«Además del duque Jorge de Sajonia figura entre los Príncipes como uno de los más decididos adversarios de Lutero, Enrique VIII, rey de Inglaterra. Ofendido éste de las maneras violentas del heresiarca, pidió en Mayo de 1521 al Emperador V a los Príncipes palatinos que extirpasen de la faz de la tierra su detestable doctrina, prohibiendo bajo severísimas penas la lectura de sus escritos en los dominios de su corona. Mas este Príncipe, que se había dedicado a los estudios teológicos, le combatió también en este terreno, y en su “Defensa de los Siete Sacramentos” demostró las contradicciones en que había incurrido Lutero, particularmente en su obra “De la cautividad de Babilonia” [1].Enrique hizo llegar a manos del papa León X su trabajo, esperando obtener del romano Pontífice un titulo honorífico semejante al que se había concedido a los Reyes de España y Francia. En efecto, León X le otorgó el titulo de “defensor de la fe” (Defénsor fídei) [2] para sí y sus sucesores. El libro, si bien no merecía los excesivos elogios que entonces se le prodigaron, contenía un rico caudal de pruebas dogmáticas al alcance del pueblo, en particular sacadas de las innumerables contradicciones que se encontraban en los escritos del heresiarca sobre la confesión, las indulgencias y el Primado.Lutero le contestó en 1522 empleando formas extremadamente vulgares, frases intencionadas y groseras, que para él constituían el más atildado clasicismo [3]. Semejante grosería exacerbó de tal manera al regio autor que se valió de toda su influencia política para tomar venganza del fraile alemán [4]; sin embargo, éste paró el golpe echando mano de la más vil hipocresía, pues al saber que el Rey estaba a punto de romper con Roma A causa de su petición de divorcio, esperando atraerle por ese medio a su partido, le escribió en 1528 una carta llena de adulaciones, en la que no solamente le pedía perdón por los agravios que le había inferido, sino que se obligaba a retractarse; mas el Rey, ofendido en la fibra más delicada de su corazón, rechazó sus ofertas, sacando a su adversario a la vergüenza pública, lo que dio margen al heresiarca para prorumpir en más violentos ataques [5]».
Card. JOSÉ HERGENRÖTHER HORSCH, Historia universal de la Iglesia, vol. 9: “La pestilencia protestante, el Concilio de Trento, y el nacimiento de los jesuitas”. Traducción propia.
NOTAS
[1] Las cartas de Enrique VIII contra Lutero: Walch, 1. c. pte. 19 p. 153 sigs. Kapp. Nachleae, II p. 458. Cyprian, Documentos útiles II p. 158. Assertio septem sacramentorum adv M. Lutherum. Londres 1521, en 4.º, reimpreso en Amberes, 1522, en 4.º, y sin pie de imprenta en 1523; vertido al alemán por Emser en 1522. Compárese con Plank, Geschite des protest Lehrbegriffs II, 98.
[2] Pallavicini, loc. cit, II. 1, 8. ha demostrado que el título de Defensor de la fe, le fue conferido por León X y no por Clemente VII. Comp. la Bula del 11 de Octubre de 1521 en Rymer. Fœd. XIII. 756. Conc. M. Brit. III. 693. Gerdes, Mon. IV. 178. La Bula de Clemente VII, del 5 de Marzo de 1523, confirmando dicha gracia en Eyracr. XIV. 13. Conc. M. Brit. III. 702. Gieseler, III, II p. 3, N. 4.
[3] Luth. contra regem Angl. 1522. 4. Opp. lat. ed. Jen. II. 516. En el “Eclesiástes de Wittenberg, por la gracia de Dios”, llama a su adversario asno coronado, desalmado, bellaco, insensato, desecho de todos los cerdos y asnos, blasfemo, loco Enrique, desvergonzado mulo real, «que ha osado untar con su mierda la corona de mi Rey Jesucristo, cuya doctrina yo poseo».
[4] Carta de Enrique VIII a los Príncipes sajones, del 22 de Enero de 1523. Cyprian., Epist. clar. vir. ex biblioth. Goth. autogr. p. 9, en Gerdes, loc. cit. p. 119. Respuesta del Príncipe palatino Cipriano en “Documentos útiles”, II p. 276.
[5] Sobre la oposicion de Enrique á Lutero: De Wette. III p. 23sigs. Walch, loc. cit., parte 19, p. 468 ss. 512 ss.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)