Traducción del artículo publicado en DISSIDENT VOICE.
CÓMO OCCIDENTE DESTRUYÓ SIRIA
Peter William Ford trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido durante muchos años, entre ellos, como embajador del Reino Unido en Baréin (1999-2003) y Siria (2003-2006). Posteriormente, fue representante en el mundo árabe del Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas [y en 2023, se convirtió en líder adjunto del socialista Partido de los Trabajadores de Gran Bretaña, N. del T.]. Fue entrevistado por Rick Stering el 6 de enero de 2025:
Rick Sterling: ¿Por qué cree Vd. que los militares y el gobierno sirio colapsaron tan rápidamente?
Peter William Ford: Todo el mundo se sorprendió, pero en retrospectiva, no deberíamos haberlo hecho. Durante más de una década, el ejército sirio se vio vaciado por la situación económica extremadamente grave en Siria, causada principalmente por las sanciones occidentales. Siria sólo tenía unas pocas horas de electricidad al día, no tenía dinero para comprar armas y no tenía capacidad para utilizar el sistema bancario internacional para comprar nada. No es de extrañar que el ejército estuviera desmantelado. En retrospectiva, se podría decir que la sorpresa es que el gobierno y el ejército sirios lograron hacer retroceder a los islamistas. El ejército sirio los obligó a entrar en el reducto de Idlib hace cuatro o cinco años, pero después de ese punto, el ejército sirio se deterioró, se volvió menos preparado para la batalla a nivel técnico y también moral.
Los soldados sirios son en su mayoría reclutas y sufren tanto como cualquier ciudadano sirio debido a la terrible situación económica que vive Siria. Dudo en admitirlo, pero las sanciones occidentales han sido extremadamente eficaces para lograr lo que se proponían: hundir la economía siria. Por eso tenemos que decir, y lo digo con profundo pesar, que las sanciones han funcionado. Han hecho exactamente lo que se proponían: hacer sufrir al pueblo sirio y, por lo tanto, generar descontento con lo que ellos llaman el régimen.
Los sirios comunes no entendían las complejidades de la geopolítica y culpaban al gobierno sirio de todo: de no tener electricidad, de no tener comida, de no tener gas, de no tener petróleo, de la alta inflación. Todo lo que se derivaba de estar aislados de la economía mundial y de no tener partidarios con bolsillos inagotables.
Siria estaba siendo atacada y ocupada por grandes potencias militares (Turquía, Estados Unidos, Israel), además de miles de yihadistas extranjeros. El ejército sirio estaba tan desmoralizado que al final del día no era más que un tigre de papel.
R. S.: ¿Piensa que el Reino Unido y los Estados Unidos estuvieron involucrados en entrenar a los yihadistas antes del ataque de Diciembre en Alepo?
P. W. F.: Absolutamente. También los israelíes. El líder de la Organización para la Liberación del Levante (HTS), Ahmed Huseín al-Charaa (anteriormente conocido como Abu Mohamed al-Golani) casi totalmente tenía consejeros británicos detrás. De hecho, detecté la mano de tales consejeros en algunas de las declaraciones en un inglés impecable. Las declaraciones tenían una pronunciación americanizada, así que la CIA está allí también. Al Golani es un títere, una marioneta diciendo lo que ellos quieren que diga.
R. S.: ¿Cuál es la situación actual, un mes después del colapso?
P. W. F.: Hay escaramuzas aquí y allá, pero mayormente, pero en general los islamistas y los combatientes extranjeros llevan la voz cantante. Hay focos de resistencia en Latakia, donde los alauíes están literalmente luchando por sus vidas. Gran parte de los combates tienen que ver con los intentos de HTF, los actuales gobernantes, de confiscar armas. Los alauíes están resistiendo y hay focos de resistencia en el sur, donde hay milicias drusas locales.
El HTS está muy extendido sobre el terreno y tiene problemas para hacerse valer. Aunque ha tenido una victoria fácil contra el ejército sirio, en realidad nunca ha tenido que luchar mucho. Supongo que sólo tiene unos 30.000 combatientes repartidos por toda Siria, lo que no es mucho. Hay un importante foco de resistencia en el noreste, donde están los kurdos. Los aliados kurdos estadounidenses están resistiendo. El llamado Ejército Nacional Sirio, que es un frente del ejército turco, puede entrar en una guerra en toda regla contra las fuerzas kurdas, pero eso va a depender en parte de lo que ocurra después de la investidura del nuevo presidente estadounidense y de cómo Trump aborde la situación.
