Noticia tomada de GLORIA NEWS. IMAGEN EXPLÍCITA, NO APTA PARA MENORES DE EDAD NI PERSONAS DEMASIADO IMPRESIONABLES, SE RECOMIENDA DISCRECIÓN AL LECTOR.
Francesco Chiarelli, de 33 años, se prendió fuego en Rende, una ciudad universitaria de Calabria (Italia), después de que lo suspendieran como maestro por no recibir inyecciones contra el covid.
El hecho ocurrió en la mañana del 31 de enero. El hombre tocó el intercomunicador de una comisaría, luego se roció con gasolina que había traído consigo en un bote y encendió las llamas.
Dos instaladores de neumáticos, empleados de un garaje ubicado frente a la comisaría, agarraron extintores, corrieron hacia el hombre e intentaron domar el fuego. Un carabinero intervino con un tercer extintor.
Chiarelli murió producto de las quemaduras, que afectaron el 70% de su cuerpo; ante la situación los medios convencionales salieron a todo lo que da negando que el suicidio fuera en protesta a las nuevas coronamedidas implementadas por el régimen Draghi (entre las más severas del mundo), que entraron en vigor el lunes, dando la versión en cambio que fue producto de la depresión.
No está de más recordar que la Iglesia Católica (no, no es la del Vaticano II) condena el suicidio como falta contra el Quinto Mandamiento de la Ley de Dios, y prohíbe las exequias para quien lo comete.
ResponderEliminarPara mayor dilucidación del tema, recomendamos el siguiente artículo:
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