Novena dispuesta por un sacerdote del Arzobispado de Méjico beneficiado por San Liborio, y publicada en esa misma ciudad por la imprenta de los Herederos de José de Jauregui en 1781. Los Gozos son tradicionales, sin autor ni fecha conocidos.
PRÓLOGO
Deseando que los afligidos enfermos de piedra en los riñones u orina, de dolor nefrítico y de ijada tengan segura protección para conseguir sus alivios o sanidad, se pone presente la del gloriosísimo Obispo San Liborio en esta breve Novena, para que en ella el desdichado paciente con fervor la solicite, y otras personas bien intencionadas o deseosas de libertarse de mal tan penoso, la procuren.
El mejor modo de pedirle al esclarecido Santo su amparo es el de imitar, en cuanto se pudiere, su prodigiosa vida, y para que la guste el Cristiano y considere, se pone abreviada en cada día. Es digna de que bien se medite, para sacar de ella temor de Dios, arrepentimiento de las culpas, penitencia de ellas, caridad con los prójimos y enfermos, desapego de las cosas terrenas, y todas las demás virtudes que por fruto especial procurare lograr el corazón tierno y devoto.
Podráse hacer la Novena en todo tiempo, y el más necesario, cuando el afligido enfermo desea hallar su alivio, o desde el día 14 de Julio, para que se finalice Víspera del 23, que la Santa Iglesia hace conmemoración de nuestro Santo.
Las Comuniones y mortificaciones que se hicieren, y otras obras buenas que se ejecutaren en obsequio del Santo, deben consultar con el Padre espiritual, y quien no lo tuviere (que es mucho descuido), con algún Confesor.
Todos los días se hará el acto de contrición en la forma que a cada persona más le moviere. Se rezará la primera oración, y al fin tres Padre nuestros y Ave Marías gloriados, en honra de la Santísima TRINIDAD: y cada día de los nueve se variará la súplica con una de las otras nueve Oraciones. En ellas se le consagran al Santo Obispo nueve piedras precíosas: adviértase que en ellas ha de ir grabado el dolor de las culpas con el propósito de la enmienda: mírese bien lo que por ellas se pide, con la acertada determinación de que siempre se haga lo que más convenga y sea del agrado de Dios nues tro Señor, Trino y Uno.
NOVENA AFECTUOSA AL ESCLARECIDO SAN LIBORIO, OBISPO DE LA SANTA IGLESIA DE CENOMANA EN LA FRANCIA, ESPECIAL ABOGADO CONTRA EL MAL DE PIEDRA EN LA ORINA, DE IJADA Y DOLOR NEFRÍTICO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de nuestros ✠ enemigos, líbranos Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido: propongo firmemente de nunca más pecar, y de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta: ofrezcoos mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados; y así como os lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita me los perdonaréis, por los merecimientos de vuestra preciosísima Sangre, Pasión y Muerte, y me daréis gracia para enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio hasta la muerte. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Gloriosísimo y Piadosísimo Obispo San Liborio, a quien nuestro Dios y Señor llenó de méritos y prerrogativas, y entre ellas la singular de favorecer a los que afligidos y entre agudísimos dolores aquejados, padecen gravísima enfermedad de piedra, ijada o cálculo en los riñones u orina, tan lastimosamente tormentosa que encontrándose unos con otros los ayes, es tan continuada la angustia, el sobresalto y la inquietud, que no dejan el más corto tiempo para lo más debido y necesario, el invocar con devoto aliento el dulcísimo nombre de Jesús, haciéndole más amargo el sentir tales dolores que aun los que causa la misma muerte: a tus piedades, Santo mío, represento mis fatigas y las de todos cuantos padecen esta dolorosísima enfermedad, para que oyendo los clamores que yo por todos te doy, especialmente (aquí se pide por la persona encomendada, o pide para sí propio el necesitado) oigas mis ruegos, y pidas como Abogado, a Dios Trino y Uno, aparte de mí tal enfermedad, y de cuantos la experimentan, mas si es de su divino agrado el que con ella se padezca, sírvete de alcanzar el logro de algún alivio y mucha paciencia, para que con uno y otro nos conformemos todos con la divina voluntad, y entre el alivio se encaminen los suspiros y gemidos a su gran misericordia, para que la tenga de nuestras almas, y conozcamos que aun tan llorados dolores son pequeño castigo a nuestras culpas.
