Traducción del artículo publicado en LIFE SITE NEWS.
ÚLTIMA HORA: BORRADOR OFICIAL DEL NUEVO RITO MAYA DE LA MISA CONFIRMA ELEMENTOS DEL ANTIGUO CULTO PAGANO Y “PRINCIPALES” LAICOS
Un documento de 31 páginas que describe el nuevo rito maya propuesto destaca la institución del liderazgo laico durante la Misa y «la relación con la hermana madre tierra», incluidas oraciones a las cuatro direcciones de la tierra.
Maike Hickson
Miércoles 22 de Marzo de 2023 - 12:11 pm EDT
( LifeSiteNews ) — Un borrador del nuevo rito maya de la Misa, obtenido por LifeSiteNews, confirma la introducción de elementos mayas en la liturgia católica que parecen ser idólatras y aumentan el liderazgo laico.
Como informó inicialmente LifeSiteNews, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (ahora Dicasterio) del Vaticano había enviado, del 27 al 28 de Febrero, a un funcionario de alto rango a Méjico para discutir este nuevo rito con la diócesis local de San Cristóbal de Las Casas (Chiapas), mostrando así lo avanzado que ya está este proyecto.
El cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas en Méjico y uno de los principales promotores de este nuevo rito, proporcionó amablemente a LifeSite el borrador oficial del nuevo rito maya de la misa que se presentará por primera vez a la Conferencia del Episcopado Mejicano en abril y luego al Vaticano en mayo.
El documento, que lleva por título “Adaptaciones al Ordinario de la Misa entre los Pueblos Indígenas de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas” y con fecha de Abril de 2023, tiene 31 páginas y explica detalladamente cada cambio que se va a realizar al rito ordinario de la Misa del misal romano. También propone cambios específicos a las rúbricas de la Misa ordinaria. Una comisión de casi 20 personas, dos obispos, muchos sacerdotes y algunas mujeres, preparó este documento.
La Diócesis de San Cristóbal de Las Casas había sido disciplinada bajo el pontificado de Benedicto XVI por haber introducido un nuevo diaconado permanente casado indígena en el que las esposas de los diáconos casados estaban incluidas en el ministerio, dando así esperanzas de un sacerdocio casado. Roma incluso ordenó en 2005 al entonces obispo Arizmendi que detuviera tales ordenaciones. Sin embargo, muy rápidamente después de la elección del Papa Francisco al trono papal, esta situación se revirtió por completo, y el Papa está alentando activamente la “inculturación” litúrgica que se persigue en el sur de Méjico.
Como veremos, el documento oficial sobre este nuevo rito maya de la Misa está siguiendo este camino de fortalecer el papel de los laicos y laicas en la Misa e incluir muchos rituales mayas que tienen un significado idolátrico en la religión maya.
Entre los cambios clave del borrador oficial de la nueva Misa indígena se mencionan los siguientes tres: incienso administrado durante toda la Misa por laicos, hombres o mujeres; oraciones dirigidas por un laico o laica con un nuevo oficio litúrgico llamado “principal” durante toda la Misa; y danzas litúrgicas mayas. Además, se presenta la inclusión de un altar maya sin llamarlo por su nombre propio.
El Cardenal Arizmendi, en su mensaje a LifeSite, escribió, el 18 de Marzo, al enviar el borrador de este nuevo rito maya: «Les envío la PROPUESTA de adaptaciones indígenas en la Misa, las cuales están sujetas a la aprobación del episcopado mejicano, que los revisará en su asamblea ordinaria el próximo mes de Abril. Por lo tanto, aún no son definitivos». Luego también mencionó el altar maya, agregando que «se conserva el contenido del llamado altar maya, pero con el nombre OFRENDA MAYA».
El prelado mejicano, quien fue obispo de la Diócesis de San Cristóbal durante 17 años, también envió a LifeSite el nuevo Directorio del Diaconado Permanente tal como fue aprobado por el Vaticano en 2013 bajo el Papa Francisco. Agradecemos al cardenal Arizmendi su transparencia y generosidad.
