Elementos tomados de distintas fuentes:
El cardenal Gerhard Müller dijo el 7 de Diciembre al activista austríaco Alexander Tschugguel (el mismo que el 21 de Octubre de 2019 arrojó al Tíber desde el puente de San Ángel las estatuas de la Pachamama entronizadas en la iglesia de Santa María en Transpontina), director del “Instituto San Bonifacio”, que hay un “caos” de medidas contra el Covid, cuya causa es la falta de conocimiento sobre la peligrosidad del virus y el intento de utilizarlo para establecer un Estado de vigilancia.
Müller se refiere a los “representantes del Gran Reinicio” como Klaus Martin Schwab Epprecht, fundador y presidente del Foro Económico Mundial (que escribió en un artículo del 3 de Junio de 2020 que «la pandemia representa una rara pero estrecha ventana de oportunidad para reflexionar, reimaginar y reiniciar nuestro mundo»), que desde su trono de riqueza proclaman abiertamente que el Corona es una “oportunidad” para impulsar su agenda:
«Muchas personas están muriendo, están enfermas, están severamente restringidas en sus vidas, la economía está gravemente dañada, los niños no pueden ir a la escuela -lo que tendrá efectos dramáticos a largo plazo para su alma y espíritu. Luego hay gentes que, desde lo alto de su riqueza, miran hacia abajo sobre estas luchas diarias y quienes luego proclaman en alta voz que esta es una oportunidad para impulsar su agenda, como lo han hecho a lo largo de los años en varias ocasiones e incluso han sido castigadas por ello en el pasado».
Agenda que se basa en la
impostura, añadió: «Quieren, con la ayuda de la tecnología y las comunicaciones
modernas, hacer surgir una nueva creación, un hombre nuevo».
Aclara el otrora prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe: «No quiero ser creado y redimido a imagen y semejanza de Klaus Schwab o de Bill Gates o de Soros o de toda esa gente que se va a Glasgow en aviones privados y luego impone la austeridad y las restricciones a “las masas”, como ellos dicen».
Aclara el otrora prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe: «No quiero ser creado y redimido a imagen y semejanza de Klaus Schwab o de Bill Gates o de Soros o de toda esa gente que se va a Glasgow en aviones privados y luego impone la austeridad y las restricciones a “las masas”, como ellos dicen».
Preguntado
por la Deutsche Presse-Agentur (dpa) el lunes 13, Müller confirmó la
autenticidad del vídeo y al mismo tiempo rechazó la lógica de que «si
alguien critica a la élite financiera, está automáticamente en el lado
equivocado», reiterando la existencia de una «influencia no legitimada
de las élites súper ricas en varios países».
Las palabras de Müller fueron recibidas con desdén por sus colegas de la Conferencia de Obispos Católicos
de Alemania, que por medio de su portavoz el teólogo y arqueólogo
Matthias Kopp escribió en la noche del 13 de Diciembre en su cuenta de
Twitter:
«¡Uno está muy sorprendido por estas teorías! El cardenal Müller habla aquí, supongo, como persona privada».
Pero
quien se más enojó fue Josef Schuster Grünpeter (nacido en Haifa en
1954), presidente del Consejo Central de Judíos de Alemania y vicepresidente del Consejo Mundial Judío y del Congreso Judío Europeo, quien dijo al día siguiente a katholisch.de:
«El cardenal Müller utilizó claramente claves antisemitas con su declaración. Esto es irresponsable e inaceptable, especialmente teniendo en cuenta el actual ambiente caldeado»
Palabras
que en Alemania tienen demasiada gravedad, no por el fantasmón del
“antisemitismo” [réctius, antisionismo] que hacen salir de cuando en cuando (esta vez al tocar al oligarca judío-estadounidense György Schwartz Szűcs / George Soros Such), sino porque ya ha empezado en
la nación tedesca la campaña mediática para acusar de “antisemita” a
todo aquel que se oponga al Nuevo Orden Mundial (indicio claro que el
NOM es SIONISTA).
Josef Schuster y la entonces canciller Ángela Dorothea Kasner Jentzsch de Merkel en la Sinagoga Rykestraße de Berlín (9 de Noviembre de 2019)
Ayer en entrevista a Life Site News, Müller se ratificó y dijo respecto a los que calificaron sus palabras como “teoría de conspiración” y “antisemitismo”:
«No hay manera de curar la locura intelectual y moral de nuestros
líderes de opinión [=activistas de los medios]», señalando que el show
de los de los “teóricos de la indignación” no es sobre argumentos debatibles, sino de «una batalla contra las personas que hablan la verdad».
«Cualquier crítica fundamental a este concepto de hombre reducido a
economía se lanza con el truco propagandístico barato de las supuestas
teorías de la conspiración, sin siquiera pensar en este concepto en
términos de su idoneidad científica», remató el prelado en una declaración a Kath.net el día de hoy.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)