En el libro de aquel que los medios llaman «Padre Georg» Gänswein, pero que en realidad es un arzobispo y por tanto merece el título de monseñor, hay un pasaje que ha despertado curiosidad en muchos del mundo tradicionalista y no solo en él.
Se
trata del pasaje en el cual Gänswein trata el tema del levantamiento de
la excomunión de los cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal San
Pío X (FSSPX), esto es, aquellos que los medios llaman apresuradamente
«lefebvrianos», ordenados por Marcel Lefebvre en 1988 y luego
excomulgados latæ senténtiæ por Juan Pablo II porque fueron consagrados sin mandato pontificio.
Como se sabe, el levantamiento de la excomunión por medio del decreto de remisión
fue obra de Benedicto XVI en el 2009, no sin generar algún escándalo… y
también algún misterioso y coordinadísimo contragolpe: emergieron, de
improviso, imágenes de una entrevista televisiva hecha meses antes a uno
de los cuatro, monseñor Richard Williamson, que exponía sus ideas,
diferentes de la historiografía oficial y aceptada, sobre los campos de
concentración nazis: en una palabra, fue acusado de «negacionismo».
Siguió un escándalo mundial, con monseñor Williamson incluso expulsado
de la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner como persóna non grata.
En
el libro de monseñor Gänswein, en un parágrafo titulado «Una clemencia
malentendida», se habla del proceso para llegar a la remisión de las
excomuniones, dando cuenta de algún antecedente desconocido:
«Para comprender cuanto sucedió es sin embargo necesario tener en cuenta la temporalidad, reconstruida por el cardenal Castrillón –escribe el prelado alemán, entrecomillando al cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos (1929-2018), entonces presidente de la Pontificia Comisión Ecclésia Dei–. “El 14 de enero de 2009 he recibido el decreto aprobado por el Santo Padre y firmado del cardenal [Giovanni Battista] Re. En mi casa, el 17 de enero, se lo entregué a Monseñor [Bernard] Fellay, pidiéndole que informara a los otros tres obispos de la Fraternidad. Sólo entonces supieron que a partir del 21 de enero estarían libres de excomunión, y se les pidió que guardaran el secreto hasta el 24, cuando se publicaría oficialmente el decreto”».
La temporalidad, de hecho, revela sorpresas:
«(…) El 20 de enero, el semanario alemán Der Spiegel –continúa elpadreGeorg– hizo conocer una declaración dada el 1 de noviembre de 2008 por monseñor Williamson a un periodista sueco (después transmitida por la red Sveriges Television precisamente en la noche del 21 de enero), en la cual el obispo negaba que durante el Holocausto [sic] fuesen asesinados judíos en las cámaras de gas».
En la página 189 de la versión del libro presentada por Renovatio 21, se encuentra escrito un ulterior particular inédito: según está escrito, el cardenal Castrillón Hoyos había hecho al pontífice
Ratzinger y al Secretario de Estado Tarcisio Bertone cierta revelación:
«Castrillón había comunicado a Benedicto y a Bertone que Williamson
estaba muy enfermo de cáncer y en poco tiempo estaría muerto, por lo que
se aceleró el procedimiento para permitirle tener rápidamente la
remisión de la excomunión».
«La noticia resultó falsa y suscitó ulterior molestia en el Vaticano» prosigue el texto.
Del
cáncer de monseñor Williamson, un religioso del que tanto se ha hablado
y se habla todavía, en realidad ninguno había oído nada, ni siquiera él
mismo.
Renovatio 21 ha oído a monseñor Williamson por medio de Cristiano Lugli.
«Que
yo sepa, nunca he tenido cáncer», nos dice el prelado inglés. «No sé
quién le había dicho a Roma que yo tenía cáncer. Podría haber sido algún
sacerdote con el cual tengo buena relación, que ha intentado actuar por
mi cuenta, por simpatía. Si alguien ha procedido basado en cualquier
información, no tengo idea de dónde provenga».
Parecería pues que no solo la noticia sea falsa, sino que nunca llegó a los oídos del directo interesado.
Monseñor Williamson agregó algunas palabras conciliadoras:
«No reprocharé al Vaticano el haberse irritado (estando en su lugar yo también lo haría), pero en este caso he tenido la culpa por no haber desmentido a nadie».
Siguiendo lo que está escrito en el texto, donde el padre
Georg escribe de la exclusión del «obispo negacionista» de la FSSPX del
24 de octubre de 2012 «formalmente “declarado excluido por decisión del
superior general y de su Consejo”», monseñor Williamson comenta que «monseñor Gänswein tiene el derecho de juzgar» que se haya «hecho bien al excluirme» de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
Finalmente,
el obispo inglés, director de la Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre
conocida también como «la Resistencia», ha querido hacernos llegar su
juicio histórico sobre el actual estado de cosas:
«Entre el Sistema (Vaticano más la FSSPX) y BpW [Bishop Williamson, el «obispo Williamson», N. de R.] hay en verdad una inconciliabilidad que era la misma que hubo entre el Sistema (Vaticano) y Mons. Lefebvre. Esta inconciliabilidad terminará solo cuando el Vaticano regrese a la Fe de siempre».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)