NOTA PREVIA: La “Noche azul” (“Nuit bleue”) es una serie de ataques con bombas que se realizan en simultáneo (o con poco tiempo de diferencia entre sí) en una misma noche. Esta táctica, adoptada por el Frente de Liberación Nacional de Córcega, fue creada por la Organización del Ejército Secreto (OAS en francés) durante la guerra de Argelia.
Traducción de la columna de Pier Luigi Piras* para RADIO SPADA.
LA CARTA TRUCADA DE LA AUTONOMÍA EN CÓRCEGA Y LA “NOCHE AZUL” (8-9 DE OCTUBRE DE 2023) POCO CONTADA EN ITALIA
Militantes del Frente de Liberación Nacional de Córcega en un entrenamiento de armas de fuego (24 de Junio de 2018)
«¿A quién le toca?», «A qui le tour?». Parecería el apunte mordaz más de moda desde hace cerca de diez días en Francia. Sarcasmo amargo y miedo por las posibles consecuencias en el plano del alcance del sistema estatal, entremezclados con la consciencia de cuanta facilonería haya en las butades de los políticos más notorios, acostumbrados a la promesa explosiva, especialmente si el próximo turno electoral no está tan lejos. Pero el chiste podría tener un fuerte sentido de realidad: ¿a cuál departamento le caerá en suerte, después de la Córcega, de recibir desde la cima de las instituciones republicanas una asunción de compromiso tan rimbombante? En verdad son tantas las collectivités caracterizadas culturalmente en manera fuerte dentro y fuera del trazado físico-político del Héxagone (la parte continental de la Francia metropolitana).
Según el relato de Hesíodo, Pandora, la primera mujer bellísima afectada por el pequeño defecto de la mortalidad, según la tradición mitológica griega, siendo mujer y siendo mortal se hizo vencer de la curiosidad, contraviniendo la voluntad de Zeus y no resistió a la tentación, abriendo aquel ánfora tan interesante que en vez de contener buen grano ocultaba todos los “males” del mundo, los cuales, semejantes a un río crecido, salieron con virulencia e invadieron la dimensión humana, tomando en control. La apertura del pithos querido por Emmanuel Macron, con su visita oficial a la Isla a fines de Septiembre (del 27 al 29, con las etapas de Ayacio, Bastia y Bonifacio), muestra cómo muchos o demasiados nudos que no pueden desenredarse han llegado al peine. De hecho, el Presidente ha en una bella apuesta quebrado los preámbulos, armado de desdén y arrogante provocación de sarkosiana memoria, prometido a los corsos la tan cacareada “autonomía”, anunciando una consecuente modificación importante en el texto constitucional, en nombre de la innegable especificidad regional. Más o menos, como si prometiese, por parte de un descarado vendehumo, a un egotista incurable el don de la inmortalidad. Con el peligro de desencadenar en el ánimo del individuo por la psicología plegada al culto narcisista de sí una reacción en cadena después incontrolable, con toda probabilidad muy violenta. El mal de los males del Estado nacional francés, torpemente escondido por siglos, al punto de llegar a hacerlo pasar, especialmente por medio de la propaganda, como el bien de los bienes, es su ser compuesto en sus entrañas por una multiplicidad de pueblos diversos en la profundidad de sus sucesos históricos, pueblos tal vez inasimilables los unos a los otros, no obstante la decidida acción centrípeta de origen masónico-ilustrada y napoleónica de la administración parisina. La “jacobinización” es el proceso con el cual se hizo posible una tentativa política anteriormente irrealizable: con la imposición de un potente aparato institucional enervado de ideología se logró, por el rico centro de la Capital, en los últimos 234 años, tener juntos un dispar grupo de territorios y de entes, aplicando a todos las mismas leyes basadas en los mismos valores. Una aplicación que, naturalmente, no en modo sistemático ha surtido el efecto de la asimilación incondicionada de los principios subyacentes.
No por nada, a pocas horas del golpe (si puede considerarse como tal) señalado por Gilles Siméoni, el président de l’exécutif de Corse, el bretón Loïg Chesnais-Girard, dirigiéndose al correspondiente Consejo ejecutivo de su “región”, ha enseguida lanzado la correspondiente investigación con las debidas formas institucionales, interviniendo en Saint-Malo, donde se desarrollaba el Congrès des Régions, buscando con decisión hacer valer sus razones y tomando en contraataque a una desarmada Élisabeth Borne/Bornstein, primera ministra encargada desde Mayo de 2022. «On ne peut avoir des élus avec plus d’autonomie d’action en Corse, et maintenir les autres dans un centralisme inefficace et d’un autre âge» «No se puede tener a los diputados con más autonomía de acción en Córcega, y mantener a los otros en un centralismo ineficaz y de otro tiempo», comentó Chesnais-Girard. Como reveló Christine Tasin en el editorial de Résistance Républicaine del 3 de Octubre, convendría preguntarse ¿hasta qué punto el Presidente pueda ser hoy consciente de haber accionado, con la incursión ayacia, una serie de engranajes que podrían llevar a la destrucción de la gran máquina del Estado? Y en el caso que fuese efectivamente consciente, al menos en parte, ¿qué tipo de sentimiento podría albergar en su alma? ¿Tal vez de alegría mal disimulada?
