La cabeza de la estatua de Cristo Redentor de 30 metros de altura en el cerro de Corcovado en Río de Janeiro (Brasil) fue impactada por un rayo la noche del 10 de Febrero.
La postal fue capturada a las 18:55h (hora local) por el fotógrafo Fernando Braga con una cámara Nikon D800 con un lente 70-200, empleando más de tres horas de trabajo en los que disparó unas 500 tomas. «Imparable, nunca te rindas. Muchos y muchos intentos frustrados de atrapar el rayo cayendo sobre Cristo. Mucha lluvia y días pasados. La llevé cerca varias veces, pero nunca llegó a Cristo. Y luego en él, ¡me encanta fotografiar! Ya tengo una foto muy especial para mí que fue la Bendita Luna. ¡Ahora ese es el relámpago divino!», explicó en su cuenta de Instagram.
Se desconoce hasta el momento qué daños pudo haber causado el rayo sobre la estatua. Con todo, no es la primera vez (de hecho, según el Instituto Brasileño de Investigación Espacial, la estatua recibe en promedio entre 4 y 6 rayos al año, particularmente en la temporada de lluvias). El 10 de Febrero de 2008, un rayo impactó la estatua, causando algunos daños en los dedos, la cabeza y las cejas; y el 17 de Enero de 2014 (cuatro años después de una restauración general), un rayo impactó la estatua en el tercer dedo de la mano derecha desprendiéndole el pulgar, que tuvo que ser restaurado posteriormente.
La estatua del Cristo Redentor fue diseñada a propuesta del Círculo Católico de Río de Janeiro por el escultor franco-polaco Paul Landowski, el artista brasileño Carlos Oswald y el ingeniero Heitor da Silva Costa como parte de la conmemoración del centenario de la independencia de Brasil. Creada en estilo “Art déco” entre 1922 y 1926 por Landowski y el escultor rumano Gheorghe Leonida (quien esculpió la cabeza de la estatua) y construida entre 1926 y 1931 por Heitor da Silva Costa en colaboración con su colega francés Albert Caquot. Actualmente es uno de los lugares más visitados en todo Brasil y uno de los símbolos identificativos del país, recibiendo anualmente cerca de dos millones de personas, entre ellos religiosos y turistas.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)