental/Mediterráneo como del Mar Salado/Muerto). Sí, vivió en Nazaret (donde se estableció al regresar de Egipto y vivió hasta que fue el momento de iniciar Su predicación), que también está equidistante del Mar Occidental y del Mar de Galilea/Tiberíades.

  

En otro corto del programa, Linero afirmó que para él, el diablo no existe, y relativizó el problema del mal a las puras elecciones humanas, usando como ejemplo el ron o la butifarra [= embutido hecho de carne picada de cerdo y adobada con sal, pimienta y otras especias. En el Caribe colombiano se come acompañada con limón y envuelto de yuca, y es el tema de un festival durante la fiesta patronal de San Antonio de Padua en el municipio de Soledad, Atlántico]:

«El diablo no existe, dejen de joder. Ese maniqueísmo de un diablo enfrentado a Dios… Eso es poca teología, eso es no haber estudiado teología. Dios es todopoderoso, es decir, yo creo que el diablo existe en cuanto existe el mal y en cuanto en el corazón del hombre hay la posibilidad del mal por la libertad. Pero yo no creo que haya una competencia. ¿Tú te imaginas a Dios peleando con el diablo? Dios creó todo y todo es bueno. Lo que es malo es el uso que el ser humano, desde su libertad, le pueda dar. El ron es bueno, ah. Pero si te vuelves alcohólico o si con tu ron terminas golpeando a la gente o agrediendo a los otros, lo malo es tu actitud. Y así podríamos pensarlo de todo. La butifarra, imagínate, ¿cómo va a ser mala?… “Y vio Dios que todo era bueno”, dice el libro del Génesis».

   

Y para ponerle la tapa a la olla, en ese mismo programa le preguntaron si la alta tasa de divorcios en la sociedad habla de una falta de autonomía, y soltó esta parrafada en defensa del divorcio:

«Primero: yo creo que puedo hablar de esto, porque yo durante 25 años no solo celebré matrimonios –presidí matrimonios–, sino que además acompañé parejas en su vida cotidiana, presencié rupturas, presencié reconciliaciones, presencié las peores peleas. Es más, yo les decía a algunas parejas: “Cuando vayan a pelear, me invitan, porque aprendo”. Es decir, los oigo y aprendo porque, como yo no tenía vida de pareja… en esto puedo hablar. Y no solo eso, sino que ahora tengo cinco años de vivir en una relación de pareja. Yo creo que hay dos desgracias. Yo creo que la primera desgracia es que a nosotros no nos enseñaron a trabajar en equipo. Y yo creo que es lo primero: Todo en la vida se reduce en equipos y a nosotros no nos formaron en eso. A nosotros no nos desarrollaron las habilidades que se requieren en un equipo, pero para la vida toda. ¿Qué es una pareja? Un equipo. ¿Qué es una familia? Un equipo. ¿Qué es el trabajo? Un equipo. ¿Qué es los amigos? Un equipo. Uno con amigo, ¿qué hace? Cuadrar vainas… Jugar de equipo, jugar en equipo.

  

Y lo segundo es que es que nos hicieron creer que las parejas –y esto lo voy a decir con cuidado– era una obligación. Y no [es así]. La gente quiere que todo el mundo este casado, y hay gente que no, y eso hay que valorarlo. No es una obligación. “¡Ay Alberto, tengo 30 años y no me he casado!” Felicitaciones. Vaya [y disfrute]. ¿Y por qué no? Cada uno tiene esa decisión. Eso es lo primero. Lo segundo, nos hicieron creer que hay que permanecer en pareja, aunque fuera un infierno. No, si esa vaina no está funcionando, pues hay que decirlo: “Hey, por amor a los dos… muy amable, seamos amigos. Si quieres, tiramos [= tengamos sexo casual] algunas veces. Pero no, vivir juntos es muy complejo…”. Pero tercero, yo creo que a nosotros no nos enseñaron a elegir. A nosotros nos hicieron creer que había que elegir enamorados… Tú sabes que cuando yo iba a casar a las personas –o iba a celebrar; se casan son ellos, yo iba a presenciar el matrimonio–, “Si están enamorados, no los caso”. Tanto, que así escribí un libro que se llama así: “Si estás enamorado, no se casen”. Porque es que el enamoramiento es un estado de perdida de la realidad. Un enamorado es un psicótico: ve lo que nadie ve. Yo lo he visto. ¿Tú no tienes amigas que te dicen: “Oye, encontré un man extraordinario”? Y tú lo ves, y no tiene nada extraordinario. Y tú dices: “Esta vieja…”. No es que está psicótica. Está viendo lo que nadie ve. Y yo creo que la gente se casa enamorada, y no. La gente tiene que casarse amando. La diferencia es que el enamoramiento idealiza; el amor ve la realidad.

   

Si tú me preguntas a mí si María Alcira, mi esposa, tiene defectos, yo te digo que sí y no tengo miedo. Sé cuáles son, y los puedo señalar. Pero la adoro y quiero estar con ella. Y si le preguntas a ella mis errores, tengo algunos, [carcajea] mentiras [carcajea]. Sabrá cuáles son. El poeta [Mario] Benedetti lo decía chévere, el poeta Benedetti decía: Es que en la relación de pareja somos tres: yo, tú y nosotros. Y esos tres sujetos tienen que estar: yo autónomo, libre, con mis propios sueños. Tú autónoma, libre, con tus propios sueños. Y nosotros donde construimos juntos. Mientras no entendamos esto, los divorcios van a continuar, y no sé a dónde vamos a llegar».

Alberto Linero fue “instalado” presbítero el 25 de Marzo de 1993 con el rito montini-bugniniano por el arzobispón emérito de Santa Fe de Antioquia Eladio Acosta Arteaga CJM († 2012), por lo que NUNCA FUE SACERDOTE CATÓLICO. Cabe preguntarse qué teología le enseñaron en el seminario Valmaría de la Congregación de Jesús y María - Padres Eudistas (congregación que llegó a Colombia en 1883 para dirigir seminarios como los de las entonces diócesis –hoy archidiócesis– de Cartagena de Indias y Santa Fe de Antioquia, y los de las diócesis de Santa Rosa de Osos y Ocaña), y en qué creía y qué enseñó en todos los 25 años que vivió del cuento predicando en las parroquias donde estuvo (y desde las cuales transmitía el servicio Novus Ordo en la televisión) y en los retiros y conferencias del “movimiento carismático” de Minuto de Dios, oyendo “reconciliaciones” (en el Novus Ordo no existe el Sacramento de la Confesión), o dando dirección espiritual, o en los cursos pre-matrimoniales, o en sus oracionales de “El Man está vivo” y el leccionario de fieles “Una puerta a la Palabra” hasta que en 2018, con un rotundo «me mamé» [= me hastié] de entrada y al son de la canción “Me rindo majestad” de Adolfo Pacheco Anillo, anunció que dejaba el presbiterado –posteriormente dijo que fue porque se sintió abandonado cuando estuvo hospitalizado por una crisis de diabetes, enfermedad de la que murió su padre Carlos en 2020–); y  y cinco años después se casó en secreto con la publicista María Alcira “Alci” Matallana Batista.