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sábado, 2 de abril de 2022

LA “FORMA EXTRAORDINARIA” NO EXISTE MÁS (NUNCA EXISTIÓ EN REALIDAD)

Traducción de los Comentarios de TRADITIO.
   
   
La Iglesia Conciliar desechó de una vez por todas la “Forma Extraordinaria”, esto es, la Nueva Misa Latina de 1962.
La noción, fraguada en 2007 por Benedicto XVI Ratzinger, contradecía 2.000 años de doctrina litúrgica católica; su propósito fue pavimentar el camino a la totalmente protestante-masónico-pagana Nueva Misa de 1969.
Los verdaderos Católicos asisten a la Misa Latina y Sacramentos totalmente tradicionales (1950) celebrados en iglesias, capillas y oratorios alrededor del mundo independientes de la Antiiglesia.
   
El 31 de Marzo de 2022, Francisco Bergoglio en la versión revisada de la Constitución Apostólica “Prædicáte Evangélium” del 19 de Marzo, ha desechado oficial y finalmente la denominada “Forma Extraordinaria”, esto es, la Nueva Misa Latina de 1962.
   
El término “Forma Extraordinaria” fue una fabricación completa por Benedicto XVI Ratzinger en su “Summórum Pontíficum” de 2007, solo más falsía por parte de la Iglesia Novusordiana, planeada para pavimentar el camino a la totalmente protestante-masónico-pagana Nueva Misa de 1969. La distinción “Ordinaria”/“Extraordinaria” no es católica y nunca antes había sido usada en la Iglesia Católica.
   
En la verdadera Iglesia Católica, una Misa es una Misa. Benedicto XVI Ratzinger violó 2.000 años de doctrina litúrgica católica para tramar la noción anticatólicade “formas” diferentes del rito romano. La fabricación ratzingeriana duró solo quince años, durante el cual numerosas editoriales conciliares se hicieron ricas reimprimiendo libros de 1962 con un nuevo título y portada: “Forma Extraordinaria”. Ahora esta falsía “Extraordinaria” ha sido expuesta y desechada al olvido, donde esta pertenece.
   
Católicos tradicionales, incluso ahora los verdaderos Católicos están confirmados en su desición de arrojar a la Iglesia Novusordiana como una iglesia que no es la Iglesia Católica, y buscar asistir a la Misa Latina y Sacramentos totalmente tradicionales (1950) celebrados en iglesias, capillas y oratorios alrededor del mundo independientes de la Antiiglesia.
    
2.º LA SUPRIMIDA “FORMA EXTRAORDINARIA” FUE UN MAL NOMBRE Y UN FRAUDE (Petrus Romanus, corresponsal de TRADITIO en Roma).
  
La denominada “Forma Extraordinaria” en la forma de la Nueva Misa Latina de 1962, frecuentemente luce más como la falsa Misa novusordiana de 1969 que la Misa Latina Tradicional de 1950.
La “Misa Extraordinaria” fue deliberadamente planeada por el presbítero francmasón Aníbal Bugnini para mover más fácilmente a los católicos pre-1962 en la inválida (falsa) Nueva Misa de 1962.
La “Misa Extraordinaria” ya era la mitad del camino hacia la Misa Novusordiana en su plenitud.
   
La denominada “Forma Extraordinaria” (Nueva Misa Latina de 1962) fue siempre un mal nombre y un fraude. No es verdad que sea una forma del Rito Romano; en su lugar, es extaña a tal Rito. El problema de Benedicto XVI Ratzinger fue que él quiso, por una parte, afirmar que la seminovusordiana Misa de 1962 y la totalmente novusordiana Misa de 1969 eran realidades diferentes en derecho y, por la otra, que no eran Ritos de Misa separados. Porque, si son Ritos diferentes de Misa, entonces habría una división litúrgica justo en el centro de la Iglesia, división en la misma lex orándi de la Iglesia. Esta división implica también división doctrinal. Implicaría también que la Sede de Roma era un monstruo bicéfalo.
  
La verdad es que solo puede haber un Rito litúrgico que sea propio para cualquier diócesis determinada, incluyendo la Sede de Roma, porque una diócesis es una porción del pueblo santo de Dios, y pr tanto, debe estar unido en su ley de oración. Otros Ritos pueden ser permitidos por vía de excepción, pero dos Ritos no pueden ser propios para una sede. Por ende, en la Archidiócesis de Milán, el Rito Ambrosiano es el Rito litúrgico propio. En últimas, el Rito Romano es permitido en algunas parroquias de allí por vía de excepción. La razón por la que un solo Rito puede ser propio para una diócesis es inmemorial y ordinario. No tiene precedentes hacer que dos Ritos diferentes sean propios para una sede. Por ejemplo, el Rito Bizantino y el Rito Romano no pueden ambos ser propios para la Archidiócesis de Chicago o para la Diócesis bizantina de Passaic –para hablar aquí de los Ritos, diócesis, etc., como eran antes del Anticoncilio Vaticano II (1962-1965)–.
   
Ratzinger admitió que el Rito Tradicional nunca fue abrogado o suprimido jurídicamente. Antes de 1970, fue incuestionablemente el Rito de Misa para la Iglesia Latina. Porque su estátus nunca fue acabado por ningún instrumento canónico adecuado (ni podía serlo, como protegido por derecho de costumbre inmemorial), permanece la única y sola Misa propia de la Sede de Roma y la mayoría de las diócesis de la Iglesia Latina (en realidad de todas excepto dos de ellas, como que las Misas Bracarense y Lionesa son solo Usos litúrgicos; esto es, son pequeñas variantes).
   
Se sigue lógicamente que el “Rito” del Nuevo Orden, que propiamente no puede ser llamado un Rito, es completamente ilegítimo. Como concluyó justamente el Arzobispo Lefebvre, es un rito bastardo. Si es Ilegítimo, debe ser ilícito, y si es ilícito, nadie puede ser requerido por ley a asistirlo (la cuestión de la validez es separada; por supuesto el “Rito” Novus Ordo es inválido y privado de toda gracia Sacramental, tal como una “Misa” luterana).
   
La Nueva Misa Latina de 1962 (que muy ciertamente no es la Misa Latina Tradicional) es una forma corrupta, o corrompida, de la Misa Romana, porque el designio de sus forjadores fue preparar el camino para la revolucionaria Nueva Misa de 1969, de la cual la versión de 1962 ya llevaba medio camino para lograrlo. Por ende, la Misa de 1962 debe ser despreciada en favor de la Misa Latina Tradicional del Rito Romano (1950). Cualquier compromiso con la Misa seminovusordiana 1962 o la Misa totalmente Novusordiana de 1969 es un compromiso con la misma revolución que busca destruir la Fe Católica.
     
Si estás en un tira y afloja, no debes meramente estar en tu terreno. No, debes tirar tan duro como puedas en la dirección contraria. De ahí que es insuficiente e incluso contraproducente meramente avanzar la Misa de 1962. No, es necesario alejarse de la revolución abrazando la Misa como era el 1 de Enero de 1950, antes que los Propios de la Fiesta de la Asunción fueron cambiados por el presbítero francmasón Aníbal Bugnini para empezar su nefasto programa de demolición.

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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)