Media noche del 25 de Diciembre: una
celebración litúrgica hecha en vernáculo por un ministro en traje de
paisano, con las palabras de la consagración en voz alta, despojada del
ofertorio y del Canon romano, celebrada en una mesa separada del altar y
coram populo y con “comunión” en ambas especies y en la mano.
Adicionemos que ninguno de los concurrentes (que dicho sea de paso,
tomaron la “comunión” por sí mismos, y no de mano del celebrante) fue
alentado a confesarse en los días previos o a guardar el ayuno (muchos
habían acudido después de comer, y ¡no faltó el que llegó borracho de
aguardiente!), y que no se elevó la oblata con las palabras
consecratorias.
Si
bien se parece a cualquier culto modernista, no es de ellos. No. Esto
sucedió en 1521, en la iglesia de Santa María de Wittenberg (Alemania).
El servicio fue presidido por Andrés Rodolfo von Bodenstein (mejor
conocido como Andrés Carlostadio por su ciudad natal, Karlstad), un
ex-sacerdote que adhirió a las tesis luteranas después de intentar
confutarlo mediante la teología de San Agustín (Carlostadio, al igual
que Lutero –que recibió de aquel el doctorado en la universidad de Wittenberg–, era enemigo de la escolástica tomista). Inclusive, cuando el debate de Leipzig en 1519 con el legado papal Juan
Eck, Carlostadio tuvo que reconocer que era incompetente para ello, y
cedió el puesto a Lutero.
El
ambiente (de por sí enrarecido no sólo por las 95 tesis, sino por la
excomunión decretada por León X contra Lutero y sus adherentes) fue tal
que los asistentes mostraron mucho resquemor, pero el concejo local de
Wittenberg aprobó en Enero del año siguiente la “nueva liturgia” y la
remoción de las imágenes de las iglesias (por ejemplo, a consecuencia de
la teología del “desapego” de Carlostadio, toda la imaginería existente
en la iglesia de Santa María, comisionada por los nobles y patricios
feligreses poco después de la reconstrucción del templo en 1439, fue
destruida a piqueta y fuego –a excepción del Judensau, un relieve que
muestra a los judíos amamantados por una cerda–). Carlostadio al día
siguiente de su “Misa evangélica” se casó con Ana de Mochau, hija de un
noble empobrecido.
- Introito
- Kýrie eléison
- Glória in Excélsis Deo
- Colecta
- Epístola
- Gradual
- Aleluya (incluso en Cuaresma y el Viernes Santo)
- Secuencia
- Evangelio (las velas e incensación son opcionales)
- Credo Niceno
- Sermón
- Prefacio
- Oración Eucarística
- Sanctus (mientras se dice Benedíctus qui venit, se elevan el pan y el vino)
- Oración Dominical
- Pax
- Agnus Dei (en ese momento comulgaba primero el pastor y luego los fieles, unos y otros con las dos especies)
- Colecta
- Benedicámus Dómino
- Bendición
- Un cántico espiritual o un salmo
- Kýrie eléison (tres veces)
- Colecta (de cara al altar)
- Epístola (de cara a los fieles)
- Un himno en alemán (por el coro)
- Evangelio (de cara a los fieles)
- Credo
- Sermón (sobre el Evangelio)
- Paráfrasis de la Oración dominical
- Exhortación a los que van a comulgar
- Consagración del Pan
- Elevación del Cuerpo de Cristo
- Distribución del Cuerpo de Cristo
- Sanctus parafraseado (o el himno “Gott sei Gelobet” de Michael Weisse; o el himno “Jesus Christus unser Heiland”, de Lutero)
- Consagración del Vino
- Distribución de la Sangre de Cristo
- Sanctus o Agnus Dei (remplazable por los himnos “Gott sei Gelobet” o “Jesus Christus unser Heiland”)
- Colecta de Acción de gracias
- Bendición aarónica (Números 6, 24-26)
Analizándolas desde cierto punto, la “Misa Evangélica” de Carlostadio, y las luteranas Fórmula Missæ y Deutsche Messe fueron respectivamente la “Missa Normatíva” y las “Forma Extraordinaria” y “Forma Ordinaria” de la Liturgia Protestante: Lutero estaba esencialmente de acuerdo con Carlostadio y sus ideas, pero considerando que muchos apenas estaban empezando a adoptar la nueva fe, dispuso conservar para estos el latín (lo único que había en alemán en la Fórmula Missæ fue el sermón y algunos himnos), las imágenes, la casulla y la elevación de la hostia (a diferencia de Carlostadio, Lutero creía en la –no menos herética– empanación, esto es, que en el pan está el Cuerpo de Cristo y en el vino su Sangre). Ya después, cuando se maduró la creencia protestante, aparece la Deutsche Messe, que rescata muchos de los conceptos de Carlostadio y se convierte en el modelo litúrgico o diríase, «la expresión de la “lex orándi” protestante» (con distintos cambios según la ideología y los contextos de cada novador: el “Orden Divino” de Cranmer, la “Cena del Señor” calvinista y… el Novus Ordo Missæ de Montini y Bugnini).
