CON LA INMACULADA HAN TOPADO

La Cadena Sociedad Española de Rafiodifusión (“Cadena SER” para los amigos), propiedad del conglomerado radial del Grupo Promotora de Informaciones S.A., “PRISA”) pretendió replantear el feriado del 8 de Diciembre, calificándolo como “obstáculo laboral”.

  

En su reportaje reciclado de 2020 (como lo evidencia la mención a pie de foto del presbítero Roberto Rey Juárez, in illo témpore párroco de la Virgen del Camino en Collado Villalba), Carlos González Cano recurrió a María Pintos de Cea-Naharro “teóloga feminista”, expresidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de la Comunidad de Madrid y miembro de la Asociación de Teólogos “Juan XXIII”, que calificó la Inmaculada Concepción como un «oxímoron» que se explicaba por supuestas «estrategias sociales destinadas a modelar el papel de la mujer en contextos laborales». Mientras, el ateo Juan José Picó Pastor, responsable de comunicaciones de Europa Laica propuso sustituir las fiestas de origen religioso (que para él «no tienen sentido en una sociedad secularizada») con efemérides científicas o seglares como el “Día internacional de los Derechos Humanos” (como si no fuera suficiente gilipollez el “Día de la Constitución”). Para más inri, tildó de «indemostrable» al dogma de la Inmaculada Concepción, y de pasada arremetió contra la Semana Santa.

  

La celebración de la Inmaculada Concepción ha sido parte de la identidad católica española, aun desde mucho antes del Milagro en la Batalla de Empel. La devoción que le tuvieron reyes como Wamba (el cual fue reconocido como «Defensor de la Purísima Concepción de María» en el XI Concilio de Toledo), San Fernando III y su hijo Alfonso X, Jaime I de Aragón y su hijo Jaime II, Felipe II o Carlos III; los votos inmaculistas de varias villas y ciudades, tantas cofradías y universidades consagradas a ella, y las imágenes que de este misterio hay en cada lugar de España (entre ellas las pinturas del gran Murillo) son testimonio de que la Inmaculada Concepción era no imposición eclesiástica, sino la convicción de un pueblo. Pretender revisarlo, sea que lo haga Rodríguez Zapatero, Rajoy o quien sea, es una forma de relativismo social y de promoción del laicismo, como hace la Cadena SER (y su propietario, el Grupo PRISA).

En contraste, el presidente estadounidense Donald J. Trump, protestante como es, envió un mensaje oficial (aun con el tenue error teológico de que «Dios se hizo hombre cuando María dio a luz a un hijo, Jesús», presente aún en el texto original alemán de “Noche de paz”) en ocasión de la fiesta de la Inmaculada Concepción, patrona de los Estados Unidos de Norteamérica. Cosa que los presidentes “católicos” John “Jack” Fitzgerald Kennedy y Joseph Robinette “Joe” II Biden Finnegan no hicieron nunca en sus mandatos.

  

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Quien sí no se hizo problema fue la embajadora sanchista ante la Santa Sede y exministra de “Educación” María Isabel Celaá Diéguez, quien ocupara el “sitial de honor” durante el servicio Novus Ordo realizado en la basílica de Santa María la Mayor, y recibió en la mano la galleta del mismo.

     

Durante años, Celaá Diéguez ha sido una de las mayores responsables del respaldo al marco legislativo para hacer del aborto un “derecho”, y durante su ministerio en la cartera de “Educación” (siempre en el régimen de Pedro Sánchez Pérez-Castejón), defendió la ampliación del mismo, como también su famosa frase «No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres» que espetó luego del Consejo de Ministros del 17 de Enero de 2020 en rechazo al “pin parental” frente a la “Educación sexual y de género” que desde la Moncloa quieren imponer.

En Estados Unidos, mal que bien, se aplica el principio la “coherencia eucarística”, prohibiendo que políticos promotores de ideologías contrarias a la doctrina y moral de la Iglesia, por más “católicos devotos” que se digan ser, se acerquen a recibir la galleta y el Kool Aid (que, de todos modos, es lo único que el Novus Ordo puede ofrecer a su clientela amarrada), como el expresidente estadounidense Joseph Robinette “Joe” II Biden Finnegan y la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Patricia D’Alessandro Lombardi de Pelosi. En Europa, en cambio, «de eso non habemos» para evitar cualquier conflicto con el arráez de turno.