Noticia tomada de GLORIA NEWS.
Valter Tuninetti escribió en Alleati dell’Eucarestia e del Vangelo el 29 de Febrero sobre sus intentos de persuadir a su obispón diocesano para que permitiera la celebración de la Misa Romana en su diócesis.
Tuninetti no nombra al obispó ni a su diócesis, pero es de Bra, que pertenece a la archidiócesis de Turín (cuyo arzobispón es Roberto Repole Mancuso, un supuesto “teólogo”).
El 11 de Diciembre de 2023, Tuninetti se reunió con el obispón para entregarle las 36 firmas de los fieles de su diócesis para solicitar que se celebrara una Misa en rito roncalliano en la diócesis.
Durante la reunión, el prelado le preguntó a Tuninetti si los treinta y seis firmantes conocían bien el latín y cómo lo habían aprendido, ya sea en la escuela o por su cuenta, ya sea por pura pasión o por otras razones (sic).
Viendo la mirada sorprendida de Tuninetti, el obispón se justificó: «Eh, porque es necesario saber bien el latín, Es necesario entender lo que se dice… Este precisamente es el motivo por el cual la reforma litúrgica ha considerado sustituir el latín en la Misa con las lenguas nacionales. Conviene entender lo que se dice, durante la Misa».
El obispón estaba contradiciendo el Concilio Vaticano II, que dice en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium 35, que «el uso de la lengua latina debe mantenerse en los ritos latinos». El Concilio Vaticano II no pidió a los fieles que aprendieran latín.
Valter Tuninetti le explicó al obispón: «Pero, Monseñor, ¿cómo quiere comprender un misterio tan enorme como el de Dios? Entender el latín es una cuestión secundaria. Es Jesús quien se ofrece por nuestra salvación quien ante todo debe ser CONTEMPLADO», a lo cual repuso el obispón: «Tienes razón, pero el motivo principal de la celebración en la lengua nacional es hacer que el pueblo entienda lo que se dice».
El obispón entonces le hizo muchas preguntas:
- si el grupo ya asistió a la Misa antigua en algún lugar,
- dónde exactamente,
- por cuánto tiempo,
- si también asistieron a la eucaristía y a la parroquia Novus Ordo.
Después de este interrogatorio, el príncipe de la Iglesia concluyó arrogantemente que Tuninetti tenía motivos espirituales “débiles”, lo llamó “nostálgico” y rechazó su solicitud.
Podría usar el mismo argumento para condenar a los que leen la Biblia porque es muy antigua, de modo que sus lectores deben ser “nostálgicos”.
El Príncipe de la Secta Conciliar terminó la conversación diciendo a Tuninetti que consultaría con los obispones de las diócesis vecinas, y y Tuninetti anunció que lo visitaría nuevamente a principios de 2024 para conocer la decisión final del Príncipe.
Cuando se le pidió registrar la carta o responder por escrito, se negó rotundamente, pronunciando una frase que casi sonó a reproche y que es la siguiente: «Si confías bien en mí. Si no, no lo aceptaré».
El 9 de Febrero tuvo su segunda reunión con el obispón: sin éxito. El príncipe era rígido e inflexible, y se negaba a conceder la Misa Roncalliana, aduciendo esta vez que solo aprovecharía a los grandes santuarios y no a los fieles de la diócesis.
Pero Tuninetti no tiene intención de darse por vencido:
«Obviamente no me rendiré. Haré más “redadas” en su oficina. Lo molestaré en la sacristía después de la Misa y obviamente estaremos en presencia orante en el lugar, para orar por la conversión de esteobispoy de muchos otros como él que, abusando de una autoridad que viene de Dios mismo, se sienten obligados a negar el alimento espiritual para los fieles hambrientos de Gracias celestiales».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)