A continuación, deseamos presentar a nuestros lectores algunos de los elementos preocupantes de este nuevo rito, para un debate adecuado sobre estas reformas dentro de la Iglesia Universal.
Nuevo oficio litúrgico de un “principal”
La diócesis desea establecer dos nuevos oficios litúrgicos, ocupados por un hombre o una mujer laicos no elegidos por la jerarquía de la Iglesia, sino por la comunidad de la parroquia misma y luego simplemente confirmados por el obispo.
Uno de los dos oficios se llama “principal”, el segundo “incensor”. El principal se coloca al lado del sacerdote, desempeñando un papel dominante en las oraciones comunitarias con la congregación al principio, en el medio y al final de la Misa. Este nuevo papel del principal disminuye en gran medida la importancia del sacerdote. en Misa. El borrador, por ejemplo, establece:
«Después del saludo inicial, la persona que preside la celebración [el sacerdote] invita al principal, hombre o mujer, a exhortar a la comunidad a abrir el corazón y expresar sus intenciones en voz alta a Dios Padre».
A este nuevo oficio parece dársele una gran importancia. El borrador explica que «el oficio litúrgico de principal se confiere a la persona, hombre o mujer, que es una autoridad moral en la comunidad, que guía a su pueblo en la oración y la fe. Es quien orienta y da consejos sobre la vida de fe, las tradiciones religiosas y también vela por el buen desempeño del trabajo de quienes tienen un ministerio de servicio en la comunidad cristiana. Dentro de las celebraciones litúrgicas su función es la de guiar al pueblo, por invitación de quien preside la celebración, en los momentos de oración comunitaria».
Esta descripción parece indicar que este principal está guiando incluso al sacerdote, mientras que ciertamente es considerado un guía para todas las demás personas involucradas en el cuidado pastoral y litúrgico de esa comunidad.
Este principal, afirma el documento, «es reconocido como guía espiritual». Su función «cobró aún más relevancia durante el período de ausencia del clero en nuestra diócesis», agrega el documento. Sin embargo, aquí surge la pregunta de por qué la diócesis no hace más intentos de aumentar las vocaciones sacerdotales entre los indígenas, en lugar de fomentar el liderazgo religioso de los laicos.
El borrador de la Misa maya pone a estos principales, o “ancianos”, por encima del diácono permanente ordenado y su esposa:
«Los principales o ancianos, representantes de la comunidad eclesial indígena, son agentes de formación muy importantes. Acompañarán con su consejo, experiencia y sabiduría al Diácono Permanente Indígena y a su esposa, asegurando su firme arraigo en la comunidad, según su cultura».
Como hemos informado anteriormente, el oficio del Diácono Permanente Casado Indígena en la diócesis tiene la característica de incluir a la esposa del diácono en forma de cuasi-ministerio. La esposa también está involucrada en el santuario, al ser la incensaria, un papel que a menudo desempeñan las mujeres en la religión maya.
Nuevo oficio litúrgico de “incensor”
El segundo oficio litúrgico recién inventado es el del “incensor” que inciensa el altar, el sacerdote, las imágenes sagradas y la congregación en diferentes momentos de la Santa Misa, comenzando justo al comienzo de la Misa y, por lo tanto, aparentemente disminuyendo el papel del sacerdote.
El borrador habla de la «incensación de la cruz y del altar y, en su caso, de las imágenes de María y de los santos, realizada por la persona encomendada a la comunidad con el oficio litúrgico de la incensación. Terminada la incensación, los ministros se acercan al altar para venerarlo». Este nuevo oficio litúrgico también puede ser ocupado por un hombre o por una mujer, como explica el documento:
«Por eso se propone que entre los pueblos originarios de la diócesis el oficio litúrgico de la incensación para todas las acciones litúrgicas de la Iglesia quede en manos de las personas, hombres o mujeres, designadas por la comunidad y aprobadas por el Ordinario».