DÍA PRIMERO – 14 DE JULIO
Fue San Liborio natural de Cenomana en la Francia, y desde su tierna edad inclinado a la virtud y a ocuparse en el servicio de las iglesias, resplandeciendo en su noble corazón el temor de Dios y la caridad con el prójimo. Le corresponde al Santo la piedra Topacio, que es la más resplandeciente.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, que en el cenomanense terreno en que naciste te hiciste Topacio, resplandeciente piedra fundamental de la Iglesia, pues según el amor y respeto con que le atendías, todo era labrar tu devoción respecto para Dios en sus iglesias, y amor con los pobres, que son sus Templos vivos: humildemente te ruego le pidas a su Majestad Divina ponga como piedra preciosa a su misericordia, para que en el templo de mi alma le adore. Y de la casa deteriorada de mi terrenal cuerpo quite la piedra que puede ser de escándalo en este mundo, favoreciéndonos también con quitar de los pobres enfermos el doloroso mal de piedra, diamante en su duración (aquí se le pide al Santo contra la enfermedad de que se adolece), si es de su divino agrado; y si no una gran conformidad, para con ella sola aspirar al más seguro remedio, que es la Gloria.
GOZOS DE SAN LIBORIO OBISPO
Pues del alto Consistorio
Vuestra alma es tan estimada,
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
La noble e ilustre Francia
Dio prosapia esclarecida,
Y vuestra pasmosa vida
A vuestra dichosa infancia:
Ya que honráis su territorio,
¡Oh prenda tan estimada!
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
En pastor cenomanense
Os hizo elegir el Cielo,
Porque el pasto vuestro celo
A las ovejas dispense:
Si este favor tan notorio
Gozó vuestra patria amada.
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
Remediando muchos daños
De las herejías viejas,
Por bien de vuestras ovejas
Fuiste Obispo cincuenta años:
Pues que en tan fiel desposorio
Ella quedó tan medrada.
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
El gran Martín, que excelente
Partió la capa con Dios,
Feliz os visitó a vos
En el postrer accidente:
Y en el lance transitorio
Os dirigió la jornada.
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
Vuestro santo cuerpo hallaron,
Y al salir del monumento
Sucedió, que al gran portento
Las campanas se tocaron:
Dando el Cielo monitorio
De la joya tan preciada:
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
De nacimiento dos ciegos
Tuvieron luz este día,
Y mil prodigios hacía
Dios por vuestro medio y ruegos:
De salud sois repertorio,
Pues por vos se halla lograda.
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
Si males al cuerpo humano
Acometen de mil modos,
Vos también curáis de todos
Cual médico soberano:
Ya que con vuestro adyutorio
Es la orina remediada;
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
Pues en casa de merced
Y en templo privilegiado
Estáis en él colocado
Al devoto socorred:
En el lance perentorio
De enfermedad tan pesada.
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
Pues del alto Consistorio
Vuestra alma es tan estimada,
De piedra y de mal de ijada,
Guarecednos, San Liborio.
℣. Rogad por nosotros, bienaventurado San Liborio.
℟. Para que merezcamos ser libres de todo mal de alma y cuerpo.
ORACIÓN
Oh Dios, que al bienaventurado Liborio, Pontífice esclarecido por otros innumerables milagros, ilustraste con el privilegio especial de curar los dolores del mal de arenas y piedra, concedednos por sus méritos e intercesión, que libres de este y otros males, merezcamos disfrutar de las delicias eternas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
℟. Para que merezcamos ser libres de todo mal de alma y cuerpo.
