La jesuita Universidad de Georgetown en Washington DC eligió al abogado Eduardo Moisés Peñalver Schilter como su 49.º presidente. Asumirá su cargo el próximo 1 de Julio de 2026, remplazando al sociólogo Robert Martin Groves, quien asumió interinamente el año pasado al renunciar John Joseph “Jack” DeGioia Begley por causa de un derrame cerebral.
Según el presidente del Consejo de Administradores de Georgetown, Peñalver, incumbente presidente de la jesuita Universidad de Seattle, es «un líder excepcional, profundamente formado en la tradición católica y jesuita, con una gran experiencia en la educación superior, mentalidad global, compromiso con la justicia social y la excelencia académica, y una visión audaz para el futuro de Georgetown. Esperamos con interés su incorporación a nuestra comunidad de Georgetown».
Nada más lejos de la realidad en lo que a la coherencia respecta. Según el documento de aplicación por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos de la constitución apostólica wojtiliana Ex corde Ecclésiæ, el rector de una universidad católica «debe ser católico» y, al asumir el cargo, «manifestar su compromiso con la identidad católica de la institución y con la fe de la Iglesia». Cosa que no ocurre con el hijo del médico cubano Ovidio Moisés Peñalver y la enfermera suiza Margaret A. Schilter Baggenstos esposo de la abogada feminista Sital Kalantry (con la que se casó en ceremonia hinduista en 1997):
- En declaraciones publicadas en 2014 en la revista Commonweal donde criticaba a la archidiócesis de Seattle por destituir al subdirector de la Escuela Católica Eastside de Mercer Island, Mark Zmuda, que contrajo “matrimonio” homosexual con Dana Patrick Jergens, Peñalver afirmó rechazar la enseñanza de la Iglesia católica sobre la homosexualidad. «Rechazo las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad, por lo que preferiría un enfoque más sencillo que reconociera el valor moral de las relaciones homosexuales comprometidas. Me inspiro en mi propio matrimonio al observar las parejas homosexuales comprometidas que he conocido».
- En Septiembre de 2017, durante su etapa como decano en la Facultad de Derecho de la Universidad Cornell de Ítaca (Nueva York), Peñalver se pronunció en contra de la propuesta de prohibir la presencia de personas transgénero en las Fuerzas Armadas, impulsada por el entonces presidente Donald Trump. «Seguimos apoyando y respetando a los talentosos y capaces estudiantes de Derecho de Cornell que eligen carreras en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Sin embargo, deploramos este retroceso sin precedentes en el progreso hacia una mayor tolerancia e inclusión en las fuerzas armadas de nuestra nación».
- Al día siguiente de la sentencia Dobbs vs. Organización para la Salud de las Mujeres Jackson, con que el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló las sentencias pro-aborto Roe vs. Wade de 1973 y Planned Parenthood vs. Casey de 1992, Peñalver, 22.º presidente de la Universidad de Seattle, emitió un comunicado diciendo que, a su juicio, «Tomará tiempo comprender y procesar el impacto total de este caso. Pero es evidente que la decisión y su razonamiento tendrán consecuencias de gran alcance para muchas personas, en particular para las mujeres de bajos ingresos y las mujeres de color, las personas LGBTQ+ y para la sociedad en general».
Por lo anterior, el nombramiento ha suscitado fuertes críticas, que recoge Life Site News:
- «Georgetown ya era peligroso para las familias católicas incluso antes de esto. ¿Qué se puede esperar de un rector de una universidad católica que rechaza públicamente la doctrina católica sobre la sexualidad? Esta es parte de la verdad fundamental de la educación católica. Todo educador católico debería oponerse enérgicamente a lo que este hombre abrazó hace 11 años, y aunque espero que haya regresado a Cristo, no me imagino confiando en él como líder de la educación católica.
- «Es escandaloso y profundamente preocupante que el presidente entrante de la Universidad de Georgetown, una institución católica emblemática, rechace abiertamente la clara enseñanza moral de la Iglesia sobre la homosexualidad. Su apoyo público a las uniones entre personas del mismo sexo, en directa contradicción con la Biblia y 2000 años de doctrina católica inquebrantable, socava la identidad católica de la universidad.
Antes era “Compañía de Jesús”. Ahora es “Jesús, ¡qué Compañía!”. Y como van las cosas, “Se acabó la Compañía”.
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