Traducción del artículo publicado por el Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos de la Universidad Bar Ilán (Israel).
EL MIEDO DE ISRAEL: LA DESTRUCCIÓN DEL TERCER TEMPLO
Destrucción
del Segundo Templo en Jerusalén por los Romanos, pintura por Francesco
Hayez, imagen de Gallerie dell’Accademia vía Wikipedia.
Artículo de BESA Center Perspectives No. 2.101 por el Mayor General (res.) Gershon Hacohen*, 21 de Julio de 2021.
RESUMEN
EJECUTIVO: Israel necesita formular una nueva historia judeo-israelí
que se sintonice con los desafíos del futuro. Esto requiere un liderazgo
político con una elevada estatura espiritual.
El
ayuno del Tisha b’Av la semana pasada, que conmemoraba la destrucción
del Segundo Templo, como también otros grandes desastres en la historia
judía, realmente no tiene ningún lugar en la agenda israelí. Sin
embargo, el miedo por la destrucción del “Tercer Templo” es compartido
por muchos.
Algunos pensadores han advertido
del “peligro de la octava década”. La monarquía de David y Salomón llegó
a su fin como reino unido en la octava década, y el reino asmoneo tuvo
un destino similar. Ari Shavit, en su nuevo libro “Tercer Templo”,
analiza cómo en la octava década de su independencia, los israelíes se
han convertido en sus propios enemigos: «Uno puede superar los desafíos
de seguridad… pero no se puede superar la desintegración de la
identidad». El director de cine Gidi Dar, en la primera presentación
de “Leyenda de la Destrucción”, envió un mensaje similar, diciendo que
tiene miedo que el país pueda dejar de existir.
No
todos los ciudadanos de Israel tienen miedo de la aniquilación. Israel
tiene muchos ciudadanos no judíos. Aunque disfrutan de plena equidad
cívica con sus compatriotas judíos, ellos no comparten el temor de los
judíos por el futuro del país. Esto es porque son solo los judíos
israelíes, no todos los ciudadanos israelíes, quienes enfrentarán la
completa aniqulación en tan horrible escenario existencial. Si bien es
cierto que en tal situación los residentes de Umm al-Fahm o Taibe
perderían el escudo protector del Estado de Israel, su existencia
continuada en sus lugares de residencia, en el regazo del clan
extendido, no estaría bajo amenaza.
Más allá de
la supervivencia física, la destrucción del Tercer Templo del pueblo
judío es de importancia espiritual. Sería una inmensa catástrofe la cual
se duda que que el pueblo judío se recuperará. En este sentido, la
ansiedad judía por la destrucción de Israel tiene un significado
cósmico.
Esta ansiedad es un componente básico
subyacente de la identidad y propósito de Israel como un estado judío.
En este sentido, David Ben-Gurión repetidamente afirmó que el estado de
Israel no es un fin en sí mismo sino un medio para el objetivo perenne
de la “redención de Israel, reunión de los exiliados, y la independencia
nacional”. Como él afirmó en 1950,
«Ni la seguridad ni el desarrollo del país es la verdadera misión del estado. Estos son solo condiciones necesarias para la verdadera misión. Porque Israel no es como este país, y no hay momento en la historia como el resurgimiento del estado de Israel: la unicidad de su resurgimiento refleja la unicidad de su destino…. El pueblo entero cargó la esperanza de la redención en su corazón, y el estado es solo el comienzo de la fruición de esa esperanza. Y la reunión de los exiliados es la tarea y el destino y la misión del estado de Israel. Sin este esfuerzo, está vacío de contenido histórico y sin ningún significado para el pueblo judío en nuestro día, en las generaciones que nos precedieron, y en las generaciones que vendrán».
Esa conciencia de una
misión fue compartida en aquellos días por la abrumadora mayoría de
judíos israelíes. El libro de Shavit ofrece un retrato magistral de los
cambios que, desde los tiempos de Ben-Gurión, han formado una sociedad
israelí completamente diferente. Estos cambios fueron influidos por
tendencias globales, y no es solo en Israel que la estabilidad doméstica
ha sido minada.
La amenaza interna tiene un
significado único. En todos sus aspectos (incluyendo el respectivo a los
árabes israelíes) está ligada con la historia del resurgimiento del
estado. La amenaza de la destrucción del Tercer Templo es un miedo que
gira en torno a la cuestión de la identidad del estado y su propósito
como un estado judío.
Lo que se necesita no es
solo reexaminar las raíces de los judíos israelíes, sino un esfuerzo
cultural y religioso para formular una nueva historia judeo-israelí que
esté sintonizada con los desafíos del futuro. En este asunto, el pueblo
de Israel necesita un liderazgo político de elevada estatura espiritual
más allá de las capacidades directivas requeridas.
Esta es una versión editada de un artículo publicado en el periódico Israel Hayom el 16 de Julio.
*
El Mayor General (res.) Gershon Hacohen es un investigador principal en
el Centro Begin-Sadat para Estudios Estratégicos. Sirvió en las Fuerzas
de Defensa de Israel por 42 años. Comandó tropas en batallas con Egipto
y Siria. Anteriormente fue comandante de brigada y comandante de los
Colegios Militares de la FDI.
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