A
todo esto, ¿qué sucedió con Carlostadio después que Lutero y él
“partieron palitos”? Después que Lutero hizo prohibir la prédica de
Carlostadio, y que sus escritos fueran censurados y confiscados por la
universidad de Wittenberg, Carlostadio renunció a sus títulos académicos
y se retiró a una propiedad en Wörlitz, donde se hizo conocer como
“Hermano Andrés” y trabajó como granjero. En 1523, fue invitado como
párroco protestante de Orlamünde, donde dio rienda suelta a sus ideas
radicales (algunas totalmente judaizantes como la observancia del Sábado
en vez del Domingo, por lo que fue condenado como hereje por los
anabaptistas). Si bien mantuvo contactos con la Liga de los Elegidos de
Tomás Müntzer por sus ideas comunistas (Dato curioso: entre 1970 y 1990, el retrato de
Müntzer aparecía en el billete de 5 marcos de la RDA. Por algo será…), Carlostadio no
adhirió a ellos, porque creía que la violencia no podía ser usada en
nombre de la religión. Cuando estalló la Guerra de los Campesinos
Alemanes, pidió refugio con Lutero, el cual lo acogió en su casa y su
esposa Catalina Bora fue la madrina de uno de los hijos de Carlostadio
–aunque le tocó firmar una pseudo-retractación por el delito de
insurrección, y ganarse la vida como granjero y mesero en una taberna–.
Luego, le tocó abandonar Sajonia y migró a Suiza, donde fue ministro en
Altstätten y Zúrich (Ulrico Zuinglio compartía muchas ideas con él).
Posteriormente fue ministro de la iglesia de San Pedro y profesor de
hebreo y rector de la universidad de Basilea. Allá en Basilea fue donde
halló la muerte el 24 de Diciembre de 1541, en medio de la plaga.
Respecto de su muerte, mientras su amigo suizo Enrique Pantaleón le
dedicó un poema fúnebre llamándolo «Gloria, fama y adorno de Suiza», Lutero sentenció: «Si juzgas el árbol por sus frutos, esta persona bailó directo al infierno, sí, cayó de cabeza». Actualmente, incluso
los protestantes lo consideran un ejemplo del peligro de sobreenfatizar
la aplicación de la doctrina por encima de la misma doctrina (¿Vaticano II, por qué no aprendiste esa lección?).
Finalmente, unas cuantas palabras a los modernistas neoconservadores: contrario a lo que plantea el profesor César Félix Sánchez Martínez
en su artículo de Adelante La Fe, no hay más alternativa que seguir el
Novus Ordo como lo seguían Carlostadio y Bugnini, como lo quiere
Francisco Bergoglio en “Traditiónis Custódes”; pensar que se puede “salvar la intención” o “celebrar católicamente” el Novus Ordo (como salió en la Edítio Týpica
de 1969) es un absurdo que ni merece la menor consideración. Bueno, hay
otra alternativa: Reconocer que la Iglesia Deuterovaticana NO ES LA
VERDADERA IGLESIA CATÓLICA y que su Novus Ordo Missæ NO ES SINO UNA
LITURGIA FALSA, y salir de ella.
JORGE RONDÓN SANTOS
30 de Diciembre de 2021 (Año Mariano “Espada de Lepanto”).
Día VI infraoctava de la Navidad. Fiesta de la Beata Margarita Colonna, Virgen y religiosa. Traslación de San Santiago el Mayor, Apóstol y Mártir de la Fe. Martirio de de San Félix I, Papa y Mártir; tránsito
de San Juan Francisco de Régis SJ, Sacerdote y Confesor. Victoria naval
de Castilla en la Batalla de La Rochela (Francia). Aparición de la
Virgen de la Nube en Guápulo (Ecuador).
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)