Noticias tomadas de distintas fuentes.
Durante la Audiencia General del 23 de Junio en el Patio de San Dámaso (donde estuvo presente entre otros, el Hombre Araña –cuya “identidad secreta” es Mattia Villardita, de 28 años–),
Francisco Bergoglio, al tiempo que introducía SU catequesis sobre la
Epístola de San Pablo a los Gálatas, no pudo contener su ira contra los
blogueros católicos que se han convertido en la oposición
extraparlamentaria contra su tiranía.
Arremetió contra los que “siembran la división y la desconfianza en la red”, llamándoles “predicadores” que a través de los nuevos medios de comunicación “pueden perturbar a las comunidades”. La “comunidad” más perturbada por la predicación católica es el Vaticano de Francisco.
Francisco Bergoglio identificó a estos blogueros como aquellos que insisten en ser “como ellos lo llaman, verdaderos ‘guardianes de la verdad’”. En otras palabras: él no se preocupa por la miríada de páginas web modernistas “que suprimen la verdad con su maldad” (Rom. 1, 18). ¿Qué hay de malo en “mantener la verdad”?
Durante su despotricar, Francisco resucitó el viejo arsenal de propaganda anticatólica, diciendo que los blogueros católicos “afirman firmemente que el verdadero cristianismo es el único al que adhieren”. En efecto, el cristiano está llamado a creer, no a dudar. Según la Epístola de Santiago 1, 6, el que duda “no debe esperar recibir nada del Señor”.
El anciano Francisco, anclado en las formas secularizadas de los años 60, acusa a los católicos, en su mayoría jóvenes y convencidos, de “identificarse con ciertas formas del pasado”, como si el “pasado” o el “presente” fueran criterios de verdad.
Para Francisco, existe “la tentación de encerrarse en algunas certezas adquiridas en tradiciones pasadas”. Con obstinada certeza, sigue arrojando mala luz sobre términos como “certeza” y “tradición”. Esto se debe, en parte, a su escasa formación teológica en los años sesenta y a la consiguiente ignorancia de las Escrituras, que enseñan a “mantenerse firmes en las tradiciones” (2.ª Tes. 2, 15) y a alejarse de los creyentes que no viven según la tradición recibida (2.ª Tes. 3, 6).
Inevitablemente, Francisco también acusó a estos “nuevos predicadores” de “rigidez” y falta de “mansedumbre y obediencia”. ¿Obediencia? ¿No fue Francisco quien gritó a los jóvenes de Río de Janeiro: “¡Hagan lío!”?
Arremetió contra los que “siembran la división y la desconfianza en la red”, llamándoles “predicadores” que a través de los nuevos medios de comunicación “pueden perturbar a las comunidades”. La “comunidad” más perturbada por la predicación católica es el Vaticano de Francisco.
Francisco Bergoglio identificó a estos blogueros como aquellos que insisten en ser “como ellos lo llaman, verdaderos ‘guardianes de la verdad’”. En otras palabras: él no se preocupa por la miríada de páginas web modernistas “que suprimen la verdad con su maldad” (Rom. 1, 18). ¿Qué hay de malo en “mantener la verdad”?
Durante su despotricar, Francisco resucitó el viejo arsenal de propaganda anticatólica, diciendo que los blogueros católicos “afirman firmemente que el verdadero cristianismo es el único al que adhieren”. En efecto, el cristiano está llamado a creer, no a dudar. Según la Epístola de Santiago 1, 6, el que duda “no debe esperar recibir nada del Señor”.
El anciano Francisco, anclado en las formas secularizadas de los años 60, acusa a los católicos, en su mayoría jóvenes y convencidos, de “identificarse con ciertas formas del pasado”, como si el “pasado” o el “presente” fueran criterios de verdad.
Para Francisco, existe “la tentación de encerrarse en algunas certezas adquiridas en tradiciones pasadas”. Con obstinada certeza, sigue arrojando mala luz sobre términos como “certeza” y “tradición”. Esto se debe, en parte, a su escasa formación teológica en los años sesenta y a la consiguiente ignorancia de las Escrituras, que enseñan a “mantenerse firmes en las tradiciones” (2.ª Tes. 2, 15) y a alejarse de los creyentes que no viven según la tradición recibida (2.ª Tes. 3, 6).
Inevitablemente, Francisco también acusó a estos “nuevos predicadores” de “rigidez” y falta de “mansedumbre y obediencia”. ¿Obediencia? ¿No fue Francisco quien gritó a los jóvenes de Río de Janeiro: “¡Hagan lío!”?
