DE IGLESIAS A TEATROS Y BARES: CASO CANADIENSE

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

   

Iglesia “reutilizada”: la Iglesia Conciliar secularizó su iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Montréal para convertia en un vulgar club de danza dirigida por degeneradas bandas de rock.

Mientras se desploma la asistencia a la “Nueva Misa”, la Iglesia Conciliar se ha desesperado en remplazar sus colectas perdidas, por lo que está vendiendo sus iglesias para convertirlas en vulgares bares y restaurantes.

  

En Canadá, que ha sido el lugar de los peores delitos sexuales contra menores por presbíteros y obispones, la asistencia a la protestante-masónico-pagana Nueva Misa “Ordinaria” de 1969 se está desplomando, y con ella las colectas que solía tener. Así, la Antiiglesia se ha desesperado tanto en remplazar los fondos perdidos, que ha decidido vender iglesias para convertirlas en vulgares bares y restaurantes, gimnasios (“lugares de desnudez”), y teatros. El mismo sacrilegio ha estado acaeciendo en Estados Unidos y otras partes.

El último ejemplo de este sacrilegio fue la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Montréal. Antes que la Iglesia Conciliar tomase la Iglesia Católica “institucional” en 1964 en el Anticoncilio Vaticano II, la asistencia para la Misa Latina Tradicional era de miles. Justo antes de su venta en 2014, ese númeró se hundió a solo unos pocos. La iglesia tradicional, construida entre 1914 y 1920 en estilo neorrománico, presume de vidrieras describiendo escenas bíblicas con vivos detalles. La Pseudoiglesia vendió la iglesia para ser “reutilizada” bajo propósitos sacrílegos. La nave fue transformada en un escenario para degenerados conciertos de rock, y los confesionarios y bancas fueron transformados en barras para venta y consumo de alcohol.

Los neoiglesianos y demás paganos ahora giran bajo luces de neón rosadas y moradas, mientras una banda pagana africana ejecuta su música vernácula en el lugar donde antes solía estar la herética mesa de la cena Novus Ordo. La otrora iglesia ha devenido el sitio de “fiestas fetichistas”, que los organizadores calificaron como «el evento de Halloween más atrevido, espeluznante y sensual de Montréal». No sorprende, ya que la misma Pseudoiglesia es manejada por presbíteros, obispones y pseudopapas degenerados que no tienen un gramo de catolicismo en ellos [Parte de la información para este Comentario proviene de la Associated Press, 27 de Julio de 2025].

   

Católicos tradicionales, la Iglesia Conciliar ha añadido la blasfemia al sacrilegio, al llamar a la iglesia “reutilizada” ser parte de su “misión sagrada”. Incluso Gérald St-Georges, director del Grupo Paradoxe, los nuevos dueños de la otrora iglesia, admitió: «Hay menos fe». Esto es ponerlo en términos suaves. La Iglesia Novusordita no es y nunca fue la Iglesia Católica, sino una secta apóstata y paganizada, incluso peor que los luteranos y presbiterianos, a los que les queda al menos una sombra de cristiandad.