Estos dos nuevos oficios ya están ocupados por indígenas en la región de Chiapas, como LifeSite ha mostrado anteriormente. A veces hay una fuerte presencia de laicos en el santuario. En este ejemplo de una Misa indígena en la parroquia de la Misión de Bachajón en Chiapas, hay cuatro mujeres adultas sirviendo en la Misa, lo que hace que el evento litúrgico parezca más dirigido por laicos que por el sacerdote.
Inclusión de elementos mayas de oración
Lo más preocupante es, como se informó anteriormente y ahora se ve confirmado en el borrador del documento oficial, la inclusión de prácticas religiosas explícitamente mayas en la liturgia católica.
Antes de entrar en detalles, debemos señalar que en ningún lugar del borrador oficial los autores del nuevo rito maya explican cómo evitarán una interpretación idolátrica del uso de elementos rituales provenientes de la religión maya y permeados por el politeísmo, animismo, culto a los antepasados e incluso sacrificios humanos. Los autores no parecen estar preocupados por tales blasfemias, a pesar de que Arizmendi, en una respuesta a LifeSite, insiste en que estos elementos no se usan de la manera idolátrica antigua.
«En los ritos mayas que proponemos en la Misa”, dijo el prelado a LifeSite, «no hay nada de animismo, politeísmo, etc., de los antiguos mayas. Los ritos que proponemos tienen una base católica, pero desarrollados por estos nuevos pueblos, que tienen orígenes mayas, pero que se han distanciado de los antiguos mayas».
Sin embargo, en el propio borrador se encuentran expresiones y explicaciones que no parecen compatibles con una comprensión católica. Y el borrador llega a afirmar que las prácticas mayas son indispensables para que los indígenas se relacionen con Dios, lo que implica que la antigua forma pagana de oración es aún más efectiva que las oraciones del Santo Sacrificio de la Misa.
¿La oración comunitaria es más importante que el Sacrificio de la Misa?
El borrador oficial del rito maya de la Misa, por ejemplo, habla de la importancia de la oración comunitaria dirigida por el director y acompañada de una ceremonia de encendido de velas y música. Este ritual, afirma el documento, es fundamental para que los indígenas puedan encontrar a Dios, por lo que parece situarlo en un nivel superior al del propio Sacrificio de la Misa. Aquí citamos extensamente:
«La oración en voz alta y comunitaria guiada por un principal es la forma en que se abre el corazón a Dios, se entra en relación directa con Él, se dialoga con Él. Sin este elemento, uno no está dispuesto a tener el corazón para participar, para escuchar Su palabra. Por eso, la oración comunitaria guiada por el principal es un elemento esencial que debe incluirse en el ordinario de la Misa celebrada con los pueblos originarios de esta diócesis. Sin este elemento, no se estaría entrando adecuadamente en una relación personal con Dios como se pretende en la celebración de la Eucaristía con los ritos iniciales».
Es decir, sin la antigua forma de orar en voz alta, con el antiguo ritual de encender velas que están de pie en el suelo frente al altar –práctica que se deriva de los rituales paganos del pueblo maya– el peso del Sacrificio de la Misa parece haber disminuido. Aquí, una vez más, citamos del borrador:
«También tenemos el elemento histórico, ya que esta ha sido la manera propia de estas culturas de vivir la relación con Dios. De este modo la celebración de la Eucaristía y la manera propia de orar de estos pueblos no quedan como algo ajeno o separado, sino que se hacen juntos, todos en armonía, incluida la creación».
No está claro, a la luz de la fe católica, cómo los católicos participan en la Misa con un sentido de «armonía con la creación».
Curiosamente, es aquí donde el documento cita al cardenal Carlo Maria Martini, el difunto arzobispo de Milán que encabezó el grupo modernista San Galo y de quien se dice que le pidió al Papa Benedicto XVI, un año antes de su renuncia, que renunciara a su cargo papal. El borrador dice:
«La reflexión del cardenal Martini sobre la triple confesión nos hace comprender más profundamente el significado de este modo de oración. Vemos que en este tipo de oración se ejerce esta triple conféssio: la conféssio láudis (la confesión de alabanza), la conféssio vitæ (la confesión de vida), la conféssio fídei (la confesión de fe)».