2.º EX-SACERDOTE ANGLICANO: «LA POSIBILIDAD DEL ARREPENTIMIENTO DE BERGOGLIO ES IRREAL»
El
latinista John Hunwicke, sacerdote del Ordinariato Personal de Nuestra
Señora de Walsingham y convertido del anglicanismo, escribió en su
bitácora el siguiente artículo referente a la Audiencia del 23 de Junio
de 2021, cuya traducción traemos aquí en su totalidad, no sin antes
recordar que Bergoglio NUNCA HA DETENTADO NI EJERCIDO EL MINISTERIO
APOSTÓLICO, como tampoco sus antecesores desde Juan XXIII bis Roncalli
inclusive, ni mucho menos sus sucesores:
NUEVAMENTE, ELPAPA FRANCISCOREPUDIA EL MINISTERIO PETRINO¡Vaya! Anoche, ponía yo los toques finales a un artículo, en adelanto, sobre el Papa San León II, programado para salir el próximo lunes… y ahora PF ha lanzado su réplica primero, explicando por qué, en su opinión, estoy equivocado.Dejadme poner mis cartas sobre la mesa.“Mi” concepción del Ministerio Petrino es la que fue definida por el Vaticano I en 1870. Creo, ex ánimo, que el Espíritu Santo no fue prometido a los Sucesores de San Pedro para que, por Su revelación, ellos puedan propagar nuevas doctrinas, sino para que, con Su ayuda, transmitan devotamente la Tradición, el Depósito de la Fe, que han recibido por los Apóstoles.Yo condeno lo que el Vaticano I condenó tanto porque el Vaticano I me da la Doctrina auténtica de la Iglesia Católica que demanda mi adhesión incondicional y porque (felizmente para mí) coincide con mi propio entendimiento de la Fe Católica.Pastor Ætérnus del Vaticano I lo hace correctamente. Cuando enseño lo mismo, estoy haciendo las cosas correctamente. Cuando PF enseña lo contrario, está haciendo las cosas mal.PF dice que él va a decirnos lo que la Carta de San Pablo a los Gálatas. Pero no necesitas esperarlo para hacer esto. Aun en su pontificado, tienes permitido leer por ti mismo las Epístolas de San Pablo. Y esta es la declaración programática que lanza esta magnífica Epístola así:«Cualquiera que os anuncie un evangelio diferente del que habéis recibido [par’ ho parelabete], sea anatema [anathema estō]».San Pablo dice en Gálatas precisamente lo que el Vaticano I enseñó. Las reglas “que habéis recibido” OK. Si alguno enseña lo contrario, Anatema.El enfoque de PF es el mismo ahora como en su homilía en la Vigilia Pascual del 2017, la cual yo analicé en Defending the Faith Against Present Heresies (págs. 207 y ss.). PF afirma que aquellos que no estén de acuerdo con sus propios dogmas nuevos están en una situación análoga a la de aquellos que no estaban de acuerdo con el Señor… o (en este mensaje reciente) en desacuerdo con San Pablo.Pero esto no es solamente arrogante casi hasta lo increíble. También es blasfemo. El PF no es Jesús. No hay ninguna Tercera Era con nueva enseñanza. La versión mosaica de la Ley fue “cumplida” por la de Jesús, pero el PF no es un Tercer Legislador enviado para desbancar a Jesús.El PF es tan determinado, tan agresivo, tan persistente, y tan ofensivo cuando ataca a sus críticos que sospecho que él, muy en su interior, sabe que está equivocado. Mas, habiendo él mismo cavado en un hoyo, no ve otra alternativa sino seguir cavando. Con todo, hay una alternativa: se llama metanoia, Arrepentimiento. La razón por la que la Soberbia es un pecado tan desastroso es que hace la metanoia tan terriblemente difícil.El PF ha leído partes del Nuevo Testamento, y ha venido con una fórmula «los malos son los que adhieren rígidamente a lo Antiguo y no quieren oír lo nuevo». Porque, prima fácie, esto ajusta la enseñanza de Jesús y la reacción de los que se Le oponían, PF está tan jovialmente confiado que puede ajustar el mismo patrón hermenéutico a este período presente de su propio pontificado… con él mismo como punto focal, cubierto en maquillaje y haciendo un Olivier en el cómodo papel de JesúsLa razón de por qué no puede hacer esto (y no se le debe permitir que siga con este truco hortera) es que lo que PF constantemente ataca es lo Nuevo; la Buena Nueva que vive en las palabras evangélicas de Jesús y en el testimonio de San Pablo.
O el papa es ignorante (de una ignorancia supina) o es de una mala fe que asusta, porque le hace decir a san Pablo exactamente lo contrario de lo que san Pablo afirma en la carta a los Gálatas.
ResponderEliminarSi fuera solo ignorancia, se le excusaría por el pecado, pero Bergoglio es de los que blasfeman de las cosas que ignoran y abusan de las que conocen por la razón natural, y perecerán en los vergonzosos desórdenes en que están sumergidos (2.ª Pedro II, 12; Judas cap. único, 10).
EliminarSolo un milagro enorme haría que se convierta, pero él está obstinado en el pecado, que es factible muera en impenitencia final.