R. S.: ¿Qué escucha Vd. de la gente de Siria?
P. W. F.: No es una historia bonita. HTS y sus aliados han estado desfilando mostrando su dominio, ondeando banderas del ISIS-Dáesh y Al-Qaeda. Han estado acosando, intimidando, confiscando y saqueando. Los soldados cristianos y alauíes que se han rendido han recibido justicia sumaria. Las ejecuciones en el camino son la norma. Los cristianos en sus ciudades y pueblos sólo tratan de agazaparse y orar. Literalmente. Lamento decir que los principales clérigos cristianos, con una o dos nobles excepciones, han optado por el apaciguamiento y efectivamente han traicionado a sus comunidades. Los altos dirigentes de la Iglesia Ortodoxa, en particular la iglesia católica griega, se han hecho fotografiar con dignatarios del régimen yihadista.
Están poniendo la otra mejilla. Es todo un contraste con los alauíes. Pues no tienen otra opción. Tal vez recuerden que la consigna de los ejércitos yihadistas durante el conflicto fue: «Cristianos a Beirut, alauíes a la tumba». El HTS está realizando reuniones con clérigos y haciendo ruidos relajantes. Mientras sus secuaces conducen camiones con banderas de ISIS. Lo que estoy escuchando es muy deprimente.
El régimen está dejando a los alauíes totalmente abandonados. Apenas se lee una palabra en Occidente en los medios [del régimen] sobre la difícil situación de los alauíes y no mucho más sobre los cristianos.
R. S.: Los medios occidentales han demonizado a Bashar al Ásad e incluso a Asma Ásad. ¿Qué impresión le causó Bashar y Asma cuando los conoció? ¿Qué opina de las acusaciones de que acumularon miles de millones de dólares?
P. W. F.: Las acusaciones son completamente falsas. Conozco a algunos miembros de la familia Ásad, algunos de ellos han vivido muchos años en Gran Bretaña. Vivían en circunstancias personales muy modestas. Si Ásad hubiera sido un multimillonario, como dicen, parte de eso habría repercutido en los demás. Puedo garantizarle que no ha sido así. Estas acusaciones también contradicen las impresiones que me causó cuando vi a los Ásad cuando era embajador allí. Apreciaban las cosas buenas de la vida igual que todos los demás, pero no parecían el tipo de [Ferdinand] Marcos. Nada de eso. Todo son mentiras, inventadas para servir a un objetivo más profundo.
El hecho de que los medios de comunicación hayan dado patadas a Bashar y Asma es realmente desagradable. No tiene sentido. Ha decepcionado a los pocos seguidores que le quedan, aunque creo que no era realista que esperaran más. Pero el hecho es que huyó cuando otros no pudieron hacerlo, y muchos de ellos han muerto, o se han escondido o han escapado al Líbano, en algunos casos donde también se esconden. Salió con vida, pero darle una paliza como lo están haciendo los medios es realmente desagradable y sin sentido. Es similar a este nuevo género de pornografía política, el Ásad-porno, las historias de tortura, la narrativa exagerada sobre cárceles y tumbas que se abren. En realidad, por cierto, la mayoría de esas tumbas son de muertos de guerra. No eran personas que habían sido torturadas hasta la muerte, como pretenden los medios. Cientos de miles de personas murieron en el conflicto a lo largo de más de una década, y muchas de ellas fueron enterradas en fosas sin marcar. Pero los medios occidentales se están deleitando con este nuevo género de Ásad-porno.
Todo esto se está fomentando para que el público occidental acepte mejor la forma en que Occidente se está aliando con Al Qaeda. Cuanto más demonicen a Ásad y más insistan en las fechorías de su régimen, más probable será que nos traguemos las atrocidades atroces que se están cometiendo en este momento y nos distraigamos.
Los dirigentes occidentales están besando los pies de un tipo que sigue siendo un terrorista buscado y que ha sido miembro fundador del ISIS, por el amor de Dios, así como miembro fundador de Al Qaeda en Siria. Es moralmente repugnante y vergonzoso.
Golani necesita desesperadamente a Occidente ahora. De lo contrario, se enfrentará al mismo destino que Bashar al Ásad. Si la economía continúa en la misma trayectoria de los últimos años, Golani será un hombre muerto en poco tiempo. Tiene que lograr una mejora económica rápida y masiva para sobrevivir como líder. Y de eso se trata. Su estrategia, obviamente, es explotar su condición de títere de Occidente para asegurarse no sólo ayuda para la reconstrucción, pero eso es a largo plazo, sino más inmediatamente el alivio de las sanciones, el flujo de electricidad de nuevo, el petróleo.
