Se
cree que unas inscripciones ocultas halladas en la que es llamada la
‘Iglesia de los Apóstoles’ proporcionan evidencia sólida que lo que hoy
es conocido como el-Araj en el norte de Israel es la ciudad bíblica
perdida de Betsaida, donde nació el Apóstol San Pedro.
Escrita
en griego antiguo, la inscripción es una oración intercesoria al ‘Jefe y
comandante de los Apóstoles celestiales’ (αρχηγού και διοικητή των
ουράνιων Αποστόλων), título que la hagiografía bizantina solo usa para
referirse a San Pedro.
El
mosaico fue primero descubierto en 2021 cuando los arqueólogos estaban
excavando en la antigua iglesia de la era bizantina, pero estaba
escondido bajo capas de limo que tomó tiempo para remover cuidadosamente
(históricamente, el mar de Galilea ha subido y bajado su nivel varias
veces).
No es solamente un descubrimiento
importante, sino que puede poner fin a un prolongado debate sobre si San
Pedro nació en Betsaida o Cafarnaúm (ambas mencionadas en la Biblia
como su lugar de nacimiento).
La inscripción
forma parte de un piso de mosaico más grande del diaconicón (sacristía)
de la iglesia, que está parcialmente decorado con patrones florales y
enmarcado con un medallón hecho de dos filas de téseras, que menciona
como donante a un «Constantino, el siervo de Cristo» (Κωνσταντίνο, τον
δούλο του Χριστού), que según los arqueólogos no debe ser confundido con
el emperador Constantino.
Por mucho tiempo,
los arqueólogos han discutido sobre la cuna de San Pedro, como si
hubiera sido dividida entre Betsaida y Cafarnaúm, que también está
localizada en la costa norte del Mar de Galilea, pero del lado
occidental (Betsaida está del lado oriental). Esto es porque la Biblia
menciona ambos como los lugares donde San Pedro y San Andrés vivieron.
En Juan 1, 44, se lee: «Era Felipe de Betsaida, patria de Andrés y de
Pedro». Sin embargo, Jesús los encontró y llamó a ser sus discípulos en
Cafarnaúm (ver Mateo 4, 13), donde vivía la suegra de Pedro (casa que
fue encontrada en 1921 por el arqueólogo y biblista fray Gaudencio
Orfali OFM).
Steven Notley, un arqueólogo del
Nyack College en Nueva York, hizo un comunicado: «El título ‘Jefe y
comandante de los Apóstoles’ es rutinariamente usado por los escritores
cristianos bizantinos para referirse al Apóstol Pedro. Este
descubrimiento [de los mosaicos] es nuestro indicador más fuerte que
Pedro tuvo una especial asociación con la basílica, y que posiblemente
estaba dedicada a él. Puesto que la tradición cristiana bizantina
identificó rutinariamente la casa de Pedro en Betsaida, y no en
Cafarnaúm como hoy se piensa frecuentemente, parece probable que la
basílica conmemore su casa».
Las
ruinas de la iglesia también se ajustan al relato de San Vilibaldo,
natural de Inglaterra y que fue obispo de Eichstätt en Baviera, quien
alrededor del año 725 AD hizo una peregrinación a Tierra Santa y dijo
que en Betsaida había sido construida una iglesia en el lugar de la casa
de Pedro y Andrés. Él informó en el Hodœporicón (Itinerario), que dictó a la monja Hugeburca antes de morir: «Y
[de Cafarnaúm] fueron a Betsaida, de donde venían Pedro y Andrés. Ahora
hay una iglesia donde antes estaba su casa» (Πήγαν στη Βηθσαϊδά, την
κατοικία του Πέτρου και του Ανδρέα, όπου υπάρχει μία εκκλησία στη θέση
του σπιτιού τους).
Según San
Vilibaldo, Betsaida se encuentra entre las ciudades bíblicas de
Cafarnaún y Kursi (Gerasa). Pero también están los relatos de Plinio el
Viejo (en el libro quinto, cap, XV, sección 71 de su Historia Natural ubica a Betsaida en el lado oriental del Mar de Galilea), Flavio Josefo (en el libro tercero, cap. X, sección 7 de la Guerra Judía, se refiere a Betsaida con el nombre romano de Julia –nombre puesto tras el fin de la I Revuelta Judía–, que existió hasta el siglo III), el archidiácono alemán Teodosio (en De Situ Terræ Sanctæ,
dice explícitamente que Betsaida está a 6 millas/9,7 kilómetros de
Cafarnaúm), y el anónimo Peregrino de Piacenza (en su itinerario
menciona explícitamente «Llegamos también a Cafarnaúm, y luego a la casa de Pedro, que es hoy una basílica». Este «y luego» es interpretado como una expresión de distancia espacial más que temporal).
Mordechai
Aviam, arqueólogo jefe de la excavación, dijo en un comunicado: «Uno de
los objetivos de esta excavación era revisar si tenemos en el lugar un
rastro del siglo I, que nos permita sugerir un mejor candidato para la
identificación de la bíblica Betsaida. No solo encontramos restos
significativos de este período, sino que también encontramos esta
importante iglesia y el monasterio a su alrededor».
Se creía que la ciudad fue destruida por un terremoto en el 749 A.D., y fue misteriosamente ‘enterrada’ por el evento sísmico, informó Haaretz. Y desde entonces, la Iglesia de los Apóstoles fue perdida y eventualmente olvidada.
Sin
embargo, Notley y Aviam creen que el piso de mosaico puede ser la
prueba que necesitanan para convencer al mundo que la estructura
bizantina es en realidad el lugar mencionado por San Vilibaldo.
La excavación está patrocinada por el Centro para el Estudio del Judaísmo Antiguo y los Orígenes Cristianos (CSAJCO), el Museo de la Biblia, la Fundación de la Biblioteca Teológica Lanier y la Yeshiva HaDavar de Hong Kong. Se anunció que retomarán las investigaciones el próximo mes de Octubre, cuando pase la temporada de lluvias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)