Noticia tomada de GLORIA NEWS, ampliada en algunos lugares.
En su nueva biografía (la tercera, de hecho), titulada “Esperanza”, que fue publicada hoy en italiano, Francisco Bergoglio despotrica contra los católicos y el Rito Romano, informa Katholisch.de.
«Es realmente extraña esta fascinación por lo incomprensible, por el sonido misterioso, que a menudo despierta el interés de las generaciones más jóvenes», admite un Bergoglio que perdió toda “esperanza”, añadiendo: «esta actitud rígida suele ir acompañada de prendas preciosas y caras, con bordados, encajes y estolas».
«Esto no es una alegría por la tradición, sino una pura muestra de clericalismo, no un retorno a lo sagrado, sino más bien una modernidad sectaria», dijo Bergoglio repitiendo sus viejos mantras y despotricando cual vendaval en bolsa plástica: «A veces estas vestimentas esconden graves desequilibrios, trastornos afectivos, problemas de conducta o un malestar personal que puede ser aprovechado».
Según Bergoglio, «hay algo malo» con los seminaristas que ya han sido rechazados en otros seminarios, y que por ello tuvo que enfrentarse a cuatro casos: tres de ellos en Italia y uno en Paraguay (el malogrado Rogelio Ricardo Livieres Plano en Ciudad del Este) [aunque habría que añadirle un quinto: el francés Dominique Marie Jean Rey Périer Comm. l’Emm., que renunció/renunciaron a la diócesis de Fréjus-Tolón la semana pasada]: «algo que los lleva a ocultar su personalidad detrás de conceptos rígidos y sectarios». Sin embargo, «todo está malo» con los seminarios Novus Ordo (comenzando con los mismos jesuitas), y a Bergoglio no le importa eso.
Bergoglio también atacó acusándolos de «hipocresía» a aquellos católicos que se oponen a la comunión para los adúlteros y la [pseudo] bendición de los homosexuales: «El tradicionalismo, la insistencia en el ‘atraso’ que surge cada siglo, es un fenómeno sociológicamente interesante, ya que siempre se refiere a una época supuestamente perfecta, que cada vez es diferente», dijo entregándose a sus resentimientos de hace 60 años.
Nadie se ha referido a una «época perfecta», el problema no es lo que fue ayer (que también tuvo sus problemas), sino el desastre que Bergoglio está potenciando con su incompetencia y falta de sabiduría.
A ver, neocones y Frater, así os paga vuestro siempre andar insistiendo machaconamente en la “comunión canónica visible” ese hombre al que conmemoráis en vuestras misas y cuyo retrato exhibís en sacristías y rectorías. A vosotros se aplica el refrán: «El que sirve al diablo, con llevárselo le paga».
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