ORACIÓN
Oh Dios, que al bienaventurado Liborio, Pontífice esclarecido por otros innumerables milagros, ilustraste con el privilegio especial de curar los dolores del mal de arenas y piedra, concedednos por sus méritos e intercesión, que libres de este y otros males, merezcamos disfrutar de las delicias eternas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO – 15 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Desde su infancia fue dotado del Cielo de un clarísimo entendimiento y de sabiduría más que humana, y con ella asombraba a sus condiscípulos en el argüir, responder y enseñar, uniendo a esta su sabiduría la más excelente ciencia de amar a Dios, y con la que enseñaba a sus afectos el camino de la virtud, y a los rebeldes la senda estrecha de la mutua Caridad. Toca a este día la piedra Carbunclo, que alumbra como el Sol en las tinieblas.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, que como brillante piedra Carbunclo desde tu edad pequeña supiste enseñar con la luz de tu sabiduría a tus condiscípulos y discípulos iluminándolos para que unos y otros conocieren no solo la filosofía, que enseña a raciocinar, sino el más eminente arte de conocer a Dios y a la paz más cristiana: dígnate hacerme discípulo de tu escuela, para que en ella conozca que la mejor ciencia es Dios: y para la más segura curación de los enfermos de piedra, haz que los médicos aprendan tu doctrina, quitándoles con tu luz la oscuridad que puedan padecer sus discursos, dándoles acierto, para que conozcan lo oculto de esta enfermedad, y todo ceda en tu mayor gloria. Pedir la gracia que se desea recibir.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA TERCERO – 16 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Después de haberse preparado con oración y penitencia, se ordenó de los tres Órdenes mayores, y considerando discreto la gravedad de su estado, aquilató más el oro de su purísima vida en la guarda de los sentidos, de la castidad, del amor al prójimo, de la asistencia a los Divinos Oficios, siendo Ángel en las costumbres el que había sido hombre en el nacimiento. A este día corresponde la piedra Crisólito, que en sus fondos tiene parte del color de oro, y parte del color que fingen a la vista las aguas del mar.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, piedra Crisólito engastada en el racional dcl Sumo Sacerdote, que si gozas en el sagrado centro del Sacerdocio el color de oro, que te enriquece, participaste también el espantoso color del mar entre las amargas aguas de tribulaciones que te sumergieron al profundo conocimiento de la alta y respetuosa dignidad que obtuviste: alcánzame de Dios Trino y Uno el que, en el estado en que por su divina voluntad me hallo, me mantenga puro como el oro, para no verme anegado en el tormentoso mar de las culpas. Y a los Señores Sacerdotes préstales tu auxilio, para que en la balanza de la razón conozcan los muchos quilates de su dignidad, dándoles a los enfermos de mal de piedra tu favor, para que cuando se sientan más ahogados de sus dolores, vean en tu protección el mar de sus consuelos.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA CUARTO – 17 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Habiendo en el año de 350 el justo Patavio, obispo de Cenomana, los moradores de esta Ciudad mezclaron entre las lágrimas por su pastor difunto rígidas penitencias y ayunos, para que la misericordia divina les diese nuevo prelado que los gobernase: y aunque la rara humildad de San Liborio quiso ocultar sus virtudes, estas tanto le engrandecieron que volando su fama por Francia, Flandes, Alemania, Italia y Roma, hasta los oídos de la Cabeza de la Iglesia, impaciente en su amor los cenomanenses alzaron el grito, eligiéndole por obispo, y sin embargo de rehusarlo su rendimiento, confirmó el Señor Papa Julio I la elección. A este día pertenece la piedra Zafiro, la que aunque en un retiro de la casa parece oscura, a vista del Cielo resplandece.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, Zafiro nobilísimo, que cuando más escondido te hallabas en ti mismo, retirado de los tumultos del mundo por tu rara humildad, alzó el grito el pueblo cenomanense, y llegando sus clamores al Cielo, te sacó la Divina Providencia del retiro de su abatimiento, para que brillaras piedra a vista del Cielo de la Iglesia de Cenomana, en la que fuiste pastor vigilante y amoroso padre en la sagrada cumbre de la Mitra: haz, Santo mío, mediante tu patrocinio, mediante tu patrocinio el que todos los Príncipes eclesiásticos sigan tus huellas, fijando tu heroica vida como singular piedra en sus pastorales anillos para su paternal gobierno. Y a los afligidos enfermos del mal de piedra concédeles el que salgan del retiro de su cama, donde gimen la oscura noche de sus dolores, a ver, como luz, el alivio y en tu amparo logren las benignidades del Cielo.