El vértice jesuita
Uno podría no haber esperado una cita de este prelado modernista en un documento escrito por obispos y sacerdotes mejicanos. Sin embargo, al mirar el borrador y ver el nombre de su autor, se vuelve más comprensible.
El autor del borrador es el presbítero Felipe Jaled Alí Modad Aguilar, sacerdote jesuita, al igual que el Cardenal Martini y el Papa Francisco, quien desde el inicio de su papado en 2013 apoyó plenamente este proceso de inculturación en la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, son jesuitas (ver aquí un estudio importante sobre la influencia jesuita modernista en la formación teológica del Papa Francisco, y aquí la explicación general de la influencia gnóstica en el pensamiento católico modernista (y a menudo jesuita)).
Este mismo sacerdote jesuita ya participó en la preparación del Sínodo de la Amazonía de 2019. En Junio de 2019, LifeSite publicó una lista de participantes de una reunión secreta cerca de Roma en preparación para ese sínodo, incluido Aguilar. También es nombrado como coordinador de la comisión diocesana para el nuevo rito indígena en Chiapas.
Este sacerdote jesuita es miembro del grupo de Relaciones Interreligiosas de la Compañía de Jesús, y como tal es responsable de las religiones indígenas en las Américas. En esta capacidad, cuando el Papa Francisco vino a San Cristóbal de las Casas en 2016, Aguilar tradujo la homilía papal durante la Misa a uno de los idiomas indígenas.
Dado que está desempeñando un papel tan importante con respecto a este rito maya de la misa recientemente desarrollado, podría valer la pena citarlo directamente. En una publicación de 2021 sobre el Sínodo sobre la Sinodalidad, Aguilar escribió sobre la espiritualidad indígena en términos positivos:
«Específicamente para mí, los elementos que más me han llamado la atención en el sentido de discernimiento en las tradiciones religiosas de los pueblos indígenas es la importancia que le dan a que las decisiones que se tomen estén en armonía con la naturaleza, con la creación. En muchos casos es necesario consultar con los Ancestros (los antepasados que han muerto pero que continúan siendo parte de la comunidad) para asegurar que las decisiones que se tomen también estén en armonía con ellos. La armonía como resultado de la decisión que se toma es un elemento esencial en cualquier proceso de discernimiento».
Otra indicación de que la comisión mejicana para este nuevo rito maya podría estar positivamente inclinada hacia la aceptación del significado maya de los símbolos y rituales que planean incluir en el rito de la Santa Misa es el hecho de que un miembro sacerdotal de la comisión diocesana preside sobre una parroquia repleta de culto pagano: el presbítero Víctor Manuel Pérez Hernández de la parroquia San Juan Chamula (ver aquí un video del interior de esa iglesia, que no tiene altar ni bancas).
San Juan Chamula es conocido por sus sacrificios de animales y otras prácticas de adoración no católicas o paganas. Incluso un sitio web de viajes secular describe esta parroquia como algo inusual. Si bien la iglesia es «picoresca» en el exterior, el sitio web afirma que, en el interior, «sin embargo, los fieles participan en rituales únicos que involucran santos católicos, alcohol ilegal, efusiones de emociones y sacrificios de animales». El texto continúa:
«Al ingresar, los visitantes quedan abrumados por el aroma del incienso de resina de copal y el humo de miles de velas. Las paredes están revestidas con estatuas de santos adornados con espejos para alejar el mal. No hay bancos; Agujas de pino frescas alfombran el piso vacío de adelante hacia atrás. Los fieles se distribuyen en pequeños grupos. Cada familia limpia un espacio para ellos y adhiere una variedad de velas directamente a los azulejos. Permiten que las velas se quemen por completo durante y después de sus ceremonias personales, dejando charcos de cera multicolor. Los fieles rezan en voz alta en tzotzil [una lengua indígena], a veces llorando y haciendo repetidamente la señal de la cruz. Beben Coca-Cola y ‘pox’ –el destilado regional– y eructan con la intención de evacuar los espíritus malignos. A veces a la familia se une un curandero [chamán] que puede imponer sus manos sobre los afligidos, absorber sus enfermedades en un huevo de gallina o curarlas agitando una gallina viva sobre su cabeza. En casos extremos, matan al pollo allí mismo».
