Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.
La Catedral de San José en Burlington (Vermont) ahora atrae a apenas un puñado de personas después de que la Diócesis se declarara en quiebra y un año después no puede pagar sus facturas legales.
Sin embargo, las víctimas de sus delitos sexuales afirman que la Diócesis vale más de 500 millones de dólares.
Se sabe que la Iglesia Conciliar defrauda a las víctimas infantiles de su clero pedófilo ocultando sus verdaderos activos.
Otra diócesis se ha declarado en quiebra. El 30 de Septiembre de 2024, la Iglesia Conciliar en el estado de Vermont se declaró en bancarrota. Ahora, un año después, no tiene dinero suficiente ni para pagar a sus abogados. Cuando una corporación, incluso una corporación religiosa, se declara en bancarrota, está obligada por ley a pagar sus propios honorarios legales y los de sus acreedores. Esa factura asciende ahora a 1’500.000 dólares estadounidenses, que cubren a más de cien víctimas de delitos sexuales cometidos por presbíteros neoiglesianos. Otras treinta y cinco diócesis y tres provincias religiosas han estado, o aún están, en bancarrota.
La Iglesia Conciliar está tan desesperada que ha reducido la semana laboral de sus empleados a treinta horas, y el obispón John Joseph McDermott Sullivan les ha dicho a los empleados que "busquen trabajo en otro lugar", ya que no puede garantizar que sus empleos se mantengan. McDermott, aprovechando al máximo la situación, ha impuesto un impuesto a las 63 parroquias de Vermont. La campaña anual del obispón atrae cada vez menos donaciones a medida que los neoiglesianos abandonan la Iglesia Conciliar, que es apóstata de la fe católica y moralmente corrupta [Parte de la información para este Comentario proviene de Associated Press].
Católicos tradicionales, las víctimas denuncian que McDermott las está defraudando y privándolas de la compensación que les corresponde. Exigen registros que detallen los bienes de la Diócesis, que se estima superan los 500 millones de dólares estadounidenses. Se trata de una conocida estratagema de las diócesis neoiglesianas para ocultar grandes cantidades de dinero a las víctimas. Así pues, la corrupta Iglesia Conciliar, que definitivamente NO es la Iglesia Católica, no solo agrede sexualmente a las víctimas, sino que también intenta estafarlas y privarlas de la compensación que les corresponde.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)