El presbítero mejicano Eliseo Ramírez Soto (foto), de la diócesis de Ciudad Juárez, fue condenado antier 22 de Julio a cuatro años, diez meses y quince días de prisión tras ser declarado culpable de abuso sexual de menores, informó la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.
Según demostró el ente acusador, los hechos ocurrieron el 2 de Junio de 2013 en la rectoría de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en el municipio chihuahuense de Guadalupe Bravos, donde Ramírez se desempeñaba como párroco hasta el año 2017, cuando fue trasladado a la parroquia del Señor de los Afligidos en la cabecera diocesana. La víctima, una menor de edad, había acudido al presbítero para recibir la “reconciliación” (la Iglesia Conciliar no tiene el Sacramento de la Confesión desde 1973) como parte de su preparación para la “primera comunión”, circunstancia de la que este se valió para realizarle tocamientos deshonestos.
Después de ocurrido el crimen, la víctima le contó a su madre y a su hermana mayor. La madre no le creyó, pero su hermana le dijo que ella también había recibido un trato similar de Ramírez.
El juez Víctor Iván Rodríguez Trejo exhortó además a la diócesis a limitar las confesiones a menores de edad y a implementar protocolos para la prevención de abusos, en los cuales deberán capacitarse los presbíteros y el personal laico que trabaja para ella.
Aun así, Ramírez recibió la sentencia en libertad, porque solo entrará en vigor si se agotan los términos para la apelación (que por las vacaciones del Tribunal Superior de Justicia del estado se empezarán a contar desde el 4 de Agosto). En caso de no recurrir, deberá presentarse al Centro de Reinserción Social (CERESO) n.º 3 de Ciudad Juárez para cumplir su sentencia en un plazo fijado por el juez de ejecución de penas.
La diócesis de Ciudad Juárez emitió el comunicado de circunstancia lamentando lo ocurrido, y anunció que notificó la sentencia al Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano para continuar con el proceso de reducción al estado seglar de Ramírez Soto (irónicamente, este año cumplía 25 años de su “instalación” presbiteral).
El caso representa otro duro golpe para la diócesis sita en la frontera con los Estados Unidos, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenase el pasado Febrero al Tribunal Colegiado de Justicia del Distrito 17 emitir un nuevo fallo contra el presbítero Aristeo Trinidad Baca Baca, condenado en segunda instancia en 2022 a 34 años, cinco meses y diez días por abusar durante tres años (2015 y 2018) de una menor que hacía de “monaguilla” en su parroquia Santa María de la Montaña. La diócesis señaló que su proceso canónico aún está en curso en el Vaticano.
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Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)