Solo esta descripción deja en claro que las ceremonias paganas se han apoderado de esta antigua iglesia católica, sin embargo, esta parroquia todavía tiene un sacerdote católico en Hernández. Él figura en el documento oficial diocesano que tenemos en nuestras manos como uno de los integrantes de esta comisión que trabaja en un nuevo rito maya de la Misa, y cómo se le da su parroquia San Juan Chamula.
En Mayo del año pasado, Hernández anunció, por ejemplo, en Facebook una Misa dicha en esa misma iglesia. También publicó a principios de este mes un vídeo de una visita pastoral del obispo local, Rodrigo Aguilar Martínez, a quien se le ve participando en una misa al aire libre en una danza ritual con sonajas. En otro vídeo de la misma visita pastoral, se puede ver al obispo frente a esa misma iglesia parroquial.
Hernández también publicó una vez, en 2018, el momento de la consagración durante la Misa, donde se ve a un sacerdote usando como altar una mesa que es a la vez un altar maya, y se tocan cuernos indígenas en lugar de las campanas sagradas.
Ahora que les hemos dado a nuestros lectores algunos atisbos de la mentalidad de dos miembros de la comisión que escribieron el nuevo rito maya, volvamos a varios elementos problemáticos del ritual maya que se están introduciendo en esta misa.
Encendido de velas
La explicación de por qué los feligreses deben involucrarse en encender velas frente al altar durante la Misa se explica en el borrador oficial de la siguiente manera:
«La oración comunitaria con el encendido de velas ha sido una de las modalidades de oración que más se utilizan en los pueblos indígenas, con la que expresan todos los pedidos que la comunidad tiene en su corazón. Además de la celebración eucarística, esta forma de oración sirve para pedir la ayuda de Dios en las más diversas circunstancias de su vida: oraciones en el campo, al comienzo de la siembra, para pedir una buena cosecha, para ofrecer los primeros frutos de la las cosechas, en el nacimiento de los hijos, en las oraciones en los manantiales de agua, para orar por sus animales, en la bendición de una casa, en las oraciones por los difuntos… Este modo de oración es una de las formas que tienen estos pueblos para expresar con más fuerza su confianza en Dios, porque es un gesto de poner en sus manos los momentos más importantes de su vida».
Con este comentario, los autores del borrador parecen dar a entender que el antiguo rito del encendido de velas es una herramienta más poderosa para los indígenas que el Santo Sacrificio de la Misa.
¿Madre Tierra y culto idólatra?
Pero hay más. Esta ceremonia, que va acompañada de personas que inclinan la cabeza, tocan el suelo y cantan melodías suaves, tiene como objetivo no solo ponerse en contacto con Dios, sino también con los ancestros y la Madre Tierra, poniendo así a Dios en el mismo nivel con estos otros. entidades.
«Esta oración», afirma el borrador de la nueva Misa, «expresa también los cuatro sentidos de relación: la relación con el trino Dios, la relación con otras personas vivas o difuntas (que incluye a los santos y a todos los difuntos que nos han precedido a nosotros en la fe), la relación conmigo y la relación con la hermana madre tierra».
Nuevamente, vemos aquí cómo la adoración a Dios parece estar al mismo nivel que la adoración a los ídolos. Esto es como si Satanás estuviera diciendo que tiene el mismo lugar que Dios, lo que también se expresa en símbolos ocultos prominentes como el símbolo del Yin y el Yang, o la estrella de seis puntas.
