El velero “Exultet”, que debía participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa 2023, yace ahora a 400 metros de profundidad frente a las costas de la Polinesia Francesa, en el fondo del Océano Pacífico, bajo el cuidado de Nuestra Señora de la Antigua, cuya estatua permaneció a bordo.
El patrón del velero, Thierry Pichon, y los ocho miembros de la tripulación sobrevivieron. Los problemas comenzaron cuando el 9 de septiembre la embarcación (que había participado en 2019 de la peregrinación hasta Panamá) quedó atascada y dañada en el arrecife de coral de la oriental isla Huahine.
El 26 de septiembre, a las 12:05, el “Exultet” fue sacado del arrecife y flotó en aguas abiertas, a 900 m de la meseta. Sin embargo, mientras el barco era remolcado hacia el muelle, se produjo una importante fuga al desprenderse el timón y golpear contra el arrecife. El barco se hundió a las 12:15 horas.
El
Alto Comisariado de la República en la Polinesia Francesa, máxima
autoridad en la seguridad del archipiélago, en un comunicado expedido
cuando la nave quedó atascada en el arrecife, recordó «que en este
período de confinamiento, la navegación de recreo entre las Islas de la
Sociedad está prohibida o sometida excepcionalmente a las autorizaciones
concedidas después de estudio por la Dirección Polinesia de Asuntos
Marítimos».
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)