PELEANDO LA HERENCIA DEL “ABUELO” BENEDICTO

Traducción de la noticia publicada en AFFARI ITALIANI. Imágenes tomadas de internet.

   

EL PATRIMONIO DE RATZINGER. VERDADERO MOTIVO DEL CONFLICTO ENTRE EL PAPA Y EL PADRE GEORG.

De ahí en adelante, Gänswein no ha hablado más con ninguno, porque se arriesgaba a la excomunión por haber revelado secretos del Cónclave. La revelación polémica de la audiencia.

   

Bergoglio a Gänswein: «En boca cerrada no entran moscas; y el dinero de Benedicto es mío».

  

Vaticano, audiencia del Padre Georg con el Papa Francisco. Las cosas no dichas

Tras un mes del cara a cara entre el papa Francisco y el secretario de Ratzinger, el padre Georg Gänswein, surgen antecedentes inéditos sobre aquella conversación en el Vaticano, una audiencia –leemos en Líbero– definida no solo como «muy tensa», sino por un tenor «marcadamente chantajista». Con el paso de los días, las escaramuzas entre las dos facciones eclesiásticas no amainan. Sin embargo, hay quienes hablan valientemente –aunque sea sub secreto– y lo hacen con un único propósito: «el bien de la Iglesia». Una fuente de Líbero revela su verdad sobre aquel famoso encuentro del 9 de enero pasado. El motivo de la audiencia, en realidad, no estaba tan ligado al libro escrito por Gänswein en el que se revelaron detalles sobre la relación entre Francisco y el Papa emérito, sino que el padre Georg había sido convocado por el legado de Benedicto XVI.

   

De hecho, cualquiera que conozca las cosas vaticanas –prosigue Libero– sabe que todo lo que el Papa recibe como regalo durante el ejercicio de su ministerio, desde joyas hasta objetos sagrados y pinturas, no son de su propiedad, sino de la Santa Sede. Y en el patrimonio de éste deben fluir en el momento de su muerte y se aplica también a Benedicto XVI. Luego está la inmensa biblioteca de Ratzinger, que es pequeña comparada con las sumas obtenidas a lo largo de los años por los derechos de sus numerosos libros, algunos de los cuales han vendido millones de copias. De esto se había encargado el Papa emérito, estableciendo la Fundación Ratzinger para canalizar allí todas las ganancias y mantener la continuidad cultural de la misma. El Papa Francisco –dice la fuente– le habría dicho entonces al Padre Georg que ese patrimonio pertenece a la Iglesia y no al único heredero designado, es decir al mismo Padre Georg, y  sobre las revelaciones hechas en su libro relativas a los hechos ocurridos durante el Cónclave de 2013, le habría advertido del riesgo de «excomunión» por revelar los secretos de la Iglesia. A partir de entonces, el padre Georg nunca volvió a hablar.

  

Caricatura tomada de GLORIA CARTOON