Noticia tomada de distintas fuentes.
Finalmente,
cabe reseñar que Staglianò se acobardó después de recordar que “Santa Claus” es un anticristo (porque todo lo que pretenda suplantar y/u oponerse a Nuestro Señor Jesucristo es un Anticristo) porque
él NO TIENE LA GRACIA ANEXA AL ORDEN SAGRADO, porque al ser instalado
presbítero el 20 de Octubre de 1984, y obispón el 19 de Marzo de 2009
con el inválido rito montini-bugniniano de 1968, NO ES SACERDOTE NI
OBISPO CATÓLICO.
El obispón de Noto (Sicilia) Antonio Staglianò, de 62 años e inventor de la “teología pop”, dio marcha atrás después de decirle a niños en edad escolar que “Santa Claus” (“Papá Noel”, “Santi Cló”, “Viejo Pascuero” o como se llame) no era real,
enseñándoles en cambio sobre San Nicolás de Bari, que nació y fue
obispo en Mira de Asia Menor, y titular de la Catedral de Noto.
«No,
Santa Claus no existe. De hecho, agregaría que el rojo del traje que
lleva fue elegido por Coca-Cola exclusivamente con fines publicitarios,
para alzarse como portadora de valores sanos», insistió Staglianò,
delegado para las Migraciones en la Conferencia Episcopal de Sicilia, en
una misa para los niños el 6 de Diciembre en la basílica del Santísimo
Salvador de esa ciudad, añadiendo «¿Santa Claus es el padre de todos, o
sólo de algunos? En el encierro, no visitó a las familias que solía
hacerlo. ¿Por qué? Definitivamente no es por miedo al coronavirus. Con
todo el respeto, Santa Claus solo trae regalos a los que tienen dinero.
Las familias pobres y migrantes nunca lo han visto». Staglianò recordó
fervorosamente la época en que los niños italianos le escribían cartas
al Niño Jesús, «no a Santa Claus y al reno [Rodolfo], y vamos al cine y
al boliche y toda esa basura estadounidense».
Pero
luego algunos activistas de los medios oligarcas (como el Corriere y La
Repubblica) se quejaron (y para echarle más leña al fuego, lo
presentaron en el contexto de las protestas del ex-viceprimer ministro
Matteo Salvini y la diputada Giorgia Meloni Paratore –e incluso un
Francisco Bergoglio que en otras ocasiones llamaría “poco cristianos” a los políticos como estos que no comulgan con la “corrección política”–
protestaron contra una directriz de la eurocomisaria para la Igualdad
Helena Christine Abela de Dalli en la que recomendaba usar «Felices
fiestas» en vez de «Feliz Navidad» en la correspondencia interna) el
presbítero Alessandro Paolini, secretario de prensa de Staglianò, se disculpó rápidamente mediante comunicado,
protestando porque «no fue la intención de Staglianò causar tanta
exageración en los medios de comunicación o decepcionar a los niños».
Los activistas de los oligarcas, felices, titulaban: «La diócesis se
disculpa después de que el obispo dijo a los niños que Santa Claus no
existe».
Staglianò
(famoso por interpretar acompañado de una guitarra eléctrica canciones
de artistas italianos como Marco Mengoni, Verónica Scopelliti “Noemi” o
Francesco Gabbani mientras está en la catedral) insistió en que un
obispo “debe predicar” el valor cristiano de la Navidad (obviamente sólo
mientras los oligarcas no se quejen).
COMENTARIO: No es la primera vez que se desatan protestas por causa de Santa Claus (Babbo Natale) en Italia:
- En 2015, un grupo de padres disfrazados de elfos protestaron frente a la iglesia de San Andrés en Antey-Saint André (Val d’Aosta), después de que el vicario parroquial Zbigniew Kowalczyk dijera «Santa Claus no es real, es solo una leyenda». Los remostrantes reunieron firmas pidiendo al obispón local Franco Lovignana “evaluar” el comportamiento del presbítero polaco.
- En la Vigilia de la Navidad de 2018, el presbítero Sebastiano Russo, párroco de Magliano Alpi en (Piamonte), dijo: «La Navidad no debería ser comercio, que los obsequios no son llevados mágicamente bajo el árbol por un hombre vestido de rojo, sino por quien nos ama», causando protestas de algunos feligreses que pidieron mediante cartas al obispón de Mondovì Egidio Miragoli que dimitiera o al menos lo licenciara.
- Nueve días antes que Russo, Simone Farci OFM, párroco de la iglesia de San Antonio de Padua en Quartu Sant’Elena (Cerdeña), dijo en pocas palabras: «Santa Claus no existe, Santa Claus son vuestros padres». Si bien los catequistas intentaron calmar las aguas explicando que «Santa Claus no era conocido en la Iglesia sino que venía de los Estados Unidos».
Muchos
(sobre todo modernistas) objetan: «¿No sería
más correcto dejarles a los niños todo el tiempo para entender las
cosas por sí
mismos?» (Sí, como por ejemplo, lo del “Hada de los dientes” –el “Ratón
Pérez” en el ámbito hispano–, o “la cigüeña de París” para después
asistir horrorizados a que los críos se enteraron –por la condenada
“educación sexual” en la escuela, porque los amigos les mandaron
pornografía al móvil o de otra forma peor, poco importa– cómo es que se
hace). Y esos mismos adultos son los que creen a pies juntillas que la
izquierda es buena o que las coronavacunas son seguras.
Mira pues, hermano, qué curioso: los mismos conciliares que rechazan al verdadero San Nicolás que defendió la Fe en Nicea y abofeteó en el proceso al hereje Arrio (calificando sendos episodios como mitos), salgan de unos años acá a rechazar a “Santa Claus” cuando esa imagen es que ni mandada hacer para ellos.
ResponderEliminarhttps://www.roger-pearse.com/weblog/2015/02/28/did-st-nicholas-of-myra-santa-claus-punch-arius-at-the-council-of-nicaea/
https://www.ncregister.com/blog/let-s-stop-celebrating-st-nicholas-punching-arius
https://aleteia.org/2021/12/06/did-st-nicholas-punch-arius-at-the-council-of-nicea/
PD. Buena caricatura la del cierre del artículo.
Así es, como ellos no gustan de los Santos tradicionales, los quieren presentar como mitos usando la “falta de historicidad” como pretexto. Y menos un San Nicolás que ponga en su sitio a los herejes (¿qué dirán entonces de Nuestro Señor, que expulsó a latigazo limpio a los mercaderes del Templo en las Pascuas del 31 y 33?), como quiera que el Vaticano II predica la “libertad religiosa” como parte de la “dignidad humana” y la “tolerancia” al error, la blasfemia y al sacrilegio. Con razón alguien dijo que la conciliar es una religión de cobardes, y su “santidad” ídem.
EliminarY nos has hecho recordar a un cura modernista por la casa, que en Navidad hizo poner sendos “Santa Claus” en ambos lados del presbiterio, entre otras horteradas.