El 4 de Septiembre, el “arzobispo” de Chicago Blase Joseph Cupich Mayhan removió a tres presbíteros de origen mexicanos mientras avanza una investigación canónica por presunta mala conducta, informó CBS.
Orlando
Flores Orea (instalado el 21 de Mayo de 2011, párroco de Santa Inés-San
Kieran-San Pablo y pastor asociado de Santa Genoveva y San Estanislao
Mártir), René Mena Beltrán (instalado el 21 de Mayo de 2005, párroco de
San Galo y San Simón Apóstol) y Pedro Campos Cisneros (instalado el 12
de Mayo de 2002, párroco de San Gerardo Mayela-San Juan Bautista-La
Ascensión-Santa Susana) habían reconocido «haber mantenido conductas
inapropiadas» con adultos (Flores con una mujer, Mena y Campos con
hombres –este último tenía una investigacióm abierta en 2016, cuando se
descubrió que tres seminaristas que estaban bajo su dirección en “Casa Jesús” frecuentaban bares gay–), y han «entrado en un período de
oración, sanación espiritual y discernimiento» [= destitución], señalan
sendos comunicados a las parroquias a que estos pertenecían.
“Casa Jesús” era un programa creado por el cardenal Francis Eugene George McCarthy OMI († 2015) de Chicago en 1987 que reclutaba candidatos latinos para ser presbíteros en la mencionada archidiócesis, similar al seminario del obispo auxiliar Alfred Leo Abramowicz Fukaczewski († 1999) para los polacos. Cupich suspendió el programa en 2015, al emerger denuncias de homosexualidad. Entre sus beneficiarios estuvo el colombiano Diego León Berrío Barrera (“instalado” presbítero el 17 de Mayo de 2008), que fue capturado el pasado 3 de Septiembre en 2018 mientras le realizaba sexo oral a su colega y compatriota Edwin Manuel Giraldo Cortés en un vehículo en plena vía pública en Miami (Giraldo Cortés, de la diócesis de Soacha, fue denunciado un mes después por abuso de menores, pero su caso fue archivado).
Católicos tradicionales, este caso es una muestra más de cómo la Iglesia del Nuevo Orden se hunde cada vez más en la corrupción moral, y que sus presbíteros-ministros, instalados con el Nuevo Ordinal protestantizado de 1968, no tienen el carácter que confiere el Sacramento de las Órdenes Sagradas, ni la gracia de estado aneja al mismo. Y el hecho que la archidiócesis de Chicago aclarase particularmente que fue “con adultos” (como si ahora tuviesen que explicar que no fue con menores de edad) demuestra cuán arraigado e imparable está el Gran Holocausto Sexual y Desvío de Dinero dentro de la secta.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)