El eje central de la intervención de Macron, que duró poco más de media hora, desde el atril principal en el hemiciclo de la Asamblea de Córcega de Ayacio, la mañana del viernes 28 de Septiembre de 2023, mientras afuera un largo verano caliente buscaba hacerse infinito, denota claramente una suerte de juego de tres cartas: «Ayons l’audace de bâtir une autonomie a la Corse dans la République. Cette autonomie doit être le moyen pour construire ensemble l’avenir, sans désengagement de l’Etat. Ce ne sera pas une autonomie contre l’Etat, ni une autonomie sans l’Etat. Mais une autonomie pour la Corse et dans la République», «Tengamos la audacia de construir una autonomía para la Córcega en la República. Esta autonomía debe ser el medio para construir juntos el futuro, sin desvincularnos del Estado. Esta no será una autonomía contra el Estado, ni una autonomía sin el Estado, sino una autonimía para la Córcega y en la República». Todo y nada en pocas palabras. Esto después de una introducción dirigida al recuerdo de la resistencia improvisada en la Isla contra el nacionalsocialismo alemán, a ochenta años de aquellos acontecimientos que cerraron la temporada de las guerras mundiales: una astuta cáptatio benevoléntiæ, «para rendir homenaje al impulso irresistible de la Córcega hacia la República». Muy resumido: si se da la autonomía, debe estar ahí necesariamente el Estado. El mismo Estado que estaba antes y que siempre deberá permanecer. Solo quizá un poco empolvado.
Es el Estado republicano que concede y dosifica, desde el centro, el grado definido de autonomía para las comunidades locales. Una autonomía, por eso, toda para inventar, vista la impostura genética con que fue concebida la République, con todas las dificultades del caso, como intituló la imagen en portada, retratando un inflexible Presidente al centro entre Gilles Siméoni y Marie-Antoinette Maupertuis, el diario Corse Matin en la edición del 29 de Septiembre. Siméoni declaró luego en frío: «(…) un des critères essentiels d’une véritable autonomie, c’est la compétence législative sans laquelle il ne saurait y avoir, pour nous, de point d’équilibre», «(…) uno de los criterios esenciales de una verdadera autonomía es la competencia legislativa sin la cual no habría, para nosotros, un punto de equilibrio» (Entrevista de Jean Marc Raffaelli, “Corse: La véritable autonomie, c’est le pouvoir législatif”, La Tribune, 10 de Octubre de 2023).
Para inventar estará pues la sustancia y la forma del artículo que se insertará en la Constitución, en la cual se deberá designar la especificidad de la comunidad corsa. Una solemne promesa, pronunciada con tono áulico y acariciador, con pausas estudiadas por el primer recitante, muy difícil sin embargo de realizar, dada la sólida osamenta centralista del modelo con el cual está construido el Estado en Francia; una previsión de críticas y dificultades puestas prontamente a la luz por los grandes diarios europeos. Un mimo a la espalda de los nacionalistas que aspiraban a la separación política, pero que, descaradamente, han quedado en gran número sentados al ingresar al salón el ilustre huésped continental. «En l’absence de toute possibilité d’échanges et de prise de parole, les élus de l’Assemblée de Corse sont convoqués dans leur propre hemicycle, ce matin, afin d’assister au rang de simples spectateurs à un discours du Président de la République française», «Sin posibilidad alguna de réplicas e intervenciones, los diputados a la Asamblea de Córcega son convocados en su propio hemiciclo, esta mañana, a fin de asistir en calidad de simples espectadores, a un discurso del Presidente de la República francesa», anunció con claridad la asociación Corsica Libera, la mañana del 28 de Septiembre.
«Les élus corses et le gouvernement ont six mois pour parvenir à un accord», «Los diputados corsos y el gobierno tienen seis meses para llegar a un acuerdo»: o se acaba ahora o salta la mesa preparada, por trámite del ministro del Interior Gérald Darmanin, ya al día siguiente de la trágica desaparición de Yvan Colonna, en Marzo de 2022, en la estructura de la cárcel de Arlés.
