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miércoles, 19 de octubre de 2022

¿JULIUS EVOLA MASÓN?

Traducción del artículo del padre Curzio Nitoglia publicado en EFFEDIEFFE.
  
  
Fabio Venzi (Roma, 1961) se graduó en Sociología de la Universidad La Sapienza de Roma con una Tesis sobre “Las relaciones entre la Masonería italiana y el Fascismo”, es Gran Maestro de la Gran Logia Regular de Italia desde 2001, además es autor de numerosos libros [1] y se ha especializado –a la luz del pensamiento masónico– en el neoplatonismo, Joaquín de Fiore, Raimundo Lulio y el psicoanálisis; finalmente, es director de la Revista masónica De Hóminis Dignitáte.
   
En el 2010 escribió un libro muy interesante, bien documentado y objetivo intitulado Julius Evola e la Libera Muratorìa. Una verità scomoda (Julius Evola y la Francmasonería. Una verdad incómoda), publicado por las Ediciones Settimo Sigillo – Libreria Europa di Roma (Casa Editorial y Librería cercanas a la Fundación Julius Evola).
  
Evola y la magia
Venzi demuestra, con citas muy exactas y particularizadas del mismo Evola o de Autores cercanos a él y muy bien adentro de su pensamiento, que Évola esencialmente es “un mago nato” [2]; que la palabra “magia” es un concepto que califica al hombre y al estudioso Julius Evola [3]; además si se va al corazón del pensamiento evoliano, la magia es el punto culminante [4].
  
Evola y el Idealismo filosófico/mágico
Evola es no solo el tercero de los Idealistas italianos después de Giovanni Gentile y Benedetto Croce, sino que es el fundador del Idealismo mágico [5], que supera el puro Idealismo filosófico mediante la magia y lo hace transformarse un medio para devenir “Dios” con las propias fuerzas y sin la ayuda de la gracia santificante y sobrenatural ofrecida gratuitamente por Dios a la criatura humana [6].
  
Evola y el panteísmo
En las obras filosóficas de Evola apenas citadas en la nota n. 5 se encuentra contenido el plan mediante el cual él intenta unificar el Individualismo absoluto de Hegel, el Nihilismo de Nietzsche y el Anarquismo egotista y solipsista de Stirner (F. Venzi, cit., p. 21) en la síntesis suprema de su Idealismo mágico [7].
   
Evola y el anárquico de “izquierda” Max Stirner
Max Stirner en su obra principal El único y su propiedad (1845) destruye el sentido de religiosidad panteísta del pensamiento hegeliano. De hecho la idea de Dios, según Stirner, es una creación de la mente humana. Dios es la misma esencia humana, pero sublimada por el pensamiento del individuo. Para Stirner el único verdadero “Dios” es el Yo o el individuo. El egoismo según él, por tanto, no es un defecto, sino que es la mejor característica del Individuo, que lo impulsa a autorrealizarse.
  
Él, en fin, como ha confesado (El único y su propiedad), se ha lanzado después al nihilismo metafísico: «he fundado mi destino sobre la nada” acercándose en esto a Nietzsche del cual representa, sin embargo, la alternativa ala “izquierda”.
  
La moral nihilista o estrictamente anárquica de “izquierda” stirneriana odia, rechaza y combate (también con violencia terrorista) los dogmas especulativos y los preceptos morales tradicionales, naturales, objetivos y divinos para sustituirlos con ideas nuevas subjetivistas, voluntaristas, naturalistas, hedonistas, libertarias, libertinas, revolucionarias y materialistas, cómodas para las exigencias del individuo que, según él, como para Nietzsche y Evola, es un Absoluto.
  
Por esto, entre el idealismo filosófico hegeliano, el nihilismo nietzscheano, el anarquismo/individualista stirneriano y el idealismo mágico evoliano hay solo una diferencia accidental en cuanto al modo o a la intensidad, mientras que en cuanto a la sustancia estos cuatro sistemas filosóficos son idénticos (como –por ejemplo– un vino rojo, fuerte y corposo; un vino rosado, delicado y agradable; un vino cerasuolo refrescante y suave, y un vino blanco, burbujeante y ligero).
  