No olvidemos que el petróleo y el gas de Siria siguen en manos de Estados Unidos, que, a través de sus títeres kurdos, controla un segmento de la economía que antes representaba, creo, el 20% del PIB y proporcionaba petróleo esencial para combustible, cocina, etc. Estados Unidos tiene que hacerse con él y conseguir que se levanten las sanciones. De eso se trata en gran medida. Pero tiene un gran problema: Israel. Israel no se lo cree. Israel es la excepción. Todo el frente occidental se está volcando para ir a besar los pies del sultán de Damasco. Pero los israelíes se están chupando los dientes y dicen que no confían en él.
Israel está destruyendo los restos del ejército sirio y su infraestructura, mientras tanto se apropia de más territorio sirio. Quiere mantener a Siria de rodillas indefinidamente insistiendo en que no se levanten las sanciones occidentales. Tengo la sensación de que en Washington se está librando una batalla campal entre lo que podríamos llamar el Estado profundo, que estaría a favor de levantar las sanciones, y la camarilla israelí, que se resiste a ello por razones israelíes egoístas. Dado que la camarilla israelí gana estas luchas nueve veces de cada diez, las perspectivas pueden no ser muy buenas para el régimen de Golani.
R. S.: ¿Cuáles son sus esperanzas y temores respecto de Siria? ¿Cuál es el escenario más aterrador y cuál es el mejor posible?
P. W. F.: Soy muy pesimista. Es muy difícil ver un rayo de esperanza en lo que ha sucedido. Siria ha sido eliminada de la mesa como actor en Oriente Medio. La antigua Siria ha muerto en la práctica. Siria era el último hombre en pie entre los países árabes que apoyaban a los palestinos. No había otro. Había milicias como Hezbolá y Yemén, pero no había otros Estados aparte de Siria. Siria ya no existe y los yihadistas dicen al mundo que no les importa. Por cierto, este es un ejemplo de que los israelíes no aceptan un sí como respuesta. Los yihadistas siguen diciéndole al mundo: «Amamos a Israel. No nos importan los palestinos. Por favor, aceptadnos. Os amamos». Y los israelíes no aceptan un sí como respuesta.
La mejor esperanza para el pueblo sirio es que pueda conseguir un respiro. Es posible imaginar un escenario en el que el pueblo sirio pueda recuperarse, al menos económicamente, un escenario en el que se levanten las sanciones, en el que Siria, con su gobierno central, recupere el control de su petróleo y de su grano, en el que cesen los combates, en el que no tenga que pagar nada para mantener un ejército porque no lo está intentando. Tal vez puedan invertir todo en la reconstrucción.
Así pues, es posible imaginar un escenario en el que Siria pierda su alma, pero gane más horas de electricidad. Ese es posiblemente el escenario más probable. Pero hay obstáculos importantes, como hemos comentado: Israel se interpone en el camino de las sanciones, se levantan focos de resistencia disciplinados entre las filas yihadistas, Turquía ataca a los kurdos y el ISIS, que todavía no es una fuerza completamente agotada. Así pues, el panorama es evidentemente nublado. Deberíamos hacer balance dentro de un mes, cuando veamos los primeros días del nuevo régimen en Washington, del que tanto dependerá.
R. S.: En su primer mandato, Trump intentó retirar todas las tropas estadounidenses del este de Siria, pero sus esfuerzos fueron ignorados. ¿Tal vez eso podría haber marcado una gran diferencia?
P. W. F.: Sí, podría haber sido un punto de inflexión. Si Siria hubiera tenido acceso a su petróleo, no habría tenido problemas de combustible ni de electricidad. Podría haber cambiado la historia de la región.
Ahora, Estados Unidos está aumentando el número de soldados y bases en Siria, y recientemente asesinó a un líder del ISIS, lo que podría haber contribuido a desencadenar el reciente ataque terrorista en Estados Unidos. Todo esto hace que ahora sea mucho más difícil para Trump retirar las fuerzas estadounidenses, porque lo considerará una retirada, una recompensa para el ISIS.
Durante años sostuve que las sanciones no estaban funcionando, evidentemente. Pero al final sí lo hicieron. Es como un puente: se va debilitando y de repente se rompe. No hubo una única causa. Fue solo la culminación y las cosas llegaron a un punto de inflexión.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)