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA QUINTO – 18 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Consagrado de Obispo este prodigioso Santo, hizo brillar más las preciosas piedras de sus acciones y penitencias. Su silencio casi continuo, su Oración incesante, su asistencia a la Misa y divinos Oficios, puntualísimos, su mansedumbre y piedad con los pobres y enfermos excelente, su predicación apostólica, la conversión de gente perversa e infiel, muy memorable, sus ayunos rigurosos, sus disciplinas y cilicios repetidos. Por esto se le apropia la piedra Amatista, la cual se mira con colores de violeta y de rosa.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, singular Amatista con especial maridaje de colores, pues cuando te atiende nuestra devoción color de encarnada rosa, ya por los encendidos afectos con que elevabas tu oración y favorecías la causa de los necesitados, ya porque piedra en la constancia de tus dictámenes, hablabas en los púlpitos rosas para reducción de los pecadores, te contemplamos también moreteada violeta por tus rígidas mortificaciones: dígnate, Santo mío, de favorecer a los miserables pecadores, enfermos habituales del mal de la culpa, para que en las flores de tu vida miren los colores de que se adorna, siendo cada hoja un sermón que los convierta y una disciplina que los sujete al servicio de Dios Trino y Uno, favoreciendo al mismo tiempo a los afligidos enfermos del mal de piedra, para que sanos, publiquen con la piedra en la mano tus maravillas, conociendo siempre que las enfermedades con que Dios castiga a los ingratos pecadores.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SEXTO – 19 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Entre las memorables acciones de nuestro Santo, tienen lugar las que practicó en el celo del culto divino, y para este separó parte de sus rentas con el fin de que fuese más excelente. Fundó diez y siete iglesias en su Obispado para que los fieles trocasen las casas de los bureos y farsas por las de Dios: hacía muchas veces oficios de sacristán (que le llamaba de Ángeles) para enamorar más a sus feligreses a la devoción de los templos, en los que también estableció sagrada música que atrajese y halagase los sentidos cuando se celebran los Divinos Oficios. Por esto se le consagra la piedra Jaspe, la cual se adorna de varios colores, y tiene virtud de estancar la sangre.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, matizada piedra Jaspe, que en la graciosa mezcla de colores, mostraste, que siendo una la piedra Cristo, a quien serviste, fueron varias las ricas vetas con que le adornaste, como arquitecto en la fábrica de los templos, como tesorero en el dispendio de la moneda, como músico en el coro, como sacristán en el altar, y como sacerdote en las aras, en las que como sagrado estanque veías en el incruento sacrificio depositada la mejor y más noble Sangre del Cordero Divino: haz que por esta preciosa Sangre los cristianos desamparen las horrorosas grutas donde vive la insolencia, y se refugien en la casa de Dios, donde vive la gracia; que los herejes detestando sus sectas, obedezcan a la Cabeza de la Iglesia escuchando la suave música de sus determinaciones; y que los pobres enfermos del mal de piedra hallen en la piedra Jaspe de la columna de Cristo (ara del sacrificio, en que se derramó su sacratísima Sangre) sus consuelos, y bañados en ella, consigan la suavidad de alma y cuerpo.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA SÉPTIMO – 20 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Lleno nuestro Santo Obispo de edad en la de más de noventa y nueve años, habiendo gobernado la Iglesia cerca de cincuenta, cantando como cisne el verso de David: «Mi alma se goza con las noticias que tengo de que iré a la casa del Señor», en manos de San Martín, Obispo de Tours, voló al Palacio de la gloria a los veinte y tres de Julio del año 400. Por esto le conviene a nuestro Santo la piedra Heliotropo, la cual tiene virtud de conservar la vida y hacer a los hombres constantes.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, singular piedra Heliotropo, que después de la prolongada vida que gozaste, empleada desde la infancia en el servicio a Dios Trino y Uno, constante siempre en su amor, la pasaste a merecer eterna con el colmo mayor de adorar a quien solo es la verdadera vida, en los alcázares celestiales: suplicámoste nos alcances el que todo el tiempo que viviéremos en este mundo, la empleemos en buscar la salvación, llorando el que hemos perdido por nuestras culpas, manteniéndonos con varonil constancia en la Fe que profesamos, y que los pacientes enfermos de mal de piedra, hallen la vida de su sanidad en tu protección, siendo del gusto de Dios Trino y Uno, y si no, con ánimo constante y varonil sufrimiento esperen alegres la muerte, para después lograr en la casa del Señor la mejor vida.