De hecho, la filosofía teúrgica evoliana es sustancialmente idealista, individualista, nihilista e incluso anarco/individualista respecto a la religión positiva y al Dios trascendente y personal, aun si esta es accidentalmente tradicional invocando la Tradición primordial, esotérica, elitista e iniciática de origen cabalista y gnóstica.
  
Henri Arvon escribe: «También Max Stirner, respecto a la Revolución Francesa, parece paradójicamente cercano al conservadurismo contrarrevolucionario de E. Burke (Reflexiones sobre la revolución francesa), de De Bonald (Théorie du Pouvoir) y de J. de Maistre (Étude sur la souveranité)» [8]. Por ende no sorprende que Evola querido escoger a Stirner como uno de los ideólogos que habría debido dar nacimiento (junto a Hegel y a Nietzsche) a su Idealismo mágico.
  
Otro aglutinante que une estas filosofías es la doctrina del “libre amor”, o sea la teoría que ya en el Ochocientos propugnaba la plena libertad de las relaciones sexuales, desvinculada totalmente de toda regla moral y también de las leyes penales de la sociedad civil de entonces. Los mayores representantes del “libre amor” son Max Stirner, Federico Nietzsche, el marxismo/leninismo, el anarcocapitalismo libertario (Mises, Hayek, Nozick, Rothbard, Friedman…) y Julius Evola con su Metafísica del sexo (Roma, Mediterranee, 1958).
   
Según Evola, la sexualidad no es vista como una función reproductiva [9] para tosos los hombres, sino como una potencial vía iniciática para pocos elegidos. De hecho, esta es una operación mágica por medio de la cual el hombre puede volver al Uno plotiniano, o sea a lo Divino. El verdadero hombre tradicional se realiza plenamente por medio de la metafísica del sexo que lleva al amor espiritual, al cual se llega como término a través del amor sensual, que es el primer grado de experiencia para llegar al amor espiritual (J. Evola, La Tradición hermética, 1931). Esta realización del yo absoluto mediante la práctica o la magia sexual se encuentra en el tantrismo, el cual concibe la sexualidad como liberación y “unión con la divinidad” mediante ritos de naturaleza mágico/sexual. El “matrimonio de izquierda” utiliza la liberación de la energía mágica latente en el hombre por medio del ejercicio metódico y mágico/teúrgico del sexo (Cfr. Jean Servier ed., Dictionnaire critique de l’ésotérisme, Paris, PUF, 1998 págs. 19-58, voz Alchimie; págs. 21-22, voz L’alchimie tantrique; págs. 23-26, voz Magie sexuelle dans l’alchimie hindou; págs. 1256-1261, voz Tantra; pág. 49, voz L’alchimie dans ses aspects initiatiques et Julius Evola) [10].
   
El error que estas filosofías tienen en común, aunque diferentes, es el individualismo o el valor absoluto de la persona humana y es precisamente mediante la teoría del Individuo Absoluto y mágico, o sea transformador y creador de la realidad, que Evola quería reunir en “Sí” a Hegel, Nietzsche y Stirner.
   
Evola y el nihilismo de “derecha” de Nietzsche
Nietzsche [11], partiendo del presupuesto que la nada está en la base de todas las cosas, lleva el nihilismo al estado perfecto y concluye que todo lo que el hombre piensa (nihilismo lógico), hace (nihilismo moral), y es (nihilismo metafísico) no tiene ningún sentido. Por ende el ser, el actuar y el pensar del hombre son sin sentido y privados de valor y son destruidos. Conviene para Nietzsche destruir los valores no solamente los valores morales tradicionales, sino la lógica y la metafísica, o sea, el ser por participación, esto es, la criatura, que remite al Ser por esencia, esto es, a Dios. El término del nihilismo es el odio contra Dios y la voluntad deicida de destruirlo («Dios está muerto»), si nunca fuese posible. El nihilismo representa la última etapa de la subversión filosófica post-moderna y contemporánea iniciata con la modernidad [12]. En lugar de los valores teóricos y morales tradicionales se deben poner los valores dionisíacos del placer desenfrenado del cuerpo y de esta tierra. Evola, con la magia, busca actuar realmente este plan ideológico/filosófico trasmutando el Yo y poniéndolo en el lugar de D-“io”-s.
  
