Traducción del Comentario de Petrus Romanus, corresponsal de TRADITIO en Roma.
Ahora solo quedan allí 17 obispos que, aunque herejes del Novus Ordo, fueron válidamente consagrados antes que la Secta Conciliar adoptase el inválido (falso) Nuevo Ordinal protestantizado de 1968, que está basado en teología protestante y solamente “instala” obispones para supervisar las diócesis sin tener la Consagración episcopal.
Como ha venido siendo obvio más allá de toda duda desde hace sesenta años, la Iglesia Conciliar del Nuevo Orden, fundada jurídicamente el 21 de Noviembre de 1964, durante el herético Anticoncilio Vaticano II para remplazar la Iglesia Católica, muy ciertamente no es la Iglesia Católica. Los que están adheridos a la pseudoiglesia son, objetiva o subjetivamente herejes, o incluso apóstatas. Como prueba de este hecho, hasta el 25 de Agosto de 2022, virtualmente no le quedan obispos válidamente consagrados (aunque heréticos).
Sin embargo, la Sucesión Apostólica se ha mantenido válidamente entre los obispos de los ortodoxos orientales, en los obispos veterocatólicos, y en los obispos católicos tradicionales, que son independientes de la Iglesia Conciliar. De acuerdo a mi cuidadoso estudio, quedan en la Iglesia Conciliar solo 17 obispos que, aunque herejes actualmente, fueron válidamente consagrados bajo el Pontificále Románum tradicional, que fue remplazado en la Iglesia Conciliar con el inválido (falso) Nuevo Ordinal protestantizado de 1968, que está basado en teología protestante y solamente “instala” obispones para supervisar las diócesis sin tener la Consagración episcopal.
De los diecisiete que quedan a la Iglesia Conciliar en todo el mundo, la edad promedio es de 95 años, y todos ellos son mayores de 90 excepto el cardenal Francis Arinze, que cumplirá 90 el día de Todos los Santos de 2022. Arinze es el único cardenal entre los diecisiete. El más viejo de todos estos obispos es también el único centenario de ellos, y es el obispo más viejo de la Iglesia Conciliar. Me refiero al obispo José de Jesús Sahagún de la Parra, primer obispo de Tula y luego de Ciudad Lázaro Cárdenas (Méjico). Cumpliría 101 años el día de Año nuevo del 2023. Es el único que fue nombrado (22 de Mayo de 1961) y consagrado (8 de Septiembre de 1961) bajo Juan XXIII Roncalli con el Pontificále Románum tradicional.
Irónicamente, los diecisiete incluyen a Thomas John Gumbleton, obispo auxiliar retirado de Detroit (Míchigan), quien debe ser uno de los payasos más radicales en todo el circo pagano que es ahora la Antiiglesia. El último obispo vivo que fue consagrado antes que el inválido Nuevo Ordinal protestantizado se hiciese de uso mandatorio es Alfred Kleinermeilert, obispo auxiliar de Tréveris (Alemania). Él fue consagrado el 11 de Junio de 1968, justo una semana antes que el inválido Nuevo Ordinal protestantizado remplazase el Ordinal tradicional. Ahora tiene 94 años.
Así Dios Omnipotente se ha ocupado en desaparecer la apóstata secta del Vaticano II.
ANEXO: Los 17 últimos obispos válidos en la Iglesia Conciliar (Fuente: Catholic Hierarchy; consultado: 26 de Agosto de 2022).
Si bien por el decreto De ordinatióne Epíscopi, Presbyterórum et Diaconórum (Prot. N. R. 19/967) de la Sagrada Congregación de Ritos –actual Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos– se estableció que el nuevo rito de ordenación sería de uso exclusivo a partir del Domingo de Pascua 6 de Abril de 1969, la propia letra de la constitución Pontificális Románi recognítio establece que la aprobación del nuevo rito fue entendida como de uso inmediato, y marcó el fin de las Órdenes Sagradas dentro de los novusorditas:
ResponderEliminar«Así pues, Nos mismo, con nuestra autoridad apostólica, aprobamos este rito para la administración de las sagradas Órdenes del Diaconado, Presbiterado y Episcopado, revisado por el Consílium ad exsequéndam Constitutiónem de Sacra Litúrgia, “con la ayuda de los expertos y después de consultar a los Obispos de diversas partes del mundo” [Concilio Vaticano II, Constitución sobre la sagrada Liturgia, Sacrosánctum Concílium, núm. 25.], de forma que de ahora en adelante se emplee para conferir estas Órdenes, en lugar del rito existente todavía en el Pontificále románum.
Queremos que estos nuestros decretos y prescripciones sean firmes y eficaces ahora y en el futuro, sin que obsten, si se da el caso, las Constituciones y Ordenaciones Apostólicas promulgadas por nuestros antecesores, ni las demás prescripciones, ni que sean dignas de peculiar mención y derogación». (Negrillas fuera del texto).
Cabe decir que la constitución cumple los tres requisitos de infalibilidad (que el papa se pronuncie en el pleno uso de su “autoridad apostólica”, que el pronunciamiento sea en materia de fe y costumbres –en este caso, el rito de ordenación–, y que el pronunciamiento sea de obligatoria aceptación para toda la Iglesia), por ende siendo vinculante para todo el que reconozca a Pablo VI Montini como papa de la Iglesia Católica (porque no falta quien diga «Esa constitución no obliga a nadie»). Pero como es imposible, absurdo y contrario a su infalibilidad e indefectibilidad que la verdadera Iglesia Católica pueda dar doctrina, disciplina o ritos malos o dañinos, y dado que Montini lo hizo, por consecuencia la del Vaticano II no es la Iglesia Católica, y Montini no es un Papa válido ni legítimo sino un impostor y usurpador herético (al igual que su antecesor Roncalli y sus sucesores Luciani, Wojtyła, Ratzinger, Bergoflio y los que vengan).
Así pues, si bien el decreto de la SCR del 15 de Agosto de 1968 marca el punto en el cual efectivamente la secta conciliar dejó de ordenar sacerdotes y obispos sacrificantes, y solo pasó a “instalar” presidentes de cena comunal y supervisores de circuito (que eso son finalmente los presbíteros y obispones conciliares), por el principio de teología dogmática que todo sacramento dudoso es inválido, las fechas se retrasan hasta el propio 18 de Junio de 1968 en que se publicó la constitución (y para el caso de los ritos orientales, desde el día en que se publicaron los respectivos nuevos ritos de ordenación). Por eso es que Ratzinger es simplemente un sacerdote, y Bergoglio un laico disfrazado.