ORDINARIO ANGLO-DEUTEROVATICANO: «LAS DIFERENCIAS ENTRE LOS ANGLICANOS SON IRRECONCILIABLES»

Noticia tomada de GLORIA NEWS.

  

«Las profundas divisiones dentro de la Comunión Anglicana, y dentro de la propia Iglesia de Inglaterra, son irreconciliables», dijo el obispón David Waller a The Catholic Herald el 18 de Agosto.

Un ex predicador laico anglicano, fue “instalado” presbítero en 2011 dentro del Ordinariato anglo-católico de Nuestra Señora de Walsingham. El Ordinariato fue dirigido por primera vez por el casado ex obispo anglicano Keith Newton también. Cuando Newton renunció en 2024, Waller, que estaba sirviendo como vicario general del ordinariato, fue nombrado ordinario. Como era célibe, recibió la “instalación” episcopal del cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández Martinelli en Junio de 2024.

Con respecto a la religión anglicana, Waller dijo: «Hay intentos de aceptar la diversidad y aceptar las diferencias, pero este acuerdo es frágil, porque la gente cree que su postura es la verdadera y, por lo tanto, que los demás están equivocados».

Con respecto a los evangélicos que entraron en la Iglesia a través del Ordinariato, Waller dijo que llegaron a entender la importancia de la eclesiología: «Si a una persona le cuesta aceptar la enseñanza de la Iglesia sobre la Eucaristía [Si bien los anglicanos todos rechazan la transubstanciación en el art. 38 de los Treinta y Nueve Artículos, los anglocatólicos y algunos de la “Iglesia Alta” creen en la presencia real (pero guardando silencio en cómo se da), los de la “Iglesia Baja” en una presencia pneumática (alineándose con el calvinismo continental), hay quienes creen en la consubstanciación/“unión sacramental” luterana, y algunos en el “recepcionismo” (el pan y el vino son el Cuerpo y la Sangre de Cristo en el momento de la comunión); y –para más variar– hay algunos carismáticos que enfatizan en el momento de la epíclesis (añadida en el Libro de Oración Común episcopaliano de 1979 y el ídem de la Iglesia Anglicana en Norteamérica de 2019), N. del T.], esa dificultad surge de la dificultad para aceptar la autoridad del Magisterio. Los evangélicos que han entrado en la Iglesia católica a través del Ordinariato han llegado, como parte de su camino, a comprender la importancia de la eclesiología: que la Iglesia no es solo un órgano administrativo, sino receptora y depositaria de la revelación divina. Recibe la plenitud de la verdad y declara la doctrina. Una vez establecido esto, la persona cree en lo que enseña la Iglesia».