Pero todo el proceso queda en sí desesperadamente complicado, con un grado altísimo de distancia de los presupuestos, incomunicabilidad y conflictualidad. No hay entendimiento sobre lo fundamental. Se presentan malos entendidos. No se quiere considerar el hecho que para una autonomía así, aunque concedida con extrema magnanimidad, también hecha bajar de lo alto, no podrá aplacar los ánimos y las enervantes tensiones que los atormentan. En cambio, podría ser tomada como un grave insulto a aquellos que son los valores de la Tradición local. Porque con toda probabilidad, la autonomía no es la solución para tantos sujetos involucrados. De hecho, entre el 8 y el 9 de Octubre, como toda respuesta, réponse cinglante, a la visita de Manu (como es apodado con irreverencia el Presidente), al sonar las 23:00h, en los litorales corsos se vivió una resplandeciente Nuit Bleue: en diez y seis localidades distintas, desde Lecci a Ghisonaccia, de Lucciana a Brandu, de Santa Reparata de Balagna a Villanova Alata, de Bastelicaccia a Vigianello, el redivivo Frente de Liberación Nacional de la Córcega (FLNC), llamado irremediablemente a la clandestinidad, reivindicó una impresionante serie de atentados (más de veinte) contra habitaciones singulares de propiedad de ciudadanos “continental”, casi siempre segundas viviendas para las vacaciones. Hechas todas literalmente saltar por los aires, con generosas dosis de explosivos. Ninguna persona resultó herida, pero los daños materiales son inmensos. Entre los edificios tomados como objetivos, como única excepción respecto a las villas de cierto prestigio, también está una antigua oficina de impuestos hace tiempo en desuso. En el folleto de reivindicación se lee: «Nous n’avons pas de destin commun avec la France. Revendiquons la série d’actions de la nuit du 08 au 09 octobre 2023. À Francia Fora! À pòpulu fattu, bisognu à marchjà. À raggione hè a nostra forza», «No tenemos destino común con la Francia. Reivindicamos la serie de acciones de la noche del 8 al 9 de Octubre de 2023. ¡Fuera la Francia! El pueblo constituido debe ponerse a marchar. La razón es nuestra fuerza».
No pocos, entre ellos también los “pobres” legítimos propietarios constreñidos a rebuscar ahora entre los escombros, han luego pensado que Macron hubiera hecho mejor estando tranquillo en su residencia parisina. Como mínimo, una cuota importante de la opinión pública sensible a la “cuestión corsa” ha interpretado el discurso de Emmanuel Macron decididamente no a la altura de las expectaciones, como han destacado entre otros también Paul-Félix Benedetti, miembro de Core in Fronte (Corazón adelante).
Lo que se arriesga es, una vez más, un recrudecimiento de los actos demostrativos realizados con métodos violentos. El gobierno pone en el plato una hipótesis de autonomía, pero tantos en la isla sueñan con la plena libertad que coincidiría con la independencia. Nadie puede sin embargo considerar posible que el centro del poder político parisino pueda admitir como legítima la afirmación de la instancia independentista, para lo cual se debería renunciar a un territorio estratégicamente fundamental y a sus aguas circunstantes. La lógica es la de una batalla contra el sistema de colonización cultural actuado a través de los métodos de la lenta pero inexorable transformación del paisaje, físico y simbólico, en sentido brutalmente turístico: allá, el subyacente, por parte de los separatistas isleños, es el de querer gritar su propia rabia por estar obligados aun a sufrir la expropiación de la tierra, en cuanto pagada a precios bajos por los inversionistas venidos del continente. El ejercicio del poder político por parte de los órganos del Estado central, aunque pudiendo eficazmente realizar con el tiempo un vínculo de dependencia económica con los corsos, no ha llegado a conquistarlos y someterlos en forma totalizante, a causa de las profundas e insuperables diferencias histórico-culturales, centrado en el sentimiento de Fe en el caso de los isleños: por esta razón, comenzando por el inicio de los años Setenta del siglo pasado, con el infame informe del Instituto Hudson, tuvo inicio el profundo proceso de cambio que habría debido transformar la Isla salvaje habitada por pastores coriáceos y resistentes en un conjunto de lugares amenos abiertos a la invasión de los viajeros de placer, doce meses al año. La única forma considerada practicable para buscar “civilizar” a un pueblo, haciéndolo dócil y adaptable a las formas jurídicas de la République.
* Pier Luigi Piras es historiador y autor del libro Corsica: battaglie e solitudini. Sguardo indiscreto sopra un sogno di libertà, fra molte tentazioni e poche beatitudini (Córcega: batallas y soledades. Mirada indiscreta sobre un sueño de libertad, entre muchas tentaciones y pocas bienaventuranzas).
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)