El famoso psiquiatra y autor gnóstico, Carl Gustav Jung, resumió una vez esta idea de que Dios y Satanás están al mismo nivel, o se complementan entre sí, de la siguiente manera (y citado por el ahora fallecido artista católico y experto en ocultismo, H. Reed Armstrong):
«En nuestro diagrama, Cristo y el diablo aparecen como iguales y opuestos, conforme a la idea del “adversario”. Esta oposición significa conflicto hasta el final; y es tarea de la humanidad soportar este conflicto hasta que se alcance el momento o punto de inflexión en el que el bien y el mal comiencen a relativizarse, a dudar de sí mismos, y se lance el grito de una moral “más allá del bien y del mal”».
El 27 de octubre de 2019, cuando el Papa Francisco colocó oficialmente, durante su Misa papal al final del Sínodo del Amazonas, un cuenco de Pachamama en el altar de San Pedro, H. Reed Armstrong explicó a LifeSite que este evento le pareció como una ceremonia litúrgica por la cual satanás (aquí a través de un falso dios, la Pachamama) fue introducido simbólicamente en la Iglesia al mismo nivel que Dios (Jesucristo).
Armstrong pudo detectar ese simbolismo inmediatamente. También explicó que el uso de sonajeros durante el culto a la Pachamama en los jardines del Vaticano en ese momento tenía un significado oculto en sí mismo. Esta explicación de fondo podría ayudarnos a los católicos a ver los peligros de este nuevo rito de la Misa y nos impulsaría a resistir y oponernos más firmemente.
LifeSite le presentó al Cardenal Arizmendi algunos elementos objetables de esta nueva Misa (orar a las cuatro direcciones, el uso de la concha maya, el culto a los antepasados, el altar maya, cómo evitar confusiones con el significado maya original de los elementos utilizados en la Misa), invitándolo a un diálogo, pero hasta el momento no ha respondido.
Volvamos a los elementos mayas que se están introduciendo en la nueva Misa, según el proyecto oficial de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Altar maya
Conectada con la ceremonia de encendido de velas está la instalación de un altar maya, que se describe en el borrador de la comisión sin llamarlo por su nombre propio. El documento describe este altar que se colocará dentro de la iglesia, cerca del altar real, y también menciona nuevamente los colores simbólicos mayas de rojo, negro, blanco y amarillo, así como los cuatro puntos cardinales u orientaciones:
«Junto al altar se colocan plantas, flores, frutos y semillas de la región, junto con velas de varios colores (rojo, negro, blanco, amarillo, verde y azul). En el lugar que marca el rumbo del oriente se colocará una vela roja y frutos y flores del mismo color; hacia el rumbo de poniente se colocará una vela negra junto con frutos y flores cercanas a esta tonalidad; hacia el rumbo del norte se colocará una vela blanca y frutos y flores del mismo color; hacia la dirección del sur se colocará una vena amarilla junto con frutos y flores de ese color. Finalmente en el centro de ese espacio, donde se cruzan las cuatro orientaciones, se colocará un crucifijo, una biblia y a sus lados una vela azul y una vela verde, junto con el agua, la tierra y el caracol».
En cuanto al uso de conchas, LifeSite ha demostrado en nuestro primer informe sobre este tema que los indígenas las utilizan para comunicarse con sus antepasados, lo cual es parte de su culto a los antepasados.
Imagen de un altar maya que muestra la fusión de la Eucaristía con la religión maya (Parroquia Misión de Bachajón/Facebook)
Orando en las cuatro direcciones de la tierra
El borrador propone que las oraciones comunitarias dirigidas por el “principal” bien podrían dirigirse a las cuatro direcciones de la tierra: «En ocasiones especiales», dice el borrador, «esta oración puede realinearse invocando a Dios desde los cuatro puntos cardinales». Invocar a Dios desde los cuatro puntos cardinales implica en la tradición maya politeísmo: las cuatro direcciones de la tierra –norte, oeste, sur, este– están tradicionalmente conectadas con dioses.
