EL VELO HUMERAL “BOY LOVER” DE BERGOGLIO

Siguen apareciendo cada vez más detalles oscuros en torno a Bergoglio. En la jornada de adoración al que creen es “Jesús Sacramentado” (ultrajando realmente al Señor, que NO ESTÁ PRESENTE EN LA LITURGIA CONCILIAR -NI EN LA ORDINARIA NI EN LA EXTRAORDINARIA-) expuesto en la custodia de la Antimaría, en el marco del nunca suficientemente lamentable y censurable “Woodstock conciliar” [Woodstock fue un festival hippie cerca de un pueblo del mismo nombre en el estado de Nueva York que proclamaba el pacifismo y practicaban el “amor libre”] que es la wojtyliana “Jornada Mundial de la Juventud” (cuya trigésimo cuarta versión se realizó en Ciudad de Panamá del 22 al 27 de Enero próximo pasado), Bergoglio usó un velo humeral muy curioso por el patrón bordado en él, tanto de frente como atrás.

Resulta que dicho patrón azul es IDÉNTICO al que, según informara el FBI el 31 de Enero de 2007 en el documento “Symbols and Logos Used by Pedophiles to Identify Sexual Preferences” (Símbolos y logos usados por los pedófilos para identificar sus preferencias sexuales), documento revelado por Wikileaks el 22 de Noviembre de ese año y al cual puede accederse en su totalidad, es un símbolo pedófilo que significa “Boy lover” (amante de niños). E incluso hay uno más específico para los que se sienten atraídos por niños más pequeños, que es llamado “LBLogo” (LBL significa “Little Boy Lover”, “Amante de niños pequeños”):

Toda esta información no es cuento de camino, sino una horrible realidad, que ha sido presentada por los medios, advirtiendo sobre estos (y otros símbolos):

• THE MIRROR: “Parents warned over innocent-looking symbols used by paedophiles to indicate their sexual preferences”(Padres advertidos sobre símbolos aparentemente inocentes usados por los pedófilos para indicar sus preferencias sexuales) 
• DAILY MAIL: “Revealed: The symbols that pedophiles use to signal their sordid sexual preferences on social media” (Revelado: Los símbolos que los pedófilos usan para señalar sus sórdidas preferencias sexuales en las redes sociales)

Todo quien tenga niños, ejerza cuidado sobre niños, o se preocupe por ellos y su seguridad, debe conocer esos símbolos y lo que significan.

Al día siguiente, 27 de enero, Francisco Bergoglio presidió el servicio novusordiano que llaman “Misa” (sin serlo) de clausura del evento usando una casulla con el mismo curioso logo; y muchos de los presbíteros, obispos y cardenales (concelebrantes principales como asistentes) también lo tenían bordado en sus ornamentos (fabricados para la ocasión por la compañía española Santarrufina):
 

Sí, el símbolo en las vestimentas litúrgicas es totalmente idéntico al símbolo de la pedofilia y/o pederastia que el FBI ha identificado, y no hay necesidad de ser un experto o manejar información privilegiada para comprobarlo: basta mirar detenidamente y girar la imagen en el ángulo correcto hasta que el triángulo se asiente en su base:

   
No es la primera vez que suceden estas coincidencias: el logo del Encuentro Mundial de las Familias celebrado el año pasado en Dublín, Irlanda (y que fue estampado en los ornamentos diseñados por la compañía polaca Haftina -que extrañamente se especializa en ornamentos y lienzos litúrgicos más “ortodoxos”-), es semejante al símbolo del movimiento BDSM -Bondage, Disciplina, Dominación/Sumisión, Sadismo y Masoquismo-; y, horror horrórum, Bergoglio usó una mitra que tenía los cuernos de Baphomet en los colores de la bandera LGBTI y del Arcoiris noáquida en el servicio de clausura celebrado en el parque Fénix -en irlandés Páirc an Fhionn-Uisce-). Es de advertir que el EMF de Dublín sirvió para normalizar la sodomía por medio del también jesuita James J. “Jim” Martin.

Y el mismo logo de la JMJ (diseñado por la estudiante de arquitectura Ámbar Calvo) asemeja una serpiente con uno como alzacuellos (la masonería eclesiástica) devorando una cruz mientras la Virgen (o más bien la Antimaría, toda vez que la silueta lleva inscrita tres “6” invertidos) mira la escena: una suerte de anti-Apocalipsis XII, con el cual está obsesionado el Vaticano modernista, sobre todo considerando el “Aula Pablo VI, donde se realizan las Audiencias generales de los miércoles”.

 

En todo caso, como se dice en Italia, “Il diavolo non può nascondere le corna…” (el diablo no puede esconder los cuernos), y la presencia del símbolo puede explicar en cierta forma el por qué Bergoglio, contrario sensu a su tan cacareado discurso de “tolerancia cero a los abusadores de niños”, defendió por largo tiempo a personajes como Theodore Edgar McCarrick McLaughlin, Juan de la Cruz Barros Madrid (cómplice -e incluso partícipe- del pederasta chileno Fernando Karadima Fariña), Luis Fernando Figari Rodrigo y tantos otros pedófilos y/o encubridores de pedófilos. Ítem, en los grados superiores de la masonería, la homosexualidad es vista como “ideal de perfección” y requieren en sus tenidas actos de abuso sexual ritual a niños, adultos e incluso animales.

  

El obispo auxiliar de Santa María de Astaná (Kazajistán), Mons. Athanasius Schneider, en su carta del 20 de Marzo de 2019, plantea el siguiente escenario:

“Podría haber una situación verdaderamente extravagante de un Papa que practica el abuso sexual de menores o subordinados en el Vaticano. ¿Qué debería hacer la Iglesia en tal situación? ¿Debería la Iglesia tolerar a un Papa depredador sexual de menores o subordinados? ¿Por cuánto tiempo debe la Iglesia tolerar a un Papa así? ¿Debería perder el papado ipso facto debido al abuso sexual de menores o subordinados? En tal situación, se podría originar una nueva teoría u opinión canónica o teológica de permitir la deposición de un Papa y la pérdida de su cargo debido a delitos morales monstruosos (por ejemplo, abuso sexual de menores y subordinados)”.

Aunque desde luego, y mal que le pese a ese prelado conciliar, YA HAY UNA OPINIÓN TEOLÓGICA SOBRE CÓMO PROCEDER CUANDO UN RECLAMANTE AL PAPADO INCURRE EN DELITOS CONTRA LA FE (los cuales son mucho más graves todavía), sustentada en el Magisterio, la Doctrina y el Derecho Canónico: SE LE CONSIDERA DEPUESTO DEL CARGO IPSO FACTO Y LATÆ SENTÉNTIÆ, Y SUS SÚBDITOS QUEDAN DESOBLIGADOS A LA OBEDIENCIA. En una palabra, EL SEDEVACANTISMO ES LA ÚNICA RESPUESTA frente al interrogante “Dada la apostasía de Juan XXIII bis y sus sucesores por medio del Concilio Vaticano II, ¿quién ocupa la Sede Apostólica?”.