«La corona que Dios depone sobre la cabeza de este su humilde siervo tiene muchos enemigos, que no cesan ni cesarán nunca de envidiarla. Alistan para este objetivo todas las armas, las mentiras, las calumnias y las artes más inicuas por parte de los hombres, parte de los cuales nacieron fuera de nuestra fe y parte la tuvieron naciendo, pero la perdieron. Hay quien renueva el discurso de Absalón bajo la puerta de Jerusalén, y repite que si esta corona posase sobre otra cabeza, todo andaría mucho mejor, el pueblo sería más felíz y volvería la edad de oro. Yo no tengo necesidad de recordar el fin funesto que tuvo este hijo desgraciado; vosotros sabéis cómo murió infelizmente. A aquellos que mueven guerra a la Iglesia, que intentan asaltar y tomarse la Jerusalén del mundo cristiano, yo deseo el fin de Absalón, no físicamente, sino espiritualmente. Absalón tuvo en el cuerpo tres golpes de lanza, y yo deseo tres golpes de lanza con la gracia de Dios en el alma de los enemigos de la Iglesia: que sea el primer golpe el arrepentimiento del mal que han hecho; el segundo, el pensamiento y la consideración de lo que hacen; el tercero, el temor de los eternos castigos que Dios les ha reservado si no se enmiendan. Oremos, hermanos, oremos por ellos; y seais vosotros, mis carísimos, que favorezcais tanto en el gobierno de este fragmento de Estado que me dejaron, como en el gobierno aún más grave de la Iglesia, continuad asistiéndome con firmeza, constancia y coraje. Elevemos siempre más fervorosamente nuestras oraciones a Dios, confiemos en Él. Si faltan los auxilios humanos, no vendrá a menos el suyo, porque suya es nuestra causa. La oración, el sufrimiento y la fe viva obtendránn aquellas misericordias que Él retarda, pero no niega jamás a quien lo sirve».
Discurso de Pío IX a los Cardenales después de la Misa por el XVIII aniversario de su Coronación Papal, 21 de Junio de 1864. En La Parola di Pio IX, ossia, raccolta di discorsi e detti di Sua Santità dal principio del suo pontificato sino ai nostri giorni (Padre Antonio Marcone, compilador). Serie Segunda, Génova, 1871, pp. 3-4).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración es causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)