La erudita en arqueología y experta en la religión maya, la Dra. Diane Davies del University College London, afirma que «los dioses mayas podrían existir simultáneamente en varias formas o aspectos. Pawahtún, por ejemplo, era una divinidad cuatripartita que se encontraba en las cuatro esquinas (direcciones cardinales) del universo».
Cada uno de los cuatro “Pawahtunes”, llamados “Cantzicnal”, “Hosanek”, “Hobnil”, y “Saccimi”, presidía uno de los cuatro puntos cardinales. Tenían un color asociado:
- Cantzicnal: Norte, blanco
- Hosanek: Sur, amarillo
- Hobnil: Este, rojo
- Saccimi: Oeste, negro
Como se puede ver aquí, los colores negro, blanco, amarillo y rojo también tienen un significado religioso derivado de la religión politeísta. Estos colores se proponen para su uso en el borrador del nuevo rito de la Misa, como veremos más adelante.
La oración a las cuatro direcciones de la tierra está siendo descrita por la comisión diocesana para el nuevo rito de una manera que coloca a Dios al mismo nivel que los antepasados. Aquí citamos extensamente el documento que combina una vez más las cuatro direcciones con este ritual:
«Después de la invitación a la oración, se enciende la vela roja y todos van hacia el Este, se hace una inclinación y un principal dirige una oración a Dios, dando gracias por la luz del sol, que es el principio de la vida. Luego se enciende la vela negra y todos se dirigen hacia el occidente, se hace una inclinación y un principal dirige una oración a Dios presentando las tinieblas de la vida, los problemas, la noche, con la esperanza de que no dará una nueva vida, después la noche. Luego se enciende la vela blanca y todos van hacia el norte, se hace una inclinación y un principal dirige una oración a Dios recordando a los ancestros, la historia de la comunidad, pero también los peligros del hielo y el frío que amenazan al pueblo. Luego se enciende la vela amarilla y todos van hacia el sur, se hace una inclinación y un principal dirige una oración a Dios.Luego se encienden las velas verde y azul en el centro; todos van a ese punto y un principal dirige a Dios una oración, para aclamar a Jesucristo, corazón del cielo y corazón de la tierra, en quien la mano humana se une a la divina, cielo y tierra, y es el centro de nuestra vida cristiana, el corazón de nuestra celebración eucarística».
Danza litúrgica: «Los pies acarician el rostro de la Madre Tierra».
Según el borrador oficial del nuevo rito maya, «en lugar del canto de alabanza», como recomienda la Iglesia, «la acción de gracias puede expresarse con una danza». Se llama un “gracias colectivo”.
Según el borrador:
«En la danza, los pies acarician el rostro de la Madre Tierra, realizando ligeros movimientos. El rostro de Dios es recibido moviéndose hacia las cuatro direcciones del universo. Se baila con el corazón al ritmo de la música instrumental propia de estos pueblos y dialogando con Dios personalmente. Es un momento de alegría o de llanto, de sentir la misericordia de Dios, su paz y su amor. Es tiempo de sentir la cercanía de nuestros hermanos y hermanas, bailando juntos, a un mismo ser.Dios baila en medio de nosotros, miramos hacia arriba para ver los rostros de los hermanos y nos sonreímos. Pero es también sentir la presencia de Jesús, de los santos, de nuestros antepasados, que bailan con nosotros, no como una imaginación forzada, sino como una presencia espiritual real, en armonía conjunta.Con qué razón decía San Agustín que “el que canta reza dos veces”, y de esta experiencia podemos decir: el que baila reza tres veces».
Cabe destacar en este texto la afirmación de que los antepasados están «real y espiritualmente» presentes en esta danza ritual, algo que parece estar en desacuerdo con la comprensión católica. Para el borrador del documento, sin embargo, esta danza litúrgica es «parte integral de la acción litúrgica. Es liturgia bailada, no simplemente danza en la liturgia».
LifeSite se ha comunicado tanto con la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas como con la Oficina de Prensa del Vaticano, pero aún no ha recibido una respuesta.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)