Una enorme marioneta llamada “Pequeña Amal” visitó la plaza de San Pedro el 10 de Septiembre para estrechar la mano de Francisco Bergoglio y el cardenal Michael Czerny Hayek SJ para las fotos de la prensa.
Se supone que Amal (en árabe أَمَل, “esperanza”) representa a una niña refugiada, de 9 años, que dejó Siria y recorrió 8.000 km (4971 millas) desde Gaziantep (Turquía) a través de la rica Europa en busca de su madre en la rica Mánchester (de hecho, la marioneta fue fabricada por la compañía teatral londinense Good Chance como parte del proyecto “The Walk” para el Festival Internacional de Mánchester, donde se supone debió llegar en Julio, de acuerdo al diario inglés The Guardian).
La marioneta (que cuenta además con Facebook y Twitter) está hecha de caña y fibra de carbono, y mide 3,5 metros (11,48 pies) de altura. Dos grandes huecos en el rostro permiten mover la mandíbula y hacerla parecer salida de un espectáculo de terror por su mirada sombría y porque pareciera gotear sangre de su boca. El torso es una jaula (reminiscente a la película de terror 1973 “El hombre de mimbre”) donde está la persona que mueve la marioneta.
El vaticanista Armin Schwibach llama a Amal una “diversificación de ídolos”. La iniciativa que promueve la ideología de la inmigración es, por supuesto, apoyada oficialmente por el Vaticano y por muchos periodistas oligarcas que difunden el relato de la OTAN de países como Turquía, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia que, con su agresión militar, son responsables de producir refugiados y adosárselos (de grado o por fuerza) a otros países.
Tan fea que se parece a Greta Thunberg. Y es de pensar que un musulmán no verá esta cosa con buenos ojos porque: 1.º El Corán prohíbe representar cualquier criatura viva. 2.º No tiene un velo que cubra su rostro y/o cabeza.
ResponderEliminarEn fin, un demonio que fue a saludar al demonio Bergoglio.