Según Massimo Donà, para Evola «la magia indicaba el último estadio de un camino sapiencial gracias al cual el ser humano habría podido y debido recuperar su propia naturaleza divina originaria» [13].
  
Pero ¿qué es la magia para Evola? Marcello De Martino en la Introducción al libro de Fabio Venzi (cit., pág. 6) cita los artículos de Evola que aparecieron en las revistas Ur y Krur desde 1927 hasta 1929. En ellas Evola habla de su participación activa en los rituales mágicos (las “cadenas mágicas”), que habrían sido capaces de influenciar efectivamente en la realidad, o sea no solo de “crearla” con el pensamiento como quería el Idealismo filosófico hegeliano, sino precisamente de hacerla realmente existente mediante la magia.
  
Evola y la masonería especulativa u operativa
La cuestión más intrigante es aquella que concierne a las relaciones de Evola con la masonería. Se consideraba, de hecho, que Evola fuese un antimasón radical. En cambio Venzi nos presenta las citas que prueban irrefutablemente lo contrario. Él, respecto del antimasonismo de Evola, escribe: «esto no es solamente simplista, sino confuso» (cit., pág. 11).

Massoneria material y formal
Ante too Venzi distingue las posturas de Evola y Guénon acerca de la masonería. El primero consideraba que la masonería moderna, en la cual no quedaba nada de la antigua masonería tradicional, no ofrecía a los hombres una iniciación ni formal o en acto y tampoco material o en potencia (puesto que está totalmente degradada) [14]; mientras que el segundo [15] pensaba que la masonería tuviese al menos una iniciación auunque solo virtual y materialmente o en potencia, puesto que al menos algo permanecía en ella de la antigua masonería operativa y tradicional [16].
  
En resumen, mientras para Evola la Logia está vacante totalmente (tanto en acto como en potencia), para Guénon lo está solamente materiáliter et non formáliter.
   
Por la masonería operativa hasta la muerte
Finalmente, Evola se ha expresado constantemente en tal manera sobre la masonería (buena, elitista, jerárquica, austera, sacra y tradicional) y sobre la especulativa (mala, de masas, democrática, lasciva, profana y revolucionaria) hasta pocos meses antes de morir (Roma, 19 de mayo de 1898 – Roma, 11 de junio de 1974). De hecho, en una entrevista concedida a Gianfranco De Turris el 27 de diciembre de 1973 el filósofo siciliano, respondiendo a la pregunta de De Turris si la masonería sea la única organización iniciática que queda en occidente, dice: «esto está fuera de duda… pero para los tiempos modernos todo el potencial operativo [mágico y autodivinizante, N. de A.] de la masonería tradicional operativa ha pasado al estado latente [en potencia o virtualmente, N. de R.]. Decir latente no significa inexistente; existe capacidad de volver a la vida» [17].
  
En resumen, la masonería puede pasar de la potencia al acto, del Gran Maestro materiáliter al Gran Maestro formáliter, de la Logia virtual a la Logia actualmente existente con todas sus capacidades operativas y divinizantes, pero solo cuando esta se convierta de la modernidad en que está arraigada con la Ilustración a la Tradición primordial enseñada por la cábala [18], por los Egipcios, por los Templarios, por los Rosacruces y por Evola. Por ende no es exacto decir que, para Evola, la masonería no es más existente para nada (“masonería/vacante” totalmente), sino que es más correcto afirmar que para él, ella existe solo en potencia y aún no en acto (“masonería/vacante” en acto o formalmente, mas no en potencia o materialmente).
  
Evola y Guénon: ¿guerreros o monjes?
Otra divergencia entre Evola y Guénon concierne al primado que para Evola corresponde a los guerreros, a los caballeros y a los nobles (“chatrías”), mientras para Guénon corresponde a los sacerdotes o monjes contemplativos (“brahmanes”) [19].
  
Evola, Burke y De Maistre
Este enfoque de Evola a la masonería no puede no hacernos pensar en el de Edmund Burke [20] y de Joseph de Maistre [21] (de quien he ya tratado en este sitio). De hecho para Evola [22], como para los dos autores citados arriba, la masonería moderna está en el origen de la Revolución francesa, racionalista y subversiva a diferencia de la inglesa conservadora y tradicional. Para Evola los antepasados sanos de la masonería tradicional son la cábala judía, el libro del Zóhar (F. Venzi, pág. 64), los Templarios (cit., pág. 63) y los Rosacruces (ibid).
   
