El obispón de Arecibo (Puerto Rico) Daniel Fernández Torres, de 57 años, fue destituido por Francisco Bergoglio hoy 9 de Marzo. Su “delito”: En un comunicado del 17 de Febrero, defendió el derecho a objetar la terapia génica (mal llamada “vacuna”) contra el coronavirus wuhanense, y se negó a firmar la declaración de otros seis obispones covidiotas puertorriqueños del 24 de Agosto de 2021 que afirmaban que era “una obligación” inyectarse, y que «no hay fundamento moral de la Iglesia [conciliar] para rechazar la vacuna». Además, se negó a transferir sus seminaristas al Seminario Interdiocesano de Puerto Rico, aprobado por el Vaticano en 2020, y había destituido a siete presbíteros homosexuales (que después fueron reintegrados por Bergoglio y reasignados en otras diócesis).
Tras las quejas de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña
(en que tienen peso los homosexualistas e izquierdistas obispones de
San Juan, Ponce y Caguas), el Nuncio en República Dominicana y Delegado
apostólico en PR Ghaleb Mousa Abdalá Bader (de Jordania), le pidió la
renuncia, pero él se negó. Fue llamado a calificar servicio ante el
Vaticano (irónicamente, durante el coronapánico), pero no quiso ir por
razones de conciencia.
El
Boletín de Prensa de la Santa Sede nombró Administrador apostólico ad
nutum Sanctæ Sedis a Álvaro Corrada del Río SJ, obispón emérito de
Mayagüez y hermano del ex-alcalde de San Juan Baltasar Corrada del Río.
Fernández
Torres no se guardó nada: en un comunicado publicado en la cuenta de
Facebook de la Diócesis de Arecibo, señaló que le ofrecieron la renuncia
a cambio de un puesto administrativo, pero que no aceptó por razón de
conciencia, y que no le siguieron el debido proceso:
«Lamento mucho que en la Iglesia [conciliar] donde se predica tanto la misericordia, en la práctica algunos carezcan de un mínimo sentido de la justicia. A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada y sencillamente un día el Delegado Apostólico me comunica verbalmente que de Roma se me pedía la renuncia. Se sustituye ahora a un sucesor de los apóstoles sin emprender ni siquiera lo que sería un proceso canónico deberoso para destituir a un párroco».
Daniel
Fernández Torres es el segundo obispón destituido por Francisco
Bergoglio. El primero fue el opusino Rogelio Ricardo Livieres Plano,
obispón de Ciudad del Este (Paraguay). Tras una disputa con el entonces
arzobispón de Asunción Eustaquio Pastor Cuquejo Verga C.Ss.R. (sí, así se apellida), fue destituido en 2014 en resultas de una visita apostólica (comisariamiento) bajo acusaciones de mala administración, falta de colegialidad (hoy “falta de sinodalidad”)
y de acoger en su diócesis al sacerdote-presbítero Carlos Urrutigoyti,
acusado de abuso sexual en Scranton (Estados Unidos). Después de haber sufrido el abandono por parte del Opus Dei en el que militara toda su vida, Livieres murió el 14 de Agosto de 2015, por un cáncer hepático.
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+Jorge de la Compasión (Autor del blog)
Jorge Rondón Santos (Editor colaborador)