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA OCTAVO – 21 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Sepultado el Sagrado Cuerpo de nuestro Santo en el templo de los Doce Apóstoles de Cenomana, cuando sus Moradores se hallaban gloriosamente engreídos con la preciosa reliquia, que atesoraban por disposición altísima del Cielo consiguió Baduardo Obispo de la Iglesia Paderbornense, en el estado de Sajonia, después de una larga oración, ayunos y penitencias, el enriquecerla, trasladando en ella el venerado Cuerpo de nuestro Santo, para que a su vista se confundiera y aniquilara la infidelidad que iba tomando mucho cuerpo en sus feligreses, por recién convertidos a la fe, y esta traslación quedó solemnemente hecha a los cinco de Junio de 836. Corresponde a este día la piedra Berilo, que es de color de oro y verde resplandeciente, y tiene virtud de hacer animoso al hombre para con sus enemigos.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, agraciada piedra Berilo, pues en el color verde que muestra alcanzaste la Santa Esperanza del piadoso Obispo Paderbornense en el feliz logro de su Cuerpo, y en la de oro con que luces, la encendida caridad con que mirabas el celo de este Prelado, que lamentaba el nuevo introducido error de los engañados sajones, y como esforzado Campeón a la dulce violencia de su vista quedo destrozada y vencida la gentilidad de Sajonia: humildemente te rogamos, que a todos los fieros enemigos de la Santa Iglesia los venza la aguda espada de tu poder, y que rendidos, se reduzcan al gremio católico, teniendo caridad de sus almas: haciendo también que los afligidos enfermos, que en cruda guerra batallan con los males de piedra y de dolor nefrítico, mortales enemigos de la salud del cuerpo, queden con tu amparo y caridad vencidos, y con la esperanza de verse mejorados.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
DÍA NOVENO – 22 DE JULIO
Por la señal…Acto de contrición y Oración inicial.
Desde el desentierro del Cuerpo de nuestro Santo comenzaron a su vista a repetirse los milagros. Sanando enfermos, dando vista a ciegos, pies a tullidos, libertad a los cuerpos de endemoniados, y esto no solo en sus amados hijos los de Cenomana, sino en todos los que habitaban varios lugares por donde paso el Sagrado Cuerpo, hasta llegar a la Iglesia Paderbornense, difundiéndose también sus beneficios con los enfermos de piedra, orina y mal de ijada. Pertenece a nuestro Santo la piedra Pantaura, a la cual el Sol da tanta fuerza que atrae a sí todas las piedras, y gozando la virtud de cada una, la persona que la trae consigo, vive segura de cualquier veneno o ponzoña.
Se rezan tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriados.
ORACIÓN
Oh glorioso Santo mío Liborio, Pantaura maravillosa piedra, a la cual el divino Sol de Justicia comunicó tanta fuerza, por gracia, que atrayendo a él todas las enfermedades, puestas a tus pies, se aniquilaban, y el infernal veneno de la diabólica posesión en los cuerpos de los hombres se expelía con el antídoto de tu nombre: pues tienes la virtud de todas las piedras, y en cada piedra, dedicada a tus Aras, muchas virtudes, comunícame, como Topacio, luces para resplandecer en el temor de Dios; como Carbunclo, conocimiento de la obscura noche de la culpa y clarísimo día de la gracia; como Crisólito, encendida caridad con el prójimo y tolerancia entre las aguas de las tribulaciones; como Zafiro, prontitud en la oración dentro del retiro de mi alma, aspirando en ella las felicidades del Cielo; como Amatista, modestia en las palabras y fortaleza en las penitencias; como Jaspe, constancia en los dictámenes, estancando en mi corazón buenos propósitos; como Heliotropo, una firme consideración de la eternidad; como Berilo, una conciencia pura como el oro, y con ella la esperanza de ver a Dios, con la que lograré victoria del común enemigo; y como Pantaura, consiga si quiera un destello del divino Sol Cristo Jesús, para que atraiga a mí todas las buenas obras que como Católico debo usar, rogándote, en fin, el que por tu intercesión se vean libres del mortífero mal de piedra cuantos lo padecen, los que atraídos de tus maravillas, se empeñen en extender tus cultos, en servirte y venerarte, hasta ir a verte, amado de Dios Trino, y Uno, entre les preciosas piedras de la Jerusalén de la gloria. Amén.
Los Gozos y la Oración se dirán todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán relacionarse con el artículo. Los administradores se reservan el derecho de publicación, y renuncian a TODA responsabilidad civil, administrativa, penal y canónica por el contenido de los comentarios que no sean de su autoría. La blasfemia está estrictamente prohibida, y los insultos a la administración constituyen causal de no publicación.
Comentar aquí significa aceptar las condiciones anteriores. De lo contrario, ABSTENERSE.
+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)