Para Evola, la masonería moderna (ilustrada, revolucionaria y de “izquierda”) es una degeneración negativa de aquella originaria y tradicional (simbólica, esotérica, operativa o teúrgica), que era sumamente positiva. Para el pensador siciliano, la masonería operativa tiene realmente la capacidad de “obrar” una transformación “alquímica” de la realidad, mediante una “cadena de iniciados” que evocan fuerzas preternaturales (F. Venzi, cit., pág. 12).
  
Aun en su último ensayo sobre la masonería en 1974 titulado La Masonería moderna y la Inversión de Polaridad (Roma, Mediterranee) Evola distinguía la masonería moderna nacida en Inglaterra en 1717, que es especulativa o sea politizada, racionalista, ilustrada y subversiva, de la tradicional que es operativa puesto que obra la reconstrucción del Templo de Jerusalén y la trasmutación del Individuo Absoluto “divinizándolo”, o sea haciéndolo “Dios”. Venzi comenta: «el método evoliano lleva al individuo a hacerse Dios en la realidad concreta» (cit., pág. 22).

La autodivinización según Evola
Aquí surge otra divergencia entre Evola y Guénon. De hecho, mientras para el primero la autodivinización del hombre puede ser lograda por mediode las prácticas mágicas y teúrgicas, entre las cuales entra el tantrismo, y las del ritual masónico operativo o tradicional, esto es cabalista [23], para el segundo se podía obtener solo con la intuición (F. Venzi, cit., pág. 92).
  
Evola se hace Plotino para fundar esta su forma de panteísmo, que exclude la distinción entre orden natural y sobrenatural, entre naturaleza y gracia santificante (F. Venzi, cit., pág. 24), como en las antiguas prácticas mágicas egipcias (pág. 25).

Conclusión
Parra resumir, el pensamiento de Evola se basa en tres columnas fundamentales: 1.º) el Idealismo filósofico hegeliano; 2.º) corregido por la magia o teúrgia como arte de transmutar el hombre en “Dios” y el pensamiento en realidad; 3.º) la distinción entre masonería especulativa moderna y masonería operativa, la primera entendida como una desviación negativa de la operativa, que es veraz, buena y tadicional, y que ahonda sus raíces últimas en la cábala judía.

P. Curzio Nitoglia
23 de Julio de 2015
  
NOTAS
[1] Massoneria e Fascismo, Roma, Castelvecchi, 2008; The influence of neoplatonic thought of Freemasonry, Londres, Book Guild, 2007.
[2] J. Evola, Il Yoga della potenza. Saggio sul Tantra, Roma, 1968, Introducción de Pio Filippani-Ronconi, Julius Evola e la via della realizzazione, pág. 12.
[3] E. Montanari, Spiritualismo moderno e rischi della “persona”, en Julius Evola, un pensiero per la fine del millennio, Roma, Fondazione Julius Evola, 2001, pág. 59.
[4] F. Venzi, Julius Evola e la Libera Muratorìa. Una verità scomoda, Roma, Edizioni Settimo Sigillo/Libreria Europa, 2010, Introducción de Marcello De Martino: Evola e la Massoneria. I rituali segreti, pág. 5.
[5] Los libros escritos por Evola sobre el Idealismo teórico y el Idealismo mágico son numerosos y capitales en su sistema filosófico/teúrgico, por ejemplo Teoria dell’Individuo assoluto, Turín, Bocca, 1927; Fenomenologia dell’Individuo Assoluto, Turín, Bocca, 1930; Saggi sull’Idealismo magico, Roma, Atanòr, 1925; L’Uomo come potenza, Roma, Atanòr, 1926.
[6] Cfr. Antimo Negri, Julius Evola e la filosofia, Milán, Spirali Edizioni, 1988.
[7] Cfr. Ugo Spirito, L’idealismo magico, en L’idealismo italiano e i suoi critici, Florencia, 1930, pág. 192-205.
[8] Les libertariens américains. De l’anarchisme individualiste à l’anarcho-capitalisme, París, PUF, 1983, p. 23
[9] En teología se distingue entre 1.º) la “reproducción”, que concierne a los animales brutos sin alma racional e inmortal, y 2.º) la “procreación”, que respecta al hombre provisto de alma espiritual, la cual es creada ex nihilo por Dios e infusa en el cuerpo del neonato ni bien es generado por los padres, los cuales son, de este modo, llamados a devenir cooperadores de Dios en la pro-creación de un ser inmortal destinado al Paraíso. Por ende, el fin último de la sexualidad es la salvación de las almas de los hombres pro-creados por Dios formalmente y por los padres materialmente. Ahora, como enseña Santo Tomás de Aquino: «un solo acto de orden sobrenatural es superior a todos los entes y los actos de orden natural. Por ende la creación ex níhilo de todo el universo material y natural, terminativamente, es inferior al orden sobrenatural puesto que la gracia es superior a la naturaleza» (Suma Teológica, parte I-II, cuestión 113, art. 9). Por esto la procreación de un solo futuro Santo del Paraíso es superior –en cuanto al término,  que es la Gloria del Cielo– a todo acto natural y a toda la belleza del universo mundo. Esta es la verdadera grandeza de la sexualidad humana.
[10] Cfr. L. Troisi, Dizionario dell’Esoterismo, Florencia, Convivio-Nardini, 1992; P. Filippani-Ronconi, Magia, religione e miti  dell’India, Roma, Newton Compton, 1981; M. Caron – S. Hutin, Gli Alchimisti, Milán, Mondadori, 1962; D. V. Caggìa, L’Arco nel cielo, Roma, Atanòr, s. f.
[11] Cfr. Gf. Morra, Il cane di Zarathustra. Tutto Nietzsche per tutti, Milán, Ares, 2013.
[12] Cfr. A. Del Noce, Il suicidio della Rivoluzione, Milán, Rusconi, 1978; Id., Il cattolico/comunista, Milán, Rusconi, 1981.
[13] M. Donà, Il filosofo della libertà, en M. Jacona, Il maestro della Tradizione. Dialoghi su Julius Evola, Nápoles, Controcorrente, 2008, pág. 68.
[14] J. Evola, Sui limiti della “regolarità” iniziatica, en Grupo de Ur, Introduzione alla magia, vol. III, Roma, III ed., 1971, pág. 165; cfr. también Jean Servier (editor), Dictionnaire critique de l’ésotérisme, París, PUF, 1998, voz Franc-Maçonnerie, pág. 521, Julius Evola et René Guénon.
[15] R. Guénon, Études sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage, 2 vols., París, 1964, póstumo; tr. it., Studi sulla Massoneria e il Compagnonaggio, Carmagnola (TO), Arktos, 1991.
[16] R. Guénon, Iniziazione effettiva e iniziazione virtuale, en Rivista di Studi Tradizionali, n. 43, julio/diciembre 1975, págs. 69-73.
[17] J. Evola, L’iniziazione nel mondo moderno, en Testimonianze su Evola, Gianfranco De Turris ed., Roma, Mediterranee, 1973, pág. 338.
[18] En lo que concierne a la cábala cfr. M. Idel, Cabbalà, tr. it., Florencia, La Giuntina, 1996; J. Meinvielle, De la cábala al progresismo, Buenos Aires, 1970, tr. it., Influsso ebraico in Ambiente cristiano, Roma, Fratérnitas Aurigárum, 1988; G. Scholem, La Cabala, tr. it., Roma, Mediterranee, 1992; Id., Le origini della Kabbalah, tr. it., Bolonia, Il Mulino, 1973; Id., tr. it., Le grandi correnti della mistica ebraica, Génova, Il Melangolo, 1986.
[19] J. Evola, Il cammino del cinabro, Milán, Scheiwiller, 1963, págs. 12-13.
[20] Reflections on the Revolution in France, Boston-Londres, 1790.
[21] Les soirées de Saint-Pétersbourg, París,1821.
[22] J. Evola, De Maistre e la Massoneria, Il Secolo d’Italia, 4 de junio de 1953.
[23] J. Evola, Introduzione alla Magia, Roma, Mediterranee, 1971